Jodidos están aquellos alcaldes que osen apresar a un bachaco y en vez de obsequiarle un flux de levita y leontina, por la hazaña de bachaquear, conminen al infractor a calzarse una braga de color naranja e ir a cumplir una multa de trabajo social, lo que para el Defensor, es fascismo.
Es de aclarar que aquel alcalde que transmute a la manera de Gregorio Samsa, será la excepción a la regla y en vez de ser calificado de fascista, como el resto de alcaldes que se atrevan a importunar a los inofensivos animales, obviamente no será invitado a embragarse sino que será enviado a casita donde le espere la sopa caliente.
E igual deferencia dispone el Defensor del Pueblo para con vampiros mayores y menores, enviarlos a sus respectivas mansiones pero eso sí, no sin antes prometer no salir de casa, aparte de darles un buen regañito con la siguiente expresión: ¡Eso no se hace, debo portarme bien!
Con defensor tan bueno y todavía la MUD sigue vociferando a los cuatro vientos una supuesta indefensión de sus derechos y hasta de sus izquierdos humanos; malagradecidos es lo que son, yo en los zapatos de cualquier bachaco le propondría a la MUD que postulase al Defensor del Pueblo como candidato al Nobel de Paz; y, de paso, por añadidura, sugeriría que la próxima Asamblea Nacional -caso de ser ganada por Alias Chú- nomine a un Acusador del Pueblo.
OTAN:
¡Coño -nosotros el pueblo- estamos salados, no pegamos una contimás dos!