En el mar en el aire y en la tierra los hombres valen por sus méritos, no por su cara bonita y perfumada como cierto cardenal malalengua y escuálido al que oí decir que Maduro maltrata a los colombianos, pero no le oí decir ni pío respecto a los descuartizadores de allende y aquende nuestra frontera, obvio, porque él no es pollito para decir pío sino que hace como cualquier cardenal, dice paja paja paja y paja, necedades, bolserías y, de paso, estupideces; pero se asume cardenal para echársela de bonito.
Valga aclarar que lo de cardenal, aunque descomillado, no tiene nada que ver con esos pajaritos tan maravillosos y a ese respecto ojalá Su Santidad El Papa Francisco corrija eso de usurpar el nombre de un animalito tan libre y lindísimo para asignárselo a un animal tan manganzón.
Que el Presidente Santos Calderón ande descarrilado tratando de ponerle peines a la aviación bolivariana no le dice nada al referido cardenal; pero, en cambio, éste arremete contra Maduro.
Mas, al hueso: Su Merced el Presidente Santos está descarrilaito por lo que no da pie con bola, Su Merced pretende confundir mientras Maduro hace lo imposible por aclarar la situación y encarrilarlo hacia una frontera de paz; Santos apela a la cizaña, siembra escabrosa que él hace sin miramientos en contra de Maduro, al tiempo que Uribe también se lanza al ruedo con toda su violencia pero tan alocado que a falta de un juicio valedero califica a Maduro de gordo y grandote, puesto que no puede mellar sus diamantinos méritos personales; y es que Sus Mercedes Uribe y Santos parecieran estar en una puja interpersonal por destacarse quien sobre quien y para ello tratan de hacer diana sobre Maduro pero Maduro se los lleva en los cachos a ambos tal como hacía Cassius Clay con sus oponentes.
Así que Maduro tiene que batallar con Santos y con Uribe al mismo tiempo pero Maduro tiene sentido de las proporciones del ring y lo sabe caminar muy bien, además que sabe el oficio de lanzar el jab a la nariz o acaso el uppercut a la barbilla, o si no, a la perilla y en su defecto, al suiche.
Además, la paciencia no estorba en tales lides, el nocaut sale cuando deba salir y los impacientes son los mellizos Ariel.
¡Pero hay que cuidar la guardia!
Valga la siguiente precisión importante: Santos sigue encarrilado pero respecto al Norte, no respecto al Este y ese dato es de tomarlo en cuenta a la hora de Maduro intentar disciplinarlo.
Seguramente Maduro le va meter la mocha primero al asunto y como buen conductor, antes de restablecer el camino hacia la paz, pondrá de relieve un principio básico de la mecánica: "Lo que se gana en fuerza se pierde en velocidad y viceversa".
No es lo mismo subir una cuesta que esmachetarse en la planura, todo a su debido tiempo y circunstancia, la mocha o la primera o la segunda o la tercera o la cuarta y, hasta la quinta, oportunamente.
Pienso que más temprano que tarde Maduro les va a meter la cuarta, al menos.
Ah, y doquier Maduro se pare, téngase la certeza de que representa a Chávez.