La vida y la historia cada cierto tiempo nos tienen reservadas historias que conmueven por su fuerza y sacan a flote el alma de guerreros y guerreras que tenemos los venezolanos y venezolanas de siempre, desde, cuando nuestros ancestros, bajo la conducción genial del indio, chamán, comandante en jefe de todas las etnias del centro de lo que después sería Venezuela, el cacique Guaicaipuro enfrentó a las criminales hordas invasoras españolas y le produjo derrotas tras derrotas y a punto estuvo de derrumbar el naciente poder colonizador e impedir su entronización. La hoy Venezuela, el territorio de lo que en 1977 se llamó Capitanía General de Venezuela, fue el último país de América y el Caribe donde se asentó el poder español, casi a finales del 1500 y aún así con singular resistencia indígena.
La resistencia de los pueblos originarios a los invasores españoles comenzó en 1499, un año después de la llegada de Colón por Macuro. El primer esclavizador de indios fue el propio Cristóbal Colón que capturó 500 indios y los vendió en España como esclavos. En lo que hoy es el Estado Falcón en el llamado Puerto Flechado, en la costa de Tucacas los indígenas ciparagotos enfrentaron al invasor Alonso de Ojeda con sus arcos y flechas impidiendo su desembarco. Por aquella acción guerra el lugar se le puso el nombre de Las Flecheras. Ya para 1532/1533 los jirajaras que ubicaban al sur de lo que hoy es Barqusimeto se enfrentaron ferozmente a los invasores españoles al igual que los caquetíos ubicados desde Falcón hasta Cojedes. El cacique Maraguey, en el oriente también enfrentó a los españoles. En el litoral guaireño, en el valle de Caracas, en Los Teques y Valles de Aragua los enfrentamientos y derrotas militares a los españoles por parte de Guaicaipuro y sus huestes fueron de tal magnitud que retardaron casi un siglo el asentamiento del poder colonial en lo que después fue Venezuela.
En 1552 se alzó en armas contra el imperio el esclavo conocido como el Negro Miguel de Buria
Pero corajudos los venezolanos, durante 300 años de ignominia y brutal dominación se enfrentaron a ese infame régimen con valor sin par e inaudito en heroicas luchas pre independentista que registra nuestra Historias y fue aquí donde nació el primer grito de independencia de América aquel glorioso 19 de abril de 1810. No en balde el glorioso himno dice: "Seguir el ejemplo que Caracas dio".
Lo que hicieron los venezolanos en la guerra nacional de independencia no tiene parangón en la historia de las naciones de todos los continentes. Líderes políticos y militares de la talla de Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José Antonio Páez, y toda la pléyade de libertadores derrocharon valor sin par cuya gloria está escrita en las páginas de oro del universo: Mucuritas, Vuelvan Caras, Queseras del Medio, Paso de los Andes, Pantano de Vargas, Boyacá, Junín, Carabobo, Bomboná, Pichincha, Ayacucho. En ninguna época de las luchas del mundo se había derrochado tanto valor y tanta inteligencia en busca de la libertad, la independencia y la soberanía.
Los venezolanos, imbuidos de este sentimiento, donde hubiese lucha por la justicia allí estaban presentes. El pasado siglo XX nos trae historias fabulosas de venezolanos valientes y luchadores que en América se batieron contra imperios y dictadores. Unos de los más valientes venezolanos, el comunista Gustavo Machado fue lugar teniente del General de Hombres Libres, el nicaragüense Augusto César Sandino en las montañas de Las Segovias y se enfrentó con las armas en la mano al invasor norteamericano que fue derrotado por "el pequeño Ejército Loco" de Sandino, como lo bautizara la gran poetisa chilena Gabriela Mistral.
Otro venezolano, Carlos Aponte, aparece en Cuba luchando contra la feroz y brutal dictadura del Gerardo Machado que es derrocada por el pueblo cubano en 1933, y contra el siniestro Fulgencio Batista en pleno ascenso y bajo el ala proyectora de los Estados Unidos del Norte. Amigo, compañero de lucha y lugarteniente del líder de la Joven Cuba, Antonio Guiteras. Ambos fueron asesinados por Batista en un lugar de la Provincia de Matanzas llamado ‘El Morrillo’, siguiendo instrucciones del embajador norteamericano. Dieron una feroz resistencia y le hicieron muchas bajas a los sicarios comandados por Batista
FRANCISCO PANCHO VILLA TOMA EL POBLADO NORTEAMERICANO DE COLUMBUS
Producto de las constantes agresiones de los norteamericanos contra el pueblo y la nación mexicana, la que perdió el siglo XIX el 51% de su territorio arrebatado por el expansionismo imperialista norteamericano, el 9 de marzo de 1916, el General Francisco Pancho Villa, decide atacar el poblado norteamericano de Columbus, Nuevo México, que antes había sido parte del territorio de México, para darles una lección de dignidad. A las 4.20 de la madrugada, al frente de 403 soldados de la División del Norte, comenzó el ataque que duró 3 horas, durante los cuales enfrentó las fuerzas militares yanquis, incendió el poblado, tomó el parque de armas, arengó a los pobladores, después de lo cual regresó a la frontera.
Entre los soldados villitas que participaron en la acción iba Valentín Hernández, un venezolano que se había enfrentado a la dictadura del tirano Juan Vicente Gómez.
En aquella audaz y temeraria acción militar se produjo la muerte de 12 militares norteamericanos, 7 civiles y gran número de heridos civiles y militares.
Ese mismo día por la tarde cruza la frontera mexicana, sin autorización del gobierno mexicano presidido por Venustiano Carranza, el 13º Regimiento de Caballería del Ejército norteamericano, en persecución de Villa.
La fecha 9 de Marzo la escogió el General Villa en represalia a que en esa fecha, 69 años atrás, los estadounidenses habían desembarcado en las playas del Callao y Mocambo, invadieron México por Veracruz.
Entra a México la expedición punitiva, (15 de Marzo de 1916) en persecución de Villa y permanece casi un año. Después de varios acontecimientos, escaramuzas, encuentros con tropas villistas que estuvieron a punto de provocar una segunda guerra entre E.E.U.U. y México, el gobierno yanqui, derrotado por los ‘piojosos campesinos villistas’, ordena a la expedición punitiva invasora que saliera de México, por lo que oficialmente es el 6 de febrero de 1917 la fecha en que abandona la República mexicana el General gringo, John Joseph Pershing sin lograr su cometido. Francisco Villa se burló de las tropas norteamericanas todo lo que quiso, le hizo numerosas bajas y los ridiculizó.
UN VENEZOLANO ENTRE LAS FUERZAS VILLISTAS
¿Cómo aparece un venezolano entre las fuerzas villistas?
El historiador venezolano José Gregorio Lináres, quién es el que aporta la información primaria, nos dice: "Cuenta José León Tapia, nos dice José Gregorio Linares, en su libro "Tiempos de Arévalo Cedeño" que Valentín Pérez había luchado contra Gómez y debió exiliarse en Panamá, "trabajando de sol a sol, pura sed, paludismo y muerte, bajo el mando de los gringos, casi todos antiguos Rangers de Teodoro Roosevelt. Por eso les tomó tanta inquina y en la primera oportunidad se marchó para donde decían estaba naciendo la libertad".
Sigue José Gregorio su apasionante relato.
"Cuando llegó a México buscó a Villa, quién al conocerlo le hizo saber que le costaba creer que un hombre viniera de tan lejos a lucha al lado de los humildes. A los que le respondió el bravo luchador venezolano: – "Mi general, vengo de la tierra de Bolívar donde también se siente la injusticia y tenemos a los mexicanos como hermanos de la libertad".
De inmediato fue alistado en el ejército villista, en la famosa División del Norte de los Dorados de Pancho Villa, donde alcanzó el grado de Capitán por su bravura en el combate".
Se viven tiempos difíciles bajo la amenaza de una agresión militar norteamericana. ¿No querrá algunos de esos fascistas cobrarnos a los venezolanos la osadía de Pancho Villa, o mejor, no es ese dato histórico un hecho elocuente que, como dice José Gregorio Linares, los venezolanos rechazamos cualquier injerencia imperial? "¿Será que creen que en estos difíciles momentos para la Patria venezolana, aquel olvidado Capitán Valentín Pérez volverá hecho multitudes, como ya se ve en las calles de toda Venezuela y por eso nos temen a los venezolanos?", finaliza JGL su magnífico trabajo.