Los adversarios, e inclusos muchos chavistas, satanizan y critican severamente las colas que se producen en las tiendas buscando los artículos de la cesta básica, es de comprender que no es cualquier cosa disputarse un espacio con los "bachaqueros", para poder comprar esos alimentos que, por su bajo costo, se hacen de mayor demanda.
Y eso en mi concepto hay que decirlo, criticarlo, insisto, la situación en el país no está bien; mientras el Gobierno viva haciendo amagos y no muestre los colmillos, no dilucida quien manda en este país –si la revolución o los empresarios recalcitrantes, parasitarios-, mientras sigamos con esa zozobra, en esas circunstancias en las que nos sumieron los golpistas con la guerra económica haciendo lo que les da la gana, no podemos decir lo contrario; sin embargo, hay un detalle que quiero analizar con ustedes amigos lectores, amigas lectoras.
En este país, el día a día transcurre con los opositores en una acera desestimando la guerra económica, que es evidente con hechos como la especulación y el acaparamiento de medicinas, de alimentos, de producto de higiene personal, y en la otra los chavistas exigiendo al presidente Nicolás Maduro que se radicalice, que sea más contundente, que acabe con las acciones de los golpistas, que de verdad terminen los "pao pao" y las sonrisitas con esa burguesía que pretende borrar de la faz de la tierra a la revolución, y que le costó todo el esfuerzo al Comandante Eterno.
Pero más allá de esta diatriba, si nos llevamos la mano al corazón y pensamos en esas colas, inevitablemente caemos en cuenta de que se producen porque como los empresarios y comerciantes malandros le esconden los productos al pueblo, Maduro cumpliendo con su labor de presidente y jefe de la revolución bolivariana, más allá de todas esas perversidades, les contrarresta las acciones criminales colocándole al pueblo los alimentos en las tiendas.
Así la cosa, por un lado, la gente honesta desabastecida, se precipita a comprar los productos que le hacen falta y, por otro, los "bachaqueros" que no debemos olvidar tuvieron su origen en la guerra económica opositora, aprovechan para delinquir, apropiarse en forma desmedida de los alimentos y eso produce la crisis, hace que se multipliquen y aglomeren los compradores en los establecimientos comerciales. Esa es una realidad que intentan ocultar los opositores que niegan la guerra económica, pero no pueden, está a la vista de todos…
Maduro ha sido el mandatario más atacado y vilipendiado, incluso, por encima de Chávez, no obstante con todo y eso, logró apaciguar las guarimbas, que junto a la guerra económica conformaban los planes de sacarlo del poder por la fuerza. Y eso no es cualquier cosa, y también debemos decirlo, con más razón los chavistas que seguimos apostando a este proceso.
El problema es que el Gobierno revolucionario, a pesar de esas acciones, luce muy débil ante la ferocidad de los golpistas en general, sobre todo de los empresarios y comerciantes poderosos. Maduro como Presidente ordena algo y ellos hacen lo contrario. Y lo hacen públicamente, en una actitud de insurrección, silenciosa, pero evidentemente altanera, desafiante.
Con Chávez ocurría algo muy diferente. A nuestro Comandante Eterno le podrían esconder un alfiler, un fósforo, un "polito" de mantequilla, un bollo de pan, que sé yo, pero eso era hasta que cogiera una arrechera en algún Aló, Presidente, y en este país nunca faltó nada como ahora.