Las chiveras de Chávez y los talleres mecánicos de Maduro

Tengo la costumbre de siempre tratar de encontrar nuevas maneras de describir la realidad para que sea más fácilmente entenderla, incluso por las personas que tengan a veces la dificultad para entender ciertas cosas, así como es el caso de mi persona.  

Creo que esta costumbre viene del hecho de que soy severamente disléxico, y a raíz de este hecho, de que se me hacia (y todavía) muy difícil entender ciertas cosas, principalmente la palabra escrita, siempre me preguntaba, “¿Por qué razón la mayoría de los autores de libros y los escritores de los periódicos y revistas no son capaces, o no quieren, escribir las cosas de tal manera que todos puedan entenderlos sin quebrarse la cabeza tratando de descifrar el mensaje,” y nada que decir sobre el uso innecesario de palabras que nadie utiliza en la vida cotidiana.

Supuestamente estos autores son muy inteligentes, ¿entonces? ¿Cuál es el chiste?

Me pregunto, ¿Será que esos “grandes autores” están escribiendo solamente para la minoría de la población, así como algo exclusivo, o será que lo hacen solamente para lucirse de fantásticos? O … ¿Será que así como tantos músicos de jazz, se están expresando únicamente para satisfacerse a ellos mismos, es decir, masturbándose intelectualmente?

Bueno, eso dicho, me vino a la mente la imagen de un carro viejo, maltratado, sin mantenimiento, con el cual se pudiera haber movilizado una familia pobre en los años antes de Chávez, cuando Caracas estaba repleta de carros viejos, camiones, busetas, ambulancias, y gandolas chatarra, y cuando que se veían relativamente pocos vehículos nuevos en las calles.

Cuando Chávez empezó su primer gobierno en el año 1999, así se veía Venezuela, repleto de carros viejos maltratados, y así mismo se encontraba la maquinaria gubernamental, hecho chatarra, sin mantenimiento, y en muy mala condición operacional.

Pero, a partir del 2006, cuando por fin la violenta oposición venezolana empezó a permitir que Chávez gobierne sin ser atacado o saboteado cada vez que ponía en marcha cualquier cosa positiva para el país, me di cuenta --- y creo que muchos nos dimos cuenta --- que el porcentaje de vehículos nuevos en las carreteras había empezado a aumentar de manera considerable, algo que nunca se había visto en Venezuela en las ultimas décadas, mientras que el porcentaje de vehículos viejos empezó a disminuir.  

Esto siguió su rumbo hasta el 2013.

El país se veía entonces muy saludable en comparación con el pasado, automotrizmente hablando, hasta que Chávez murió en marzo de ese año. Paralelamente, en el 2013 la maquinaria del gobierno también se veía bastante saludable, hasta que Chávez murió.

Cuando Chávez murió, las cosas empezaron a cambiar dramáticamente a raíz del incremento monumental del acaparamiento, la especulación, y el contrabando de extracción, dejándonos, entre otras cosas, con muchísimos menos repuestos, cauchos, baterías, etc., para los vehículos, y a raíz de este tremendo saboteo contra nuestro país, hoy en el 2015 se está otra vez viendo más vehículos chatarra en las carreteras del país --- pero no tanto como en el pasado --- y también se está viendo menos vehículos nuevos, ¿verdad?

Entonces, se me ocurrió una cosa.

A todas esas personas que siempre andan criticando al gobierno Revolucionario, me gustaría sugerirles que hagan un ejercicio mental antes de hablar.

Piensen en lo siguiente:

Cuando Chávez ejerció el puesto de la presidencia por primera vez en 1999, la maquinaria del gobierno que él heredó se parecía a una chivera, o a un cementerio de vehículos chatarra escondido bajo inmensos galpones con techos de zinc llenos de huecos.

Chávez heredo una flota enorme de vehículos (y paralelamente, ministerios, instituciones, etc.) hechos desastre a raíz de la tradicional falta de mantenimiento, sin cauchos, sin baterías, etc., y muchos que ya no servían para nada. Es por eso que Chávez invento el sistema paralelo de las Misiones --- mientras que se ponían en marcha las Misiones, simultáneamente, y donde podía, Chávez mandó a cambiar los viejos repuestos en los viejos vehículos, mandó a comprar vehículos nuevos, y mandó a botar a los viejos que se encontraban en demasiada mala condición.

También los mandó a lavar, a pintar, y a rehacer sus interiores.

Así fue el asunto, pienso yo.

Aquí abajo verán un corto video de Chávez durante las elecciones presidenciales del 2006, montándose en su viejo Volkswagen rojo, pero que se encontraba en muy buenas condiciones, rehabilitado, pintado, y limpiecito. Se pudiera decir que esto era como un reflejo de la realidad de la vieja maquinaria gubernamental de entonces, en su pleno proceso de rehabilitación:

Ver Chávez y su viejo carrito en el 2006: https://www.youtube.com/watch?v=hjEKobWT6SI

Bueno, eso es lo que quería dar como ejemplo a aquellas personas que al parecer no les entra en la cabeza la profunda, pero sencilla realidad de que metafóricamente, y matemáticamente, uno podría evaluar o comparar la condición de la salud interna de la maquinaria gubernamental al observar la condición de los vehículos que transitan por el país en algún momento dado.

La realidad, creo yo, es que Maduro no heredo un cementerio o una chivera, así como le pasó a Chávez, sino que heredo un montón de talleres mecánicos en plena tarea de recuperación de la maquinaria, pero, poco a poco, desde abril del 2013 cuando la malvada oposición venezolana empezó a poner en marcha sus macabros planes de terrorismo, de saboteo económico, y de desabastecimiento, esos talleres, así como en el resto del país, se han encontrado sin los repuestos necesarios para cumplir eficazmente con la tarea.  

Entonces, digo yo, antes de criticar a Maduro y al ejecutivo, pensemos en las chiveras de Chávez y los talleres mecánicos de Maduro.

oscarheck111@yahoo.com



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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