Los dirigentes de dirección en el Psuv, vienen agotando su capacidad de anclaje y percepción, frente a la capacidad de aglutinar y controlar los distintos sectores que aglutinan al país, lo que origina un desencanto, como pérdida de interés en los asuntos del Estado. Mantener la polarización origina divorcios en ambos sentidos, como en el caso de Ricardo .Debemos, pensar más en la conducción económica del Estado, tomando en cuenta la base del chavismo y el pueblo en sí, que, viene sufragando por el Psuv. Nos encontramos en un año de profunda agitación social, más las proyecciones de los ya agudos índices de inflación y desabastecimiento por un lado y por otra vía, vemos represión y persecución política, sobretodo, en la Misión vivienda, porque la Comisión Evaluadora de entrega de aptos y residencias no analizó bien los expedientes respectivos de cada benefactor.
La Democracia Socialista, es una celebración en público de una ciudadanía activa que mediante el debate, discusión pública, interés popular y la participación, nos permiten desarrollar los objetivos sociales que son bien definidos en el Plan de La Patria.
Sin participación pública en el proceso bolivariano, la democracia socialista carece de toda legitimidad, como fuerza motora del ideal del Comandante, Hugo Chávez Frías,
Venezuela, se abre a una campaña política y el cauce democrático se encuentra abierto, cada uno tiene su identidad política e ideológica, pero, también existe una sola manera de valorar la realidad nacional.
Hay que saber manejar la dialéctica, porque hay un énfasis taxativo en el aprendizaje ideológico, se debe conocer el método y aplicarlo, me refiero a la comprensión del pueblo hacia la conciencia de Estado, con la premisa Robinsoniana de aprender haciendo. Es una cuestión de percepción ciudadana.
El Psuv, debe definirse, o va hacia un liberalismo democrático de carácter económico, o se afianza como partido de izquierda, lo observo que se apuntala hacia la derecha. Pero, éste intento de salir al encuentro del futuro, puede pragmatizarse y aceptar a ciudadanos(as), como Ricardo Sánchez y María Corina Machado. Con tal de manifestar su deseo de controlar el poder que ya está prácticamente militarizado, pocos civiles ejercen funciones de gobierno.
Es urgente una brújula para los años venideros, o una primera orientación sí no hemos aprendido de Chávez Frías su programa de gobierno a nivel local y latino., para esto, debemos revisar las anteriores elecciones regionales y presidenciales.
El petróleo y sus altos precios, en cierto modo, acabó con el sueño socialista, muchos se dedicaron a delinquir y crear un dispositivo antisistema, se le dio vida a los paramilitares al albergarlos en zonas residenciales y suburbanas para acrecentar el índice delictivo, pero, forzadas las circunstancias, ahora se actúa. El futuro de Venezuela está abierto y solo ganaremos con una gran ofensiva en favor de las ideas de la libertad, lo importante es regresar a los militares a sus cuarteles progresivamente. Lo necesitamos es allí, no en cargos públicos o administrativos, porque debemos darle paso al Poder Popular.