El periodismo se ha convertido en la profesión estrella de la guerra global

Yo creo -el burro primero- que desde la protohistoria el bien y el mal se han disputado la primacía en la cabeza de millones; yo no sé si tú, dilecto lector y seguramente fan de Adán y Eva, como es propio, te has detenido a pensar acerca de la noción de bien y de mal según el dogma religioso.

Es interesante la noción que de ello se atribuye a un tal San Agustín pero la más generalizada es la de Adán y Eva que a mi modo de ver es diferente, la más patética de todas cuantas han pasado por mi cabeza de burro, no sé si los ilustrados sabelotodo se dan por enterados que estamos ante una crisis de supervivencia y que en consecuencia, escarbar acerca del valor del bien, de su raíz, ante el acoso del mal, no es la calificación que hiciera el Bush, el eje del bien y el eje del mal.

Ah, pero la manipulación de la realidad ha enfermado a muchos y por ende no se percatan de lo que sucede sino que se recrean en la superficie de las cosas y nunca van al fondo; facilito, es que ir al fondo de las cosas requiere esfuerzo, rigurosidad, valentía, franqueza, moral, ética, noción de sacrificio, en fin, una conjunción de valores en función del bien.

Y no sólo hay enfermos de irrealidades en el bando apátrida sino que en el ique chavistas también hay por bojotes, víctimas de la ignorancia, a grosso modo, zoquetes.

Un patriota cooperante me dio a conocer una de esas opiniones necias en las que un ique chavista -dizque chavista- le saca la chicha a la compatriota Yaquelina Farías y, por supuesto, arremete contra el gabinete de Maduro, en nombre de Chávez.

Puras bolserías, zoquetadas, está bien que cada quien diga lo que quiera, es la democracia, pero hay que ser un poquito responsable, si le da la gana de hablar estupideces de una gran ex ministra como la patriota Yaquelina, que lo haga sea quien sea si eso lo hace feliz, está bien, se le acepta aunque sólo sean necedades, la compañera Yaquelina se defiende con su labor y punto y el que no quiera verla que no la vea pero hacerlo en nombre de Chávez no es para nada hombría sino cobardía y un favor flaco a la oposición fascista.

Puntualmente os he dejado un ejemplo del efecto locura al que el incauto y débil mental es arrastrado, pero la causa de fondo es la guerra global que el enemigo tiene en marcha contra Venezuela, una de cuyas aristas es poner a pelear entre sí al pueblo contra sus propios intereses.

Por qué se logró o no determinado objetivo de la revolución tiene porqués y es a lo cual debemos remitirnos, no tratar de descarnar a alguien sin una razón de peso y precisamente la información fidedigna debe estar de por medio pero el enemigo la oculta porque le conviene el caos para pescar en río revuelto.

Mucho tiene que ver el periodismo sedicente en el comportamiento de la gente, las personas suelen actuar en función de la información que poseen y de ahí que una información torcida lleva a quien así la tiene a por ejemplo votar torcido.

Es muy importante que la información tenga que ver con la verdad pero no sólo con eso sino además con la ética y eso demanda prioridad de orden y de equilibrio informativo.

La globalización pretende llevarnos a todos a un solo patrón, en el caso que nos ocupa en concreto, a un patrón informativo y la burguesía chupasangre cuenta con la ventaja de poseer los grandes medios de difusión de embuste que juega garrote.

Por tanto, el enemigo de clase embauca a débiles que supuestamente están de nuestro lado y a los que defino como los iques (disque), pero la mayoría popular tiene fortaleza de criterios y no se deja arrastrar.

El periodismo se ha convertido en la profesión estrella de la guerra global, y ante la crisis de esa profesión el pueblo ha dado una respuesta bien buena, adjetivó, creó de contrapeso a esa peste, el periodismo alternativo.

Y con lo que el enemigo nos salga le inventamos contrapeso, si nos crea un zoquete le oponemos un pila, si nos dice torcido le respondemos derecho, si nos dice embuste le contraponemos verdad; en resumen, si nos viene con guerra le damos una patada en el culo.

El pueblo venezolano, en paz, lo que ofrece es amor, pero arrecho, es capaz de destruir lo indestructible así que por vía de gracia le pedimos al enemigo que nos deje tranquilos en nuestro camino de soberanía e independencia.

Adán y Eva supuestamente tuvieron muchos hijos porque para entonces no había televisión, pero lamentablemente uno de ellos de nombre Caín, mató a su propio hermano Abel; primer crimen de la humanidad, desde entonces hemos vivido en una eterna guerra con escasos momentos de paz.

¿Es eso acaso lo que debemos hacer entre nosotros, matarnos, o querernos fraternalmente entre hermanos?

Ojalá la escualidad criminal coja mínimo y enmiende, y de una buena vez y para siempre reflexione y acepte la mano tendida que le ofrecemos por el bien de todos, Venezuela se respeta.

 


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Guillermo Guzmán


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