1.- EE.UU busca recobrar su dominio sobre América Latina y el Caribe, para actuar en el juego multipolar que se está recomponiendo en el mundo. Por ello derrocaron a los presidentes de Honduras y Paraguay, restablecen relaciones con Cuba o Thomas Shannon se reúne con autoridades de Venezuela y al mismo tiempo buscan desestabilizarla, como a Ecuador, Argentina y Brasil, mientras el Comando Sur instala nuevas fuerzas en la región. El presidente Nicolás Maduro calificó de "ofensiva global", a ese plan combinado de, acción política, militar, económica, persuasiva, golpista y comunicacional.
Donde el uribismo busca distanciar a Colombia y Venezuela y debilitar más las relaciones fronterizas, También quieren recuperar a ciudades fronterizas como Cúcuta, Rio Hacha o Valledupar donde triunfó la alianza electoral circunstancial del presidente Juan Manuel Santos, la izquierda y las FARC.
Cualquier acción hostil del imperio contempla las fronteras terrestres y marítimas dentro del primer escenario táctico. En Aruba, Curazao y Colombia tienen bases militares. No obstante la nueva integración latinoamericana y la naciente unión, y el respaldo de los pueblos, han sido claves contra la intención internacional y nacional de revertir los procesos políticos de Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Entonces, se hace estratégico mantener las políticas ante Unasur, Celac, Mercosur, Alba, y Petrocaribe, como lo hace el gobierno nacional, los resultados positivos se percibieron en Panamá ante Obama y su decreto y ahora será el medio para que se comprenda la posición firme, pero de conciliación ante el gobierno de Guyana.
2.- En ese contexto, la postura de compañeros del PSUV, REDES, y PPT, proponiendo el cierre total de fronteras con Colombia y en consecuencia con los países de UNASUR, es incompresible o más bien inconveniente en ese ambiente de "ofensiva global". No pueden crearse ruidos en las relaciones entre nuestros países.
Los proponentes, por cierto, no hablan de cerrar las fronteras con Brasil y el Caribe, por donde también salen mercancías y combustibles. O sobre como el bachaqueo dentro de las ciudades venezolanas, que es superior al que sale actualmente desde Táchira, Mérida y Trujillo hacia Colombia.
3.- Además, es oponerse al objetivo máximo de Unasur (art. 2), donde se llama a construir la unidad entre sus pueblos. La Constitución Bolivariana también contempla el libre tránsito, como un derecho. Igual el (art. 13) de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
4.- En agosto 2014 se creó con Colombia el Centro Conjunto Binacional de Comando y Control contra el Contrabando (Ceboc), el pasado 28 de julio, estuvieron en reunión de balance en Cúcuta autoridades militares de los dos países. El General bolivariano José Noguera Silva -reconocido por su eficiencia- director del CEBOC ubicado en San Cristóbal, informó a la prensa, que en el año se redujo el contrabando en un 30%. Añadió, que persiguiendo la corrupción, hay 49 miembros de las Fuerza Armada Bolivariana detenidos.
En cuanto al combustible, con el precio fronterizo que se acaba de adoptar, cualquier ciudadano colombiano adquiere la gasolina a precios de mercado, no con los subsidios nacionales en bombas destinadas a esas ventas. Una razón menos para el cierre total
5.- Venezuela país que después de casi 200 años logra el proyecto de Bolívar de impulsar la unión y la integración regional, no puede practicar lo de Israel que ha puesto y sigue construyendo barreras ante palestinos y estados árabes. O hacer lo de EE.UU que construyo una muralla de 3.000 kms., contra latinos y mexicanos. Por cierto sin logar sus objetivos, como tampoco lo logaría ese cierre de la frontera con Colombia. En anteriores artículos se ha comentado el impacto social y económico de un cierre total de los pasos fronterizos.
6.- En fin, estamos ante una propuesta inconveniente, pues en ese ambiente de "ofensiva global" hay que mirar el ajedrez, evitando que jugadas mal concebidas, pongan en riesgo lo alcanzado en el país y en el resto de América Latina, cerrar la frontera es una mala jugada, da ventajas al imperio-uribismo y a sus aliados locales.