La revolución bolivariana y chavista y los historiadores

Statement: los historiadores somos los incómodos del Poder, históricamente. Verdad de perogrullo, como diría José Vicente Rangel Vale. Podemos mencionar varios historiadores: Germán Carrera Damas, Elías Pino Iturrieta, Inés Quintero, Guillermo Morón, Luis Pellicer, Ramón Chacón, los historiadores de la Academia Nacional de la Historia, el Centro Nacional de Historia y quien suscribe. Pero ¿por qué somos incómodos? ¿Qué nos hace incómodos? ¿Qué nos convierte en seres incómodos? La Historia y las interpretaciones que cada quien y cada cual realice de sus estudios históricos cuando miramos, de frente, las realidades con las cuales dialogamos diariamente y, a la vez, dialogamos con esas realidades sustentando nuestras aproximaciones, análisis, reflexiones, conclusiones con las necesarias propuestas públicas todo ello cargado, necesariamente, en nuestras adscripciones a aquellas ideologías a las cuales nos hemos adscritos en plena libertad de pensares.

Por ejemplo, cuales son muchos y variados, a título de referencia en comprensión: "comsummatum est".

Uno de los pensadores del diseño del "11 de Abril", creemos recordar, estuvo estudiando, seriamente, la Historia de Venezuela en sus textos tradiciones. Ustedes podrían preguntar, entonces: ¿para qué sirve la Historia si es evidente y demostrativo el fracaso del diseño de aquel golpe de estado? Es de toda lógica que varios factores influyeron en ese fracaso de aquel fatídico intento de golpe de estado. Exponemos "intento" porque no alcanzaron los objetivos y sus metas propuestas político-ideológicas. Entonces, en reiterada inquietud: ¿por qué, en definitiva, fracasó? Es donde entra a tener una importancia específica la filosofía. Además de otras variables, el factor del análisis histórico sustentado en el "positivismo" sería la base fundamental de aquel fracaso. Ello nos lleva sin sustraerle importancia a las realidades y a las lecturas oficiales y oficiosas, que la Historia si es factor fundamental de análisis de realidades nacionales pero son los paradigmas filosóficos aquellos que complementan todas las variables obligantes para la consecución del "acto" en si mismo. Ello significa que sí aquel "11 de Abril" se hubiera sustentado en el análisis marxista: ¿hubiera alcanzado sus objetivos conceptuales de "golpe de estado"?. Los historiadores no somos profetas y ello es fundamental tanto para los propios historiadores como para los políticos que "nos señalan inquisitoriamente".

Pongamos una otra referencia. En reciente fecha nos llegó "un chismecito revolucionario" (sic). Según nos comentaron, el Ministerio de Educación ha emitido una "circular" bien curiosa sí ella, en verdad, está en existencia y sí ese comentario sería parte de su contenido. En dicha "circular", la cual es obligante para toda institución educativa desde maternal hasta bachillerato, se expone en obligación que los responsables de esas instituciones educativas deberán comenzar el día escolar colocando además de enseñando una canción del cantautor, Alí Primera. En otra responsabilidad dictada por el Ministerio de Educación, las autoridades de esas instituciones educativas desde maternal hasta bachillerato, deberán convocar los días sábados hasta un número de "treinta (30) fines de semana", a reuniones de "padres y representantes" para las correspondientes educaciones revolucionarias. En otra decisión es de obligación estudiar desde maternal hasta bachillerato, estudiar, repetimos, la biografía de Hugo Rafael Chávez Frías. Supongamos que lo inmediato anterior es cierto de toda certitud educativa, entonces ello nos permite exponer un sencillo y básico análisis sustentado en la Historia.

En primer lugar, comenzar el día con una canción de Alí Primera. Desconocemos al autor de tan interesante decisión ideológica pero, evidentemente, poco patriota decisión, evidentemente, porque, hasta donde conozcamos, es de obligación en todas las instituciones educativas del país desde maternal hasta bachillerato comenzar el día educativo con el Glorioso Himno Nacional, es decir, con el "Gloria al Bravo pueblo". Pero analicemos. Es demostrable que sustituir el Himno Patrio por una canción de cualquier cantautor por muy revolucionario (creemos recordar que quizás en algún momento conocimos a Alí Primera en algún lugar europeo), nos lleva a tiempos de la Cuarta República cuando no era ni obligante ni siquiera eran conocidas las estrofas del Himno Nacional; es decir, esa imposición proveniente del Ministerio de Educación es contrarrevolucionaria. Pero también tiene sus connotaciones ideológicas alienantes como las conocimos consecuencialmente en la China inmediatamente después de la superación de la dramática "Revolución Cultural".

Analicemos el tema de los círculos de estudio para los "padres y representantes". Esta decisión afecta directamente la base fundamental de la Patria que es la familia. No es de necesidad desglosar esta idea por obvia pero si es importante señalar que esa praxis lleva a las familias no solo hacia un proceso de alienación como, al tiempo, a un proceso de contradicciones intra-grupo-familiar que conlleva a un proceso de "caos social" que afectará al propio proceso revolucionario no dogmático como propondría reiteradamente Chávez Frías y, actualmente, el propio Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros.

Por último sobre lo arriba señalado en referencia al estudio de la vida de Hugo Chávez. Desde el simple análisis histórico, es una aberración en si misma tal decisión sencillamente porque no existe un serio estudio biográfico de Chávez Frías como tampoco se ha realizado una propuesta seria sustentada sobre ese serio estudio para ser aplicado desde maternal hasta bachillerato. Es evidente que un proceso de ideologización de la figura de Chávez Frías es una contradicción per se y con el propio discurso de Chávez Frías y su pensamiento revolucionario bolivariano-militar.

Lo inmediato anterior nos lleva, obligatoriamente, a analizar esa supuesta realidad emitida por el Ministerio de Educación, sustentando nuestros pensares en realidades históricas demostrables. Cuando llegamos a China, la realidad socio-política se basaba en su praxis en el proceso de "cambios profundos" sobre la base de las políticas impuestas por Deng Xiaoping y aprobadas por el PCCh en transición de las realidades heredadas por el desarrollo político, socio-económico e ideológico de y en la "Revolución Cultural" que habían afectado, seriamente, toda la estructura de la sociedad, de la economía e, inclusivamente, del propio Estado chino con las graves consecuencias de poner en serio riesgo el propio futuro de la costosa Revolución China.

Básicamente, la "Revolución Cultural" afectó la vida cotidiana de todos y cada uno de los ciudadanos chinos a nivel nacional. Las escuelas y universidades se cerraron sobre la base fundamental de imponer una supuesta ideología revolucionaria sustentada en la política del "caos histórico-cultura", es decir, aquellas políticas estaban dirigidas a tratar de suprimir la Historia de China, su cultura y sus tradiciones, es decir, en imponer una sociedad sin Historia, sin Patria, sin Nación, sin Cultura, sin Educación.

Aquella "Revolución Cultural" afectó, directamente, a la "economía fundamental" de China que se sustentaba y era y es estratégica en "la agricultura" en considerando que más del 85% de la sociedad china, para aquellos tiempos históricos, era una sociedad fundamentalmente campesina. Aquella realidad llevó a China a la más profunda "crisis alimentaria" mucho más grave que las anteriores decisiones político-ideológicas que alcanzaron cifras de decesos importantes. Aquel proyecto socio-económico que impusieron la denominada como la "Banda de los Cuatro" tenía sus bases en las "famosas comunas". En lo político, aquellas decisiones políticas se enfocarían en atacar, directamente, a aquellos líderes revolucionarios que fueran fundamentales en el proceso del triunfo de la Revolución China sobre la base de "atacar lo viejo e imponer lo nuevo". Aquella decisión de la "Banda de los Cuatro" afectó directamente al sector militar chino y a las bases fundamentales sobre las que realmente se sustentaba tanto la propia Revolución China como el proyecto de Política de Estado histórico chino.

A título de referencia como sustento histórico. En alguna ocasión, un cuadro importante del Partido Comunista Chino (PCCh) nos comentaría, sobre las realidades de aquel proceso caótico cultural seudo-revolucionario, que los hijos y familiares de los más importantes líderes del PPCh fueran enviados para su correspondiente re-educación al campo para que pudieran aprender sobre la "vida diaria del campesino". Entre las personas enviadas a la provincia de Anhui, estaría un familiar del Primer Ministro, Zhou Enlai. En conociendo las realidades que se expresaban en aquellas comunas de violaciones, asesinatos, hambre, envenenamientos, entre otras realidades, se desarrolló una matriz de opinión en el sector militar chino adversa a aquella "anarquizada política cultural" impuesta por la "Banda de los Cuatro".

Aquel escenario que evolucionara la dinámica evolutiva para nada perfectible de la "Revolución Cultural", se impuso una muy seria discusión en el seno de las fuerzas armadas chinas y entre los mariscales históricos revolucionarios que conllevaría hacia las presiones necesarias y obligantes sobre las decisiones políticas aprobadas y emitidas por el propio Mao Zedong en la consecución de alcanzar la defenestración de la "Banda de los Cuatro" para así evitar la continua pérdida de vidas humanas. Sería el propio PCCh a instancias de Deng Xiaoping, en aquel diciembre de 1978, cuando el sector militar histórico impondría sus decisiones de recobrar y recomponer a China en todas sus realidades: social, económica, política e incluso ideológica sobre las bases de las tradiciones revolucionarias y la de cultura histórica china.

La Historia sirve como referencia. En el actual proceso revolucionario bolivariano, ante realidades objetivas presentes, en la necesidad de alcanzar un triunfo electoral el 6-D para evitar el "golpe de estado parlamentario" contra el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, todas las decisiones que provengan del Ejecutivo que provoque una reacción en contrario hacia el proceso revolucionario deben ser "cortadas de raíz sin miramientos" porque lo que está en juego no es solamente el Gobierno del Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, sino la continuación de la "Revolución Bolivariana y Chavista".

Objetivemos. Es de fácil demostración que nos encontramos ante una "realidad de caos" socio-económico e ideológico y ello debemos asumirlo sin tapujos estúpidos seudo-revolucionarios justificados. Esa realidad es grave y es aprovechada por nuestros contrarios, propios y ajenos. Sin más y necesarios comentarios, damas y caballeros, reiteramos, los historiadores somos incómodos.



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Miguel Ángel Del Pozo


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