El cierre de la frontera, parece haber sido una acertada decisión (Sin entrar en detalles de otro tipo), que está influyendo en un primer momento, en la aparición de los productos básicos, en nuestros supermercados. De paso, se infiere que, una de las causas que producía el desabastecimiento en Venezuela, antes del cierre fronterizo, era el desvío de los alimentos hacia Colombia, sin olvidar el accionar de los bachaqueros internos.
Cuando eso sucedía, no llegaba la cantidad de camiones que ahora llegan con alimentos para el pueblo. Hay más movimiento. También, es cierto que, las colas seguirán, pero, sin duda, la frecuencia con que llegan los camiones a nuestros supermercados, puede garantizar la suficiencia del producto para quienes lo necesiten. Antes, solo Unicasa o Makro, recibían productos para la venta, pero después del cierre de fronteras, la cosa cambió. Ahora, le llega a los chinos que antes vendían muy poco, algún producto regulado.
Solo falta que los gerentes de los supermercados, busquen la forma de organizar la venta de los productos, sin necesidad de que se formen tantas colas. Creo que depende de ellos establecer criterios en la forma en que debe surtirse el negocio y la forma en que el público debe comprar.
Por ejemplo, se debe surtir de noche, es decir, llenar los anaqueles de los productos existentes, para que el siguiente día, a los que les corresponde comprar por el número de cédula, pasen al interior del supermercado, a hacer su mercado normal, condicionados por la gerencia del mismo a llevarse estrictamente solo la cantidad permitida. Esto podría conducir a que en poco tiempo, nuevamente, la gente retome la vieja costumbre de comprar sin zozobra o mejor dicho, sin colas.
Pero, mientras tanto, hay que hacer la lucha contra aquellos y aquellas que se acostumbraron a anarquizar las colas en su afán de hacerse de productos regulados o no, para esquilmar al vecino o al que tenga necesidad extrema de tal o cual producto.
Creo que, en estos momentos, la relativa "abundancia" que hay de productos tiene a los bachaqueros, a pesar de estar siendo sancionados por las autoridades, tal como se refleja en algunos medios de comunicación regional y nacional, diversificando su existencia de productos, que esconden y se valen de cualquier medio, para venderlos a precios que les deja mucha ganancia.
Supongo que, el cierre de la frontera, puede estar convirtiéndose en un aliado del bachaquero nacional, que aprovecha la diversidad y frecuencia de vehículos cargados de alimentos que antes se iban a Colombia, para hacer crecer sus negocios, pero también la miseria de mucha gente que no soporta pagar los precios exagerados del bachaco. Pero, así como a cada cochino le llega su sábado; no pasará mucho tiempo para que al bachaco le llegue su chivo.
