Ya la invasión está en marcha

Primero, la muerte del empresario Sandoni, luego se produce el hallazgo de
los cadáveres de los hermanos Faddoul y del chofer Rivas, seguidamente cae
asesinado el reportero gráfico de El Mundo; poco después se anuncia el
secuestro de una señora y de sus dos hijas en Monagas, todo servido con el
consabido estallido de cacerolazos, trancas, júbilos por un luto activo,
batir de banderas, vehículos con luces encendidas y corneteos. Faltaba la
guinda suprema en el cóctel criminal, y repentinamente aparece el Chapulín
Colorado de Washington, míster William Brownfield, quien se mete en un
barrio chavista de Caracas. Las órdenes urgentes del Departamento de
Estado están que revientan y hay que aprovecharlas. ¿Qué hace este
angelito cabeza e` ñame, allí metido en ese barrio?: pues, haciendo
entrega de un donativo para un club de béisbol menor. El angelito estaba
en el polideportivo Andrés Miranda, de Coche, como todo un san Nicolás:
con guantes y bates para el Club Infantil de los Orioles(y que afiliado al
equipo estadounidense de béisbol de las grandes ligas Orioles de
Baltimore); pobrecito el tío, con su lenguaje cacafónico, qué delicado,
que dulce, qué inocente. Lo estaban monitoreando los agentes de la CIA con
unas diez cámaras colocadas en distintos sitios estratégicos, y seguido
por un grupo numeroso de medios golpistas. El coñazo se estaba esperando,
se estaba buscando afanosamente y debía surgir de los mismos que estaban
montando el show, allí en Coche. Alguien que le golpeara, que lo
agrediera, que lo secuestrara. Había que aprovechar al máximo la situación
de perturbación que está registrando el país por el asunto manifiesto y
criminal de los secuestros y asesinatos de los últimos días.

Hay que recordar que este tipo de provocación responde a todo un plan que
Washington ha usado en momentos de álgida crisis política, y que ya
Venezuela conoce con la presencia de Richard Nixón, poco después de la
caída de Pérez Jiménez. El escenario es idéntico, tomando en cuenta
además esos capciosos ejercicios militares en el Caribe organizados por el
Pentágono conjuntamente con ejércitos de la OTAN. Allí por allí
merodeando unos cuatro mil soldados de Estados Unidos, Holanda, Bélgica,
Canadá y Francia participarán en la maniobra denominada Joint Caribbean
Lion, en Curazao y la isla francesa de Guadalupe.

Hay que recordar que habiendo caído la dictadura de Pérez Jiménez, y
habiéndose revuelto muy feamente las aguas en el país, con el peligro para
el Norte de que la izquierda tomara el poder, se pulsó la crisis
venezolana con la presencia de Richard Nixon en Venezuela. Con Nixon se
movilizaron algunos acorazados en el Caribe, y también varios
francotiradores de la CIA, quienes estaban dispuestos a provocar una
masacre cuando Nixon estuviera entrando en el Panteón Nacional. De este
hecho, a la intervención amada de los marines mediaba un paso. A Nixon
sólo le dieron un buen baño de escupitajos, pero eso no fue suficiente.
Wolfang Larrazabal totalmente asustado, iba de un lugar a otro, hablando
con el embajador americano, pidiendo auxilios a los comunistas y a Jóvito
Villalba, y sobre todo, tratando de controlar con la televisión un posible
caos social, abortar realmente una masacre porque él estaba al tanto de
toda la trama.

De aquella experiencia se le advirtió severamente a Larrazabal y a muchos
dirigentes políticos, que si permitían que los comunistas “abusaran de la
legalidad democrática”, EE UU no vacilaría un segundo en mandar a sus
marines para “restaurar el orden y la libertad”. La lección parece que fue
muy bien entendida, y Betancourt quedó encargado de llevar las riendas de
las decisiones previamente dispuestas en Washington.

Hoy la situación del ataque diplomático para desatar luego una invasión se
hace cada vez más evidente, con declaraciones contra Venezuela desde
México, Costa Rica, Ecuador y Perú, amén de la amenaza de los
paramilitares colombianos ingresando por montones para acrecentar el
estado de inseguridad del país. Paramilitares trabajando estrechamente con
los agentes de la CIA, los medios lacayos y de la derecha venezolana.
Ahora la orden ha sido incrementar el número de secuestros, el número de
asesinatos y de delitos de todo tipo, incluyendo la eliminación de
personajes de la iglesia, de la oposición.

jrodri@ula.ve


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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