Con muchísima y creciente preocupación observo como a pocas semanas de las elecciones parlamentarias, existen todavía camaradas empeñados en seguir torpedeando la dura labor del Presidente Maduro, en medio de las vicisitudes mas difíciles, con la arremetida de los gobiernos de Guyana y Colombia, con la enorme manipulación de la divisa desde la ¿hermana? República, sazonada con una brutal caída de los precios mundiales del petróleo, cuyo padre no es otro que los Estados Unidos de América en su lucha geopolítica con Rusia y China ¿O es que alguien esperaba que el capitalismo mundial se iba a quedar de brazos cruzados con el "mal ejemplo" de Venezuela?
Hay mucha confusión en el campo revolucionario luego de la muerte del Presidente Chávez. Le endilgan a Maduro la falta de unas virtudes que, seguramente, ellos mismos no poseen; porque se acostumbraron cómodamente a depender de las capacidades de nuestro líder fundador en dirigir esta nave en medio de las tormentas más aterradoras. No entienden, ni nunca lo han interiorizado, aquello de tomar el poder en las manos del pueblo; por cuanto eso obliga ineludibles responsabilidades (no del cómodo chat o del cafetín de la Facultad X), enfrentar las realidades en el manejo del poder del Estado a todos los niveles, con toda la carga de "suciedad" que ello contiene, así como romper con la mentalidad rentista la cual permea toda nuestra estructura social.
Yo cierro filas con Maduro. Yo cierro filas por esta revolución, porque estoy consciente que la derecha, de regresar al poder, destruirá este país, seremos perseguidos, vituperados, nuestras familias dispersadas, y entraremos en una espiral de violencia nunca antes vista, porque nos vamos a defender. Voy a enfrentarme con los "autocríticos" y derrotistas que se masturban con una derrota del chavismo para poder decir luego sobre las ruinas y los escombros: "yo se los dije": claro, ya han pactado con la derecha, ya tienen listo su pasaje al extranjero para vivir cómodamente su exilio dorado, ya ingenuamente piensan que desde sus cátedras universitarias o precarios medios de comunicación del cyber-espacio pueden seguir su "lucha" !Ilusos! !Irresponsables! Es lo menos que se merecen.
Es la hora de apretar los dientes, calar la bayoneta, arengar a los indecisos, motivar al pueblo, apartar a los derrotistas.
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