Pablo Iglesias, como el Quijote con la Iglesia, con Venezuela se ha topado

El baile de disfraz ha terminado ¿Qué más se puede esperar del líder de Podemos que no sea un sostenido entreguismo pequeño burgués?

Venido a menos en su rodada ideológica cuesta abajo Pablo Iglesias, aturdido por el emplazamiento que le hace a la izquierda la revolución socialista democrática bolivariana, se agacha y pone sobre la mesa de qué va el "no somos ni de izquierda ni de derecha". La izquierda bolivariana que ejerce el poder político, para que postmoderna, maja y keynesista como la lideranza de Podemos, debe ajustarse al juego capitalista de la democracia burguesa. Ha de permitir que los opositores fachas evadan la justicia por sus agresiones contra el pueblo, se pongan guantes blancos y se presenten a las elecciones.

Pablo Iglesias no es tonto ni desinformado. Pablo Iglesias es reaccionario. Quítense la venda de los ojos las izquierdas revolucionarias españolas y limpien de polvo y paja la traición para que nadie diga, yo no sabía. En Europa basta con un Alexis Tsipras.

Pablo Iglesias aboga por la liberación del político Leopoldo López quien, como ciudadano pleno de derechos en Venezuela, ha sido condenado por un tribunal venezolano por actos criminales sancionados por el cógido penal de la República Bolivariana de Venezuela. Pablo Iglesias, sin siquiera sonrojarse, se suma al guión norteamericano y europeo contra el estado y la revolución venezolana.

Pablo Iglesias debería tener el valor no sólo político, sino personal, de tomar un avión, dinero no le falta, e irse otra vez a Venezuela, y discutir en una esquina abierta, en el parlamento, y con los familiares de los 43 asesinados por la ordas derechistas que incitadas a la violencia por Leopoldo López, R. Capriles, M. Corina y otros liderzuelos golpistas de alta burguesía y la oligarquía venezolana, pretenden ganar a fuerza de golpes fisicos y de estado, lo que no pueden lograr a través de las urnas. Las elecciones del parlamentarismo burgués representativo ya no les sirven. Y viene el sr. Pablo Iglesias a pedir por estos violadores del orden constitucional y la integridad física y económica del pueblo venezolano.

¿Qué sabrá Pablo Iglesias de un pueblo en revolución? ¿Puede saber ni sentir la revolución un sujeto dado al pragmatismo reformista de las contrarrevoluciones? ¿Qué aprendió Pablo Iglesias en Venezuela? Pablo Iglesias habla de "crispación en Venezuela", con el nuevo metalenguaje de la izquierda postmodernista española que intenta reconvertir "el centro del tablero" a la fe socialdemócrata. Esa de antes, la de los sesenta, como declara, la que renunció a toda idea de socialismo como brújula ideológica, y que en España con el PSOE adjuró del marxismo. ¿La descarnada lucha de clases, mediada por la revolución socialista bolivariana en marcha, le asustó tanto que en el camino de vuelta a España la ideología que llevaba en el equipaje de mano perdió el sexo para no ser ni de izquierda ni derecha?

Hay sobrados hechos, evidencias y actuaciones políticas que colocan al pupilo de la oligarquía estadounidense, Lepoldo López, en el banquillo de los acusados. Que lo hacen culpable de los delitos que le imputa, le demuestra y sanciona la fiscalía del estado venezolano. Y sale Pablo Iglesias a sumarse al coro imperialista yanqui y europeo contra Venezuela. No contra Venezuela así sencillamente. Contra la revolución socialista democrática venezolana.

¿Está consciente Pablo Iglesias que se está sumando a las fuerzas reaccionarias de las burguesías y oligarquías que asesinaron a Salvador Allende y a miles de revolucionarios, gente de izquierda, socialistas, comunistas, anarquistas y progresistas dignos en Chile y toda América Latina? ¿Quiénes desataron y consumaron la Operación Cóndor en el continente? ¡Qué Pablo Iglesias se quite la máscara de angelito asexuado y le responda al pueblo venezolano y a los pueblos de América! ¿Acaso no estos oligarcas de hoy los continuadores de aquellos? Con sus manos ensangrentadas hoy como los ayer. Porque este protegido de Pablo Iglesias, Leopoldo López, fue nuno de los activos promotres del golpe de estado al gobierno constitucional de H. Chávez en 2002. ¿A cuántos asesinaron en su pucherazo fascista. ¿Ha visto Pablo Iglesias, amante de la ficción fílmica, el documental de los cineastas irlandeses "La revolución no será transmitida? Y a todos esos fascistas el Presidente H. Chávez , una vez restituido en el gobierno por la pueblada que bajó de los cerros de Caracas y un grupo de militares que conservó el honor constitucional, a todos le concedió amnistía. ¿Ha visto semejante acto democrático Pablo Iglesias en Europa? Salvando la distancia de las crueldades, el tribunal de Nuremberg condenó a la horca a todos aquellos fascistas asesinos, y lo hizo bajo un régimen jurídico que rompía con el principio democrático de la no retracción del derecho. Y gracias a esa amnistía todos los neofascistas de la oligarquía y la burguesía venezolana siguieron con sus derechos políticos para hacer política. Y todos se han dedicado desde entonces a hacer lo mismo. Bajo el apadrinamiento yanqui no dejaron de atentar por todas las vías anti constitucionales, subversivas contra el Gobierno, el legítimo poder revolucionario. Así orquestaron el demoledor golpe económico del paro patronal petrolero (2002-2003), cuando aún tenían PDVSA bajo su poder. Así orquestaron el intento de "revolución de colores" mediante la violencia desatada en 2014, con el "hijodeputa nuestro rooseveltiano" de Leopoldo López al frente, saldándose las agresiones con 43 venezolanos muertos. Y a Pablo Iglesias, declara (11.09.2015), le encantaría que el condenado a 13 años de cárcel por la justicia venezolana, el Gobierno venezolano lo dejará en libertad (sic.) y se presentara en las elecciones parlamentarias (del 6 de diciembre 2015), porque al politólogo devenido político lo deprimen la democracia y el estado de derecho, cuando de revoluciones socialistas apoderadas se trata.

¿De qué nos viene a hablar, a la izquierda revolucionaria, anti capitalista, pro socialista, Pablo Iglesias? ¿De qué le quiere hablar a los pueblos ahogados por la dictadura del capital, como en España y Grecia, de las "castas"? ¿De qué quiere seguirle hablando al pueblo español, de su juego de tronos, del fin de la historia fukuyamista y el renacimiento keynesista? Que Dios y Marx lo tengan en su resguardo. En América Latina estamos sabiendo que el "norte", que no ha dejado de ser brutal y revuelto, ha dejado de serlo para el Sur de los pueblos. Esa es la gran batalla por los pueblos que está dando en el continente la revolución socialista democrática bolivariana.

 



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Roberto Cobas Avivar

Economista, activista político y social

 rcavivar@gmail.com

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