P&G y la guerrilla económica

Claro que los bachaqueros, estafadores y lambucios que comercializan con los productos regulados, se limpiarán la “jeta” con el listado que publicó la Procter and Gamble.

Para nadie es un secreto que los artículos que vende esa empresa internacional son utilizados por quienes se hacen pasar por el “poder popular”, para inducir la inflación, la escasez y el acaparamiento; los venezolanos llevamos más de un año padeciendo el síndrome del bachaqueo -recordemos que se inició con la desaparición del papel tualet- sin que hasta ahora las medidas que ha tomado el gobierno del presidente Nicolás Maduro, hayan hecho efecto. Y tiene que ser así, toda vez que se ataca una parte del problema: los empresarios y la industria conspiradora, pero el otro aspecto del problema no ha sido abordado como debe ser, ¿cuál es la otra variable?, aquellos que Constitución Nacional en mano se hacen ver y se hacen pasar como el soberano, el poder popular, los invisibilizados, los excluidos, es más muchos de ellos se hacen llamar chavistas revolucionarios.

Mientras estos hagan lo que quieran y no sean castigados, será muy difícil moralizar la sociedad, sin olvidar que los escuálidos tomarán acciones mediáticas para atacar la medida sancionatoria contra los bachaqueros, estafadores y lambucios. Sin ánimo de ser antipático, pero muchos de los inspectores populares del Sundde, funcionarios de la Guardia Nacional del Pueblo y de la Policía Nacional, harán lo propio a favor de los bachaqueros, estafadores y lambucios, debido a que se ha formado entre ellos un nuevo tejido económico y también tenía que ser así; insisto, no quiero ser antipático ni estoy descubriendo el agua tibia, pero los sueldos y salarios de estos servidores públicos son realmente bajos -por supuesto, acá entra el tema de la ética, la responsabilidad social del uniformado, el nivel educativo y hasta el origen familiar, pero eso es harina PAN de otro costal- pero tras reglamentación en los precios de los productos de la cesta básica y del cemento, así como lo “engorroso” que dicen los expertos de Fedecamara, Fedeindustria, Cámara Venezolana de Alimentación y sus amigos trampuletos, han surgidos nuevas formas de vulnerar la economía nacional, hoy llamada guerra económica y que yo llamaría a nivel de los bachaqueros, estafadores y lambucios: guerrilla económica.

Revisando los precios justos de la Procter and Gamble, si en verdad uno -el trabajador que no puede abandonar su puesto de trabajo, toda vez que debe cumplir un horario- pudiera acceder a esos productos, el sueldo le alcanzara y le rindiera, me explico: el cartucho de la máquina de afeitar con dos unidades vale 111 bolívares, el cepillo dental Oral B 98 bolívares con rialimedio, champú Pantene cuesta 1085 bolívares y en el caso del cuidado personal femenino, es decir, tolla sanitaria, los precios van desde 45 a 1390 bolívares; en serio que los precios son accesibles, la vaina es cuando llega a las manos de bachaqueros, estafadores y lambucios, un empaque de toallas intimas Always de 18 unidades que cuesta 45 bolívares, esos vividores la venden 600 bs. Entonces quién o cómo se le pone un alto a esa situación; Maduro dijo que el presupuesto nacional atiende a tres realidades, en otra palabras, a tres países con 30 millones de personas cada uno, en retrospectiva, el situado constitucional por concepto de importación de productos alimenticios, beneficia a los 30 millones que vivimos en Venezuela y a los 60 millones de personas restantes, los conseguimos en: Colombia, Aruba y Curazao. No nos olvidemos tampoco de cómo se va hacia las islas antes mencionadas el gasoil y hacia el “hermano país”, la gasolina.



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Cruz Mario Silva

Representante de Periodista por la Verdad, miembro del Frente de Comunicadores Socialista y de la Plataforma de Periodista Socialistas en el estado Portuguesa. CNP 8739 CRGV 1753.

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