Dieterich disiente de "la izquierda global", de esa izquierda que lidera los procesos en Grecia, Siria, Irak, Irán, Venezuela, Colombia entre otros, tildándola como "ignorante política ante el capitalismo y el socialismo del siglo XXI", según él, esa es una "izquierda soñadora global", "fetichista de la democracia burguesa", "la dizque "izquierda global no entiende las grandes transiciones contemporáneas, (….) Atrapada entre las dulces mieles corruptoras del capitalismo actual y la somniferante tranquilidad de las luces del pasado, desconoce la unidad dialéctica del movimiento del cosmos. Ese movimiento, que conceptualiza aun dogmáticamente en términos del siglo XIX, como evolución y revolución..., creer en la legalidad y decencia de la democracia burguesa".
Aquí; critica Dieterich a la izquierda global como sumergida en la "somníferante tranquilidad de las luces del pasado", eso significa apegada al modelo revolucionario de Marx el cual llama "luces del pasado", sobre todo por el papel de la clase trabajadora, el cual Dieterich sustituye por "la clase media", abandonando las posiciones radicales del marxismo y el socialismo. Dieterich dice que a la clase trabajadora, "La estructura de clases sociales del mundo global emergente ha minimizado su papel transformador. Dos clases sociales son las que hoy día concentran el poder del sistema: la clase dominante y la clase media; ambas con la atribución de poder ser progresista o reaccionaria". Por supuesto en su análisis de clases, al parecer disimula nombrar como burguesía o oligarquía a la clase dominante.
¿Si la izquierda global acusa de ignorante cómo ha de ser entonces la inteligente izquierda global para Dieterich? Ya hemos dicho, el señor Dieterich renuncia a la cosmovisión marxista, a las luces del pasado, al marxismo, a la determinación marxista de la existencia con la modernidad de dos clases fundamentales, la burguesía y los trabajadores, sustituyéndola a la primera por "la clase dominante" (la que asume el gobierno) y clase media, (la dominada) sin describir esa clase dominante, su composición social, al parecer vela, la existencia social de una clase social, por otra parte, nos hace creer que los sectores medios de la población son clases, y no capas sociales que el progreso científico técnico ha creado, (la división social del trabajo) mejor dicho, la evolución de la estructura social, induciendo al error de apreciación histórica, económica y política, para Dieterich simplemente existe "clase progresista y reaccionaria", abandonando el análisis de la existencia de las clases sociales.
Resulta que para este caballero, Dieterich "La clase media mundial sustituye al proletariado industrial como atractor de la evolución humana", y esa visión corresponde adjurar del marxismo, abandonar sus fundamentos, vale decir renunciar a "la inferencia científica y política imperativa que emanaba de la estructura clasista y política de la sociedad industrial del siglo XIX….", (y que por impulso del progreso científico técnico y la división del trabajo continúa en el siglo XXI), a sabiendas que "El proletariado, definido como un actor social carente de medios de producción, constituía la absoluta mayoría de la sociedad…" y eso se proyecta desde el siglo XX al XXI no sin modificar el carácter social de los trabajadores a la par de los cambios del modo de producción, vale decir, "El modo de producción capitalista avanzado del Siglo 21 descansa primordialmente sobre fuerzas productivas cibernéticas, no industriales".
El trabajador del siglo XXI no es el mismo trabajador de la sociedad industrial del siglo XIX, hoy predomina la automatización de los medios de producción que descansa en "las fuerzas productivas cibernéticas", sin embargo no desaparece como clase social, se transfigura, evoluciona al cambiar la base material de la sociedad, el software según Dieterich, pero eso no significa que desaparece "la estructura clasista" con la existencia de la revolución cibernética, con la supuesta "clase media" con la desaparición de la sociedad industrial y su entrada en la sociedad postindustrial tal cual infiere políticamente para rematar su argumentación frente a la izquierda global de que el "El nuevo vector transformador de la realidad, posiblemente dominante, que debe asimilar el paradigma revolucionario del anti-capitalismo y de la liberación de la humanidad de Marx, Engels, Lenin, Mao, Ho y Fidel, es la clase media universal. Dicho en términos de la ciencia avanzada de Dieterich: en la cuenca de atracción de la evolución civilizatoria de la modernidad, Dinamarca y Suecia constituirían el centroide del sistema".
Vemos que no solo Dieterich adjura del marxismo y el socialismo del siglo XXI, sucede que se inclina por los atractores de la modernidad del capitalismo, de ese mismo que nace con la revolución industrial y da origen a las dos clases moderna, burguesía y proletariado, admitiendo, "el socialismo monárquico europeo" entre los representantes de Dinamarca y Suecia entre otros como ejemplos, políticamente invitando a convertirse al socialismo reformista, socialdemócrata, por eso afirma Dieterich, dentro de este, "brave new World global", "el sujeto de liberación de la humanidad de Marx/Engels ya no es el proletariado industrial. La estructura de clases sociales del mundo global emergente ha minimizado su papel transformador", o sea que Dieterich niega la existencia del proletariado moderno y asume la clase media como clase emergente relevando al proletariado, parece que olvida, que la clase representante del trabajo, "la clase de la mayoría", es la clase del proletariado moderno, sea cual sea la forma que adopte con el progreso científico-técnico.
No entendemos entonces como Dietrich hablando de socialismo del siglo XXI abandone el socialismo marxista, para él, "El nuevo vector transformador de la realidad, posiblemente dominante, que debe asimilar el paradigma revolucionaria del anti-capitalismo y de la liberación de la humanidad de Marx, Engels, Lenin, Mao, Ho y Fidel, es la clase media universal. Dicho en términos de la ciencia avanzada: en la cuenca de atracción de la evolución civilizatoria de la modernidad, Dinamarca y Suecia constituirían el centroide del sistema". Asombra cómo Dieterich declara un nuevo paradigma, el papel de la clase media, y que este vector social, debe asimilar "la nueva ciencia de la realidad", "la ciencia avanzada: en la cuenca de atracción de la evolución civilizatoria de la modernidad, Dinamarca y Suecia constituirían el centroide del sistema". Sucede que este señor pone como espejo del socialismo a Dinamarca, Suecia, la evolución civilizatoria de la burguesía y la monarquía, los atractores y remata con que es el punto centroide, el reformismo.
En verdad Dieterich quiere llevar a la izquierda global hacia la muerte, abandonar el socialismo, ignorar el socialismo moderno, ese que nace en Venezuela con la democracia participativa y protagónica, a la hegemonía del pueblo (dictadura del proletariado) trascendiendo "la dependencia fetichista de la democracia burguesa", la democracia representativa, cuestionando la realidad de la patológica creencia en la dominación, que no mito suficientemente explicado por Marx, ese proyecto histórico de liberación de la especie humana, y esa tarea al parecer para Dieterich se resuelve fíjese bien pese a las situaciones diferentes entre Grecia, Siria, Irak, Iran, Colombia y Venezuela, en circunstancias distintas como ejemplos que ofrece, "por la vía evolucionando el Socialismo científico del Siglo 20 hacia el entorno de las condiciones del Siglo 21".
Como vemos aplica Dieterich una receta social-reformista, renunciando a la revolución, al hecho plantado por Lenin de que el marxismo es el análisis concreto de la situación concreta" ofreciendo solo una vía al socialismo, y no la dialéctica entre revolución y evolución, y no podía faltar más, el señor Dieterich ha dejado de ser revolucionario, defensor del socialismo hasta ni siquiera quiere designar a la transición contemporánea como transición al socialismo científico, apenas dice, de los cambios para lograr una "sociedad trans-capitalista", acusa a la izquierda de "soñadora global", de quiméricos soñadores, olvidándose de quien en realidad está encantado, soñando con las quimeras socialreformista es Dieterich con su socialísmo sueco, el de Dinamarca que no ha empoderado a la clase trabajadora de los medios de producción para la su liberación global.
Dieterich aún está atrapado con el espejismo de la socialdemocracia, vale decir de la dependencia fetichista del socialreformismo, renunciando a criticar la dominación burguesa, así nuestro critico H. Dieterich engloba diversas "situaciones trágicas" muy disimiles, ya que no es la misma circunstancia histórica que ocurre en Grecia donde lucha es del pueblo legalmente en la calle, con la resistencia de Siria enfrentada al ejercito mercenario del "estado islamista", diferentes a estas, la ocupación de Irak por los Estados Unidos y la resistencia del pueblo irakí al ejército islámico, como lo es la lucha armada en Colombia liderada por la FALN y distantes de ellas la lucha en la democracia participativa venezolana. No podemos hacer equivalencia de esas tragedias y transitar el evolucionismo del socialismo del siglo XXI en la legalidad burguesa.
No se puede ignorar lo que les une a la izquierda global, sobre todo en esta etapa contemporánea por la segunda independencia nacional, la liberación económica, una deuda pendiente luego de haber alcanzado la independencia política en América Latina y el Caribe y en otras latitudes, es decir la "Conquista del Estado" como dice Dieterich, "la razón de la política", la capacidad de gobernar con autonomía frente a la globalización financiera, el imperialismo. Son muy diferenciadas las situaciones, para eso la ciencia histórica", el particular, el materialismo histórico que evalúa la situación concreta en cada circunstancias para desprender su análisis concreto y las particularidades y especificidades para formular las estrategias.
En este contexto del imperialismo, la izquierda no puede desembarazarse de "los proyectos de liberación nacional", de la independencia nacional, Chávez lo ha demostrado, tarde o temprano las revoluciones se enfrentan a la hegemonía imperial, a la globalización capitalista, por supuesto en el caso venezolano, para el chavismo (Venezuela), la estrategia de liberación nacional, al menos lo ha demostrado frente a los Estados Unidos, "no es futil", tampoco se trata de lograr una "sociedad trans-capitalista" o también "postcapitalista" en la transición, no es nada de eso, el proyecto de la estrategia es el socialismo del siglo XXI, en marco de la dialéctica evolución-revolución siempre que tracemos alianzas con países potencias en particular los países del BRICS que nos permita lograr la independencia nacional en coyunturas políticas más favorables.
¿Será ignorante Dieterich o la izquierda global? Según Dieterich "la dizque "izquierda" global no entiende las grandes transiciones contemporáneas, (….) Atrapada entre las dulces mieles corruptoras del capitalismo actual y la somniferante tranquilidad de las luces del pasado, desconoce la unidad dialéctica del movimiento del cosmos. Ese movimiento, que conceptualiza aun dogmáticamente en términos del siglo XIX, como evolución y revolución….", o sea no existe la izquierda global en Colombia, negando la lucha de la FALN, no existe la izquierda en Siria, menos en Irak aún menos en Venezuela, dado que sus acciones estratégicas no se atienen a la izquierda de los países bajos, a la evolución del socialismo del siglo XXI, por considerar que sus acciones políticas son propias de "la revolución del pasado", omitiendo las condiciones a que se han visto obligado a defenderse del imperialismo y la democracia cínica de Obama y su defensa de los derechos humanos, según este caballero Dieterich, "Esa democracia, hoy día llamada participativa, directa o digital, sólo podía alcanzarse con la revolución, porque "el gobierno se conquista con los votos, el poder con las armas" (Chou En Lai). Tal era la sociedad socialista del futuro y la transición hacia ella, que los dos grandes científicos --comparables a Newton y Darwin-- vieron emerger del mundo industrial decimonónico".
¿Quién niega que la democracia participativa en Venezuela, tenga los votos y las armas, el gobierno y el Poder en su lucha contra la burguesía y el imperialismo aún frente a sus amenazas con el uso de "las fuerzas destructivas ciber-termonuclear han revolucionado el sentido de la guerra, las ciencias militares y la geopolítica mundial"?. Los pueblos del orbe se enfrentan a un inmenso desafío, adjurar del socialismo científico es ya una derrota, existen complejidades que se derivan del cibercapitalísmo termonuclear tales como "la entropía ecológica se vuelve un problema existencial para la especie"; sin embargo, se puede decir que no ha sido la implosión del socialismo del siglo XX lo que ha convertido al sistema mundial en dos atractores burgués y capitalistas versus el socialismo, ya el advenimiento de la era de la modernidad lo había marcado así.
En estos escenarios complejos amenaza la globalización capitalista con destruir el Estado nacional, la palanca fundamental para alcanzar el desarrollo los pueblos coloniales y neocoloniales, diríase que el atractor de la democracia y la civilización burguesa (Dinamarca y Suecia como espejos) genera "un caos determinístico en su modo de vida, abandonando sus tradiciones e identidades, por lo que Dieterich empuja a estos países dependientes abandonar "la autonomía estratégica para determinar la vía de desarrollo de la nación y, por lo tanto, la concepción de "liberación nacional" o "revolución nacional anti-sistémica" carece hoy día de sentido, salvo en mega-Estados como China, Rusia, Estados Unidos, Unión Europea e India, o en alianza estratégica con ellos". No conforme con abandonar el socialismo científico, Dieterich renuncia al proyecto histórico de liberación de la especie humana, la humanidad lo cual se puede aplicar sus propias ideas de que "Todo software (teoría) ideado para moldear la realidad tiene que evolucionar dialécticamente con su base material (hardware). Si no lo hace, la evolución lo extingue".
Para el señor Dieterich, "La conquista del Estado --mediante votos o armas-- que durante quinientos años ha sido la razón de ser de la política, es hoy día, una estrategia transformadora fútil para lograr una sociedad trans-capitalista; salvo que se haga en alianza con potencias mundiales, que puedan garantizar la autonomía estratégica necesaria para tal proyecto". Esto prueba, el abandono de la lucha social de clases, la estrategia y la táctica, considerándola de fútil la dialéctica de clases, excepto la dialéctica de las alianzas, Dieterich vuelve a su proyecto de clase media, sustentándose en el éxito de China, "El proyecto de vida, la "Weltanschauung" (visión del mundo) de esta clase es universal: corresponde esencialmente al American/European Dream, es decir, al nivel de vida e ideología de las clases medias globales. Se trata de una clase universal con una Weltanschauung universal que se nutre de los atractores decisivos de la civilización burguesa: determinado nivel de vida; democracia pluripartidista parlamentaria; libertad de prensa y movilidad geográfica y social, incluyendo empresarial".
Al parecer el socialismo sucumbe al sueño americano y europeo frente al atractor de la civilización burguesa, abandona su modo de vida alternativo, el ecosocialísmo, predominando el consumismo, el despilfarro social, el desperdicio material, la destrucción del planeta, de prácticas y costumbres ancestrales, de identidades. Definitivamente Dieterich abraza las posiciones burguesas, y como dice el mismo, "Dentro de este "brave new world" global, moldeado por la burguesía según su razón de ser, la tasa de ganancia (Profit)", olvida Dieterich que China es un país milenario, tienen identidad y seguro no abandonará ni el socialismo ni su cultura, para él como escéptico del socialismo, no funcionará el intento de construir una gran muralla ideológica con valores confucianos, para bloquear la penetración de los valores universales de Occidente".
Dieterich condena a los pueblos a la esclavización del sueño americano y europeo, a ser sujeto dominados de los mitos, de aquellos valores universales de la civilización burguesa, que dicho sea de paso, trata de destruir uno de sus iconos, el Estado nacional, sometiendo al sistema-mundo al "caos determinístico dinamizado por un solo atractor, la civilización burguesa; (…) y, por lo tanto, la concepción de "liberación nacional" o "revolución nacional anti-sistémica" carece hoy día de sentido….", perdiendo la esperanza en el socialismo dice que frente a la globalización del imperialismo, "No hay solución militar ni ideológica-conservadora a este problema", es decir a la fuerza avasallante de "la evolución civilizatoria de la modernidad".
Los valores de esa modernidad "Se trata de una clase universal con una Weltanschauung universal que se nutre de los atractores decisivos de la civilización burguesa: determinado nivel de vida; democracia pluripartidista parlamentaria; libertad de prensa y movilidad geográfica y social, incluyendo empresarial…" Tal es la concepción de Dieterich abandonando las luces del marxismo, la dialéctica de lo nacional y lo diverso, constriñendo al socialismo del siglo XXI a la imagen avasallante de la civilización burguesa, sometiendo "El modelo revolucionario de Marx y Engels, que en su momento iba a ser la partera de la nueva sociedad transcapitalista, no puede estar por encima de esa ley de desarrollo universal, que rige el destino de todas las formas de vida en la tierra. Los cambios cualitativos de la sociedad actual que imponen la evolución de la teoría --so pena de extinción-- afectan a todos sus vectores".
Dieterich pasa por alto que el ideal del socialismo no ha muerto, que ese fantasma del comunismo del Manifiesto Comunista está vivo, en lo esencial la clase proletaria moderna, el sepulturero del capitalismo, aunque "la vista de clase media", sigue siendo clase trabajadora, que ese desarrollo es universal, que él es partero de la historia, que sus acciones impone un impronta en la evolución de la teoría de la lucha social de clases, que la historia no ha terminado, que el concepto de la sociedad transcapitalísta no puede estar por encima de la sociedad socialista, éste es mucho más profundo y transparente, finalmente parafraseando a Dieterich, su gran debilidad hoy es creer que el gran cerebro del socialismo del siglo XXI fue creer en "la legalidad y decencia de la democracia burguesa", en el Estado burgués, en su espejismo Dinamarca y Suecia y en este sentido fatalmente retrograda, su "Weltanschauung" (visión del mundo) es decir el Socialismo del Siglo 21 de la clase media. Dieterich huye de la ciencia avanzada, el socialismo científico como el Diablo al agua bendita, "las dulces mieles corruptoras del capitalismo actual y la somniferante tranquilidad de las luces del pasado" lo han adormecido.
Fuente:
Dieterich, Heinz "La ignorante Izquierda Global ante el Capitalismo y Socialismo del Siglo 21", Aporrea, 13/07/2015 |