Comenzaré alegrando a los opositores que gustan disfrutar de las críticas al gobierno en aporrea para decir ¿Quién te manda a votar por Maduro? o ¿hasta los chavistas están arrechos con su presidente? La razón es que por estos días en mi casa de 7 personas las finanzas se han puesto bastante estrechas con todo que mi esposa y yo trabajamos y devengamos sueldos superiores a la gran mayoría de la clase trabajadora, comprar un kilo de carne, un pollo, kilo y medio de pescado, huevos, atún, medio kilo de granos o sardinas para los almuerzos del mes implica más de 25 mil bolívares para los que de alguna manera se nos dificulta comprar alguno de ellos en las redes de distribución del estado cuando los hay. Prefiero no sumarle el resto de los ingredientes al almuerzo, ni el desayuno y la cena, los artículos de limpieza, los gastos de tres universitarios y dos escolares y un montón de etcéteras para no entrar en crisis como mi amada esposa cada vez que recuerda que necesitamos comprar algo y comienza a despotricar del gobierno aunque se reconoce chavista de corazón, antes, ahora y después de Chávez.
Quien no reconozca que esta crisis está afectando fuertemente a las familias venezolanas y encienda las alarmas para actuar en consecuencia se vuelve también parte del problema. Con la verdad ni ofendo ni temo, está situación económica está afectando la psiquis del más pintado por lo que el pueblo se va volviendo cada vez más vulnerable a la despolitización, al retorno de: si no trabajo no como, la política no me da de comer, sálvese quien pueda, que me importa el gobierno: cada quien que resuelva su peo, en fin, un pueblo como el de antes del caracazo y el 4F que dejaba la política a “los políticos” quienes se dedicaban a apropiarse de lo que a ese pueblo indiferente le pertenecía o servir de cómplices necesarios para que la burguesia nacional e imperial, que en mi país es prácticamente lo mismo, extendieran la esclavitud de la clase trabajadora con métodos modernos.
Chávez no aró en el mar, dejó un pueblo conciente de la necesidad de su rol participativo y protagónico, sembró las bases de una nueva cultura sustentada en valores históricos de nuestras raíces aborígenes, Bolívarianas, Robinsonianas, Zamoranas, Cristianas y profundamente socialistas que nos permitió reafirmar nuestra independencia y nos devolvió una patria. Si nos damos el lujo de permitir la despolitización de los chavistas, estaríamos desperdiciando su legado y cediendo de nuevo el poder a los que desde siempre han estado politizados alrededor de la defensa de sus privilegios de explotar y vivir de la clase trabajadora.
Para repolitizar es indispensable renovar la fe y la esperanza en el proyecto revolucionario y esto pasa por ofrecer un plan de ruta que permita ver la luz al final del túnel a pesar de los sacrificios que esto represente, cualquiera que sea el precio que haya que pagar por atreverse a desafiar 15 mil años de explotación del hombre por el hombre, siempre que se perciba la certeza de que venceremos, no será nada comparado con lo hasta ahora sufrido ni con lo que nos tocaría sufrir aun si vuelve la derecha al poder, por que con todo y lo dura que está la cosa el pueblo chavista está conciente de que solo en revolución se podrán resolver los problemas del pueblo trabajador, así lo demostró el 28 de Junio cuando padeciendo está guerra económica agobiante salió a votar masivamente en las primarias de la revolución, diciéndole al mundo que la derecha no volverá jamás y que la única transición que quiere es hacia el socialismo y que exige rectificación dentro de la revolución.
Solo imaginar si gobernará la derecha en estas circunstancias de reducción de los ingresos de divisas en un 60%, me hace pensar en unos tres millones de viejitos más sin pensión, otros tres millones más de desempleados, liberación total de precios, alzas en los servicios, reducción de “gastos sociales” llámese educación, salud, vivienda, cultura y deporte, medidas de recortes para poder financiar a los banqueros quebrados como sucede en Grecia o España, con una represión infernal, pero claro con almacenes llenos de productos para mercadear y buena publicidad para que el pobre se sienta como en el paraíso viviendo en un infierno, mucha exclusión para ocultar los cinturones de pobreza y asesinatos selectivos para aplacar la disidencia, tal como se vive en Colombia que nos la venden como una maravilla pero más de 5 millones de colombiano en pobreza extrema han venido a la Venezuela de Chávez para lograr una vida digna huyendo de la exclusión, la miseria y la violación impune de sus derechos humanos.
Presidente ya está bueno de pañitos calientes, de ataques epilépticos, de soluciones aisladas en contra de la guerra económica, la situación exige cuanto antes una respuesta integral que combata al mismo tiempo y desde diferentes ángulos el contrabando de extracción con complicidad de las FANB y los entes del estado, las bandas criminales que controlan el bachaqueo y el narcotráfico, el ataque a nuestra moneda y la dolarización de nuestra economía, la especulación y el acaparamiento, la impunidad, el burocratismo y la corrupción y que consolide una economía productiva aprovechando la crisis de importación. Para ello es indispensable que convoque al pueblo en una cruzada urgente que sea la madre de todas las misiones, no pidiéndole que acompañe desde la TV las medidas implementadas sino incorporándolo en un rol protagónico en la producción primaria, en el control efectivo de la distribución y comercialización de los productos, en fin, en una gran misión como las que iniciaron la revolución en salud, educación, seguridad alimentaria, vivienda. Solo el pueblo salva al pueblo.
Tenga la certeza camarada Maduro de que el pueblo chavista se repolitizará si tiene fe en las metas, confianza en el método y claridad en el plan especifico contra la guerra económica y sus consecuencias, pues hasta ahora, con todo el esfuerzo que se que está haciendo junto a los servidores públicos que lo acompañamos para defender al pueblo, la percepción general es de debilidad e impotencia ante el mortal ataque sistemático de la derecha con la guerra económica, pareciera como que estamos esperando un milagro de Chávez y que subiera el precio del petróleo.
Revisar, rectificar, reimpulsar, repolitizar, repolarizar y reideologizar siempre, rendirse jamás.