INTROITO
Hace 23 años publiqué el presente trabajo respondiendo las falacias, mentiras y reaccionarias posiciones de un historiador que para desgracia de la izquierda revolucionaria, militó en sus filas y no fue poco el veneno que sembró. Manuel Caballero fue el primer detractor que tuvo el Comandante Hugo Chávez y el movimiento 4 de Febrero el año de 1992. En los debates que se abrieron entonces ante el impacto de aquel fracasado hecho y la apertura y aceptación en el país del nuevo liderazgo de la juventud militar cuya cabeza más visible fue, sin dudas, el Comandante Hugo Chávez y su famoso e histórico ‘por ahora’, nos involucramos de manera directa en la polémica y la defensa de aquel gran acontecimiento y publicamos por el diario ‘Últimas Noticias’ que dirigía nuestro fallecido amigo Nelson Luis Martínez, un conjunto de materiales, artículos de opinión que recogimos después, durante la campaña electoral de 1998 en nuestro libro: ‘Hugo Chávez Frías, del 4 de Febrero a la V República’. Por aquellos días del año 1992, en el mes de abril, terciando en la polémica le respondimos a unas infames declaraciones del historiador Manuel Caballero aparecidas como entrevista por un periódico de la época. Hoy sacamos a la luz ese trabajo a petición de nuestros estudiantes de la Cátedra de Pensamiento Político Venezolano, del PFG de Estudios Políticos y Gobierno de la UBV y de muchos de mis lectores que me lo solicitado.
MANUEL CABALLERO JUSTIFICA EL RÉGIMEN ASESINO DE CAP
En la edición de "El Globo" del 1º de abril de 1992 fue entrevistado el historiador Manuel Caballero. Tal vez por los efectos de la honda crisis que vive el país y la permanente inestabilidad política que nos conmociona desde el 4 de febrero, el conocido historiador "desnuda" su pensamiento coincidente con el de la derecha política, haciendo suyos el discurso de CAP, Piñerúa y de la oligarquía política encarnada en el CEN de AD, en Eduardo Fernández y la dirección de Copei, en la NG, en Carlos Blanco, Gerber Torres y sus neo liberales del IESA, sin dejar afuera el partido empresarial: Fedecámaras.
Pero Manuel Caballero va mucho más allá. En ese estilo que pretender ser irreverente y urticante, arremete contra conceptos como el nacionalismo al cual califica de negativo y las figuras señeras de Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora las califica de mitos. Afirma que la palabra patria le da náuseas.
Todo ese despliegue intelectual y de profunda agudeza científica y objetividad histórica del heterodoxo historiador, otrora izquierdoso ideólogo masista –que no marxista–, está dirigido a atacar tanto al Comandante Hugo Chávez como al Comandante Arias y a los insurgentes del 4-F y tratar de "golpear" su extendida presencia en el corazón del pueblo.
De la entrevista sacamos diversas frases que son todo un monumento de la ideologías neo colonial (puesto compartido con Emeterio Gómez, Carlos Blanco y otros tantos advenedizos, ayer jacobinos izquierdistas) que lo lleva de hecho a justificar el corrupto, autoritario, delictivo y anti democrático sistema bipartidista que hoy padecemos 20 millones de venezolanos.
Una renuncia a valores realmente históricos y una prosternación absurda a una globalización insensata se desprende de los conceptos que maneja Manuel Caballero. El desprecio a la noción de patria y de nacionalismo en el adocenado historiador derechista, es un concepto neo colonial totalmente estúpido, vertido en un momento en que el imperialismo y las transnacionales se plantean, a partir del modelo y las políticas neo liberales, de la sedicente libertad de mercado que beneficiará las políticas de puerto en desmedro de la agricultura nacional y la industria venezolana, que beneficiarán exclusivamente el capital financiero, a los importadores y a los capitales golondrinos usureros, a los ‘paquetes económicos’ impuestos por el FMI a la América Latina y dentro de esta Venezuela, en donde se plantea el virtual desmantelamiento de nuestras naciones, sus Ejércitos (Plan de Santa Fe II) a través de las políticas privatizadoras, la imposición de bases militares extranjeras, la instalación y control norteamericano de radares de espionaje, la penetración a través de la DEA.
A MANUEL CABALLERO LA PALABRA PATRIA LE DA NAUSEAS
Que figuras como Manuel Caballero, hombre que una vez luchó por el socialismo y militó en las filas revolucionarias, digan: "A mí la palabra patria me da náuseas", o "el nacionalismo ha sido más negativo que positivo", es altamente deplorable, precisamente cuando ese sentimiento y las categorías se replantean entre los pueblos con renovados bríos libertarios y auténticamente democráticos, de instrumento para reconstruir nuestras atribuladas y explotadas naciones; cuando sectores avanzados de los ejércitos nacionales abrazan formas de nacionalismo popular –distinto al discutible nacionalismo de los perejimeniztas o al nacionalismo de fronteras– en un mundo cambiante, que es obligado a una globalización imperial; un nacionalismo que surge –después de la entrega vil de todos estos años que arrancan con el nefasto Pacto de Punto Fijo– como alternativa que tiene forzosamente que asumir el antimonopolismo y el antimperialismo y profundamente popular como denominador común, para que sea un nacionalismo verdadero.
Y ese replanteamiento o búsquedas renovadas en un nacionalismo que nada tiene con la experiencias negativas del pasado –golpe de estado contra el general Medina, golpe contra Gallegos, dictadura perejimenizta– se da en una nueva dimensión histórica, a partir del desmembramiento de la URSS, de la caída del Campo Socialista Europeo, de la Guerra Imperialista del Golfo Arabe-Pérsico, de la invasión a Panamá. En suma, en el marco de un acelerado desequilibrio de las fuerzas mundiales, de una creciente tendencia unipolar donde EEUU son el factor hegemónico impulsando el aplastamiento de nuestras soberanías y naciones, resulta cuando menos capcioso, viniendo de una figura de tanta calificación académica y otrora revolucionaria, ese desprecio por la nación o el concepto de patria y de nacionalismo que de ella se derivan en la Venezuela de hoy.
Es fácil entender, entonces, que el objetivo de tal señalamiento será el de disminuir la fuerza que el MRB-200 le dio a estos conceptos, hecho que también venían dándose desde el seno de diversas organizaciones y personalidades de izquierda desde los años 70, como es el caso del MPDIN que elaboró toda una teoría sobre la cuestión nacional y se asumió como organización de izquierda bolivariana y socialista.
Ciertamente en el pasado, los déspotas y tiranos inutilizaron el nacionalismo como pretexto para llegar al poder. Una oligarquía aviesa y astuta y un gorilaje corrupto y no pocas veces criminal, como el argentino, pretendía la exclusividad o el monopolio del nacionalismo, convirtiéndose ellos en sí mismos, en la patria, la soberanía. Eso no era óbice, naturalmente, para alinearse en las mismas coordenadas políticas del imperio: OEA, TIAR, etc., el fantasma del comunismo reforzaba tal ideología, mientras se imponía a nuestras naciones y pueblos políticas anti nacionales como las de Seguridad y Defensa, las guerras de baja intensidad, etc. que no han sido más que factores militar-policiales de contención del ascenso de la lucha de los pueblos en sus programas reivindicativos, económicos y políticos. Por ello resultan ridículas y grotescas las expresiones de Piñerúa, CAP, voceros copeyanos hablando de subversión de izquierda y cosas parecidas en un lenguaje, copia fiel del de los años sesenta, que está desfasado interna y externamente, para referirse a la insurgencia militar del 4-F.
Resulta temerario, a la luz de los hechos acontecidos después del 4-F, acusar al Comandante Chávez, a Arias Cárdenas y al resto del equipo militar que lo acompañó en la insurgencia, de ser un grupo de gorilas fascistas, ultra nacionalistas y anti democráticos. Lo que si no puede negarse es que ese MRB tiene un proyecto político que ha ido madurado y se ha enriquecido profundamente en esa extraordinaria confrontación democrática habido en Venezuela y por el aporte hecho por ese nuevo liderazgo intelectual emergente que ha encontrado un camino fecundo en ese pueblo que apoya las propuestas patrióticas de los bolivarianos.
CABALLERO RIDICULIZA LOS VALORES HISTÓRICOS QUE LEVANTA EL MBR-200
En ese mismo orden de descalificaciones de los conceptos históricos de Venezuela, Manuel Caballero intenta ridiculizar y disminuir a valores fundamentales de la nacionalidad venezolana: Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora. Comenzará arremetiendo contra el Libertador.
"Una sociedad democrática no puede tomar la enseñanza de Bolívar como suya. No. Por una parte hay toda una tradición jacobina. Es un pensamiento que no podemos tomar así en bloque".
Subestimando deliberadamente el análisis político, histórico y sociológico que lleva a los dirigentes del 4-F y al Comandante Hugo Chávez, a tomar la figura de los próceres y su importancia sicopolítica en el seno del pueblo venezolano y en la pertinencia de la reconstrucción del concepto de nación, venido a menos ante la penetración de los capitales transnacionales, el neocolonialismo y la transculturización, la pérdida de la identidad nacional y del sentido de pertenencia en el venezolano, MC tiende a ridiculizar que el MBR u otra organización revolucionaria levanten estas banderas, atribuyéndole a los personajes históricas connotaciones mágicas y religiosas en el seno del pueblo y no hondas raíces políticas en nuestra Historia como nación.
En el colmo del anti patriotismo, burlándose de conceptos de un indiscutible valor para una nación y su pueblo, de la befa de conceptos y valores patriótico-morales que para cualquier nación tienen no sólo connotaciones sagradas sino altamente respetables porque se reconoce en ellos el haber contribuido a la forja no ya de una nacionalidad nacida en una cruenta lucha de diez años –como lo fue la guerra nacional de independencia–, sino valores éticos, espirituales y humanos profundamente valiosos en la reivindicación del hombre venezolano como sujeto histórico, así dirá "Escogieron estos tres personajes porque son tres mitos que están en la conciencia popular. Si nosotros fuésemos un país profundamente católico, hubiesen escogido al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez tienen una ventaja inmensa, que es lo que hace que ellos puedan declararlos sus maestros, sus mentores y es que están muertos. Les puedes atribuir lo que te dé la gana".
En los momentos de oprobio e indignidad; de opresión y entrega de una nación y sus riquezas por parte de pseudo demócratas o tiranuelos, que se levanten las banderas de los héroes y próceres patrios tiene una coherente y justificada explicación. Su pensamiento, su ejemplo, sus hazañas, permiten unir la conciencia nacional. Decir que Bolívar, San Martín, Juárez o José Martí son los autores intelectuales, ideológicos, históricos o mentores políticos de tal o cual movimiento revolucionario, no sólo es políticamente correcto, es que la historia de Nuestra América así lo ha demostrado.
LOS REVOLUCIONARIOS DE AMÉRICA SIEMPRE HAN LEVANTADO A SUS HÉROES
Tal vez el más reciente sea el ejemplo de la lucha del pueblo cubano contra la oprobiosa dictadura pro imperialista de Fulgencio Batista y la circunstancia que le tocó vivir al comandante Fidel Castro. Ya forma parte de la Historia Contemporánea de América su discurso conocido como "La Historia me Absolverá", pronunciado cuando era juzgado en Santiago de Cuba por el Tribunal Militar a raíz del fracaso del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Cuando al líder cubano le fue preguntando por el Juez que llevaba la causa sobre quien era el autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, éste dijo. "El autor intelectual es el Apóstol José Martí".
Los peruanos levantan hoy el nombre del líder indígena Tupac Amarú, como una forma de identificarse con sus héroes históricos indígenas en la lucha actual contra los que son opresores del pueblo peruano.
Los revolucionarios salvadoreños le pusieron al Frente Político Armado el nombre del héroe de la lucha nacional antiimperialista de la década del 30, Farabundo Martí.
Los insurgentes colombianos de las FARC, el ELN, las FPL constituyeron un frente militar-político que se llama "Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar", en su enfrentamiento contra la cruel oligarquía colombiana. Los nicaragüenses identifican su movimiento liberador con el líder antimperialista Augusto César Sandino.
De manera, y eso lo sabe perfectamente Manuel Caballero, que no es ninguna maniobra traída por los cabellos levantar el nombre de tres forjadores de la nacionalidad como bandera y programa político para atraerse la simpatía del pueblo para una causa que consideran justa. Se está retomando los líderes históricos y se reactualizan.
Hay en la entrevista tres aspectos que aborda MC y son: 1. El querer descalificar política y militarmente a Chávez. 2. El señalar que no tiene ningún planteamiento o formulación programática salvo generalidades. 3. Poner en duda su honestidad y la de los restantes jefes rebeldes, al señalar que nadie garantiza que le quiten a unos corruptos para poner otros iguales o peores.
UNA DERROTA MILITAR TÁCTICA SE CONVIERTE EN UNA VICTORIA ESTRATÉGICA
Al serle preguntado si la fecha 4-F tenía algún valor histórico, responde que para él tiene más valor el 5 de febrero, "por lo que ha sucedido después, las corrientes de simpatía que se han creado alrededor de los alzados y alrededor de la figura de Hugo Chávez. Una figura que intelectualmente no vale nada y que militarmente, por lo visto vale bastante poco. La prueba suprema de un militar es que no supo hacer ni siquiera aquello para lo que estaba entrenado, es decir, perdió la batalla que había estado preparando desde hacía 10 años por lo menos".
Caballero repite, como un vulgar loro o haciendo de eco de sus nuevos amos, lo dicho por el Ministro de la Defensa y el propio CAP. Incluso él, como historiador, sabe que muchas batallas que se han perdido al iniciarse una lucha, sin que por ello sus gestores sean de poco calor como estrategas militares, veamos algunos ejemplos.
El más genial estratega político y militar de América, Simón Bolívar, ¿no perdió la Plaza de Puerto Cabello para no citar sino la primera gran derrota que tuvo? ¿Eso lo disminuyó como estratega? Después de la formidable estrategia que fue Campaña Admirable y que permitió construir lo que se ha llamado la Segunda República, lo proclaman Libertador y no es, después derrotado por Boves y sus hordas asesinas? Del mismo Bolívar es esta frase "El arte de victoria se aprende con las derrotas".
¿Qué mide la condición de estratega de uno o más hombres?
Vamos a la historia que es, en fin de cuentas, el único espejo de objetividad y preguntemos: ¿Es suficiente con pasar por una Academia Militar y abrevar en el estudio de la historia militar de la humanidad y tener una alta inteligencia y determinadas condiciones de estratega para ser un general victorioso?
¿Era Ezequiel Zamora un militar en el estricto sentido del término, lo eran Lenín, Pancho Villa, Von Nguyen, Giap o Fidel Castro?
En los cinco nombrados se rompe el esquema de la formación militar académica clásica, nunca fueron militares ni cursaron estudios de guerra formales, sin embargo fueron estrategas de tal envergadura que la historia registra sus conducciones en momentos estelares de las luchas revolucionarias de sus respectivos países.
¿No concibió Ezequiel Zamora la extraordinaria Batalla de Santa Inés, que selló el triunfo de las armas federales contra la oligarquía y su ejército que quedó diezmado?
En academias militares como la de Francia se estudia esta como una batalla clásica y de las más perfectas en la historia de la humanidad.
¿Y qué decir de Lenín y Trotsky, que no sólo le dio, el primero, un vuelco a la primera revolución rusa de febrero de 1917, sino que con una estrategia inigualable, donde ambos participan, combinando la política con la cuestión militar, lograron la toma del poder para los bolcheviques y para los soviets en noviembre de 1917?
¿Qué más estrategia militar que ésa, copiada en muchos aspectos, incluso ‘aburguesada’ por diversos ideólogos y políticos derechistas, como Curzio Malaparte quien escribió su famosa obra: "La técnica del golpe de Estado" a partir de la información que le proporciona el propio León Trotsky?
El primero, Villa, mito y leyenda, destrozó el arte de la guerra proveniente de la Escuela Militar Francesa y Prusiana, creó nuevas técnicas militares y produjo batallas como la toma de Zacatecas donde destruyó el Ejército Federal de Victoriano Huerta en una brillante estrategia militar. Pancho Villa nunca fue a la escuela.
La Revolución Mexicana rompe todos los esquemas. Indios y campesinos analfabetas devinieron en geniales estrategas militares, citemos sólo dos casos: Pancho Villa y Lázaro Cárdenas. El General Lázaro Cárdenas, de origen indígena, al principio no hablaba ni siquiera el castellano y eso no fue razón para que llegara al grado de General en el proceso de la Revolución e hiciera importantes aportes en el plano de la estrategia militar. Pero, ya como político ¿no fue bajo su gestión presidencial cuando se nacionalizó el petróleo enfrentando frontalmente a los yanquis? ¿Eso no implicó, además de una gran valentía, el desarrollo de una estrategia nacionalista para enfrentar al poderoso vecino, y vencerlo?
Vayamos ahora al suroeste de Asia. ¿Quién condujo a las fuerzas populares vietnamitas al triunfo sobre el descomunal ejército Francés en Diem Bien Fu, en 1954, trepando por montañas, en hombros a veces de aquellos bravos soldados, un ejército y su armamento para el cerco implacable a la fortaleza francesa que fue, finalmente, vencida? ¿Quién condujo al destrozo del super moderno ejército norteamericano en Da Nang en 1975 y en todo el Sur de Vietnam dirigido por Ho Chi Ming y Nguyen Giap, propinándole al Ejército más poderoso de la tierra, soberbio y engreído, la más humillante y brutal de las derrota de todo el siglo XX?
Von Nguyen Giap, un hijo de campesinos, que nunca fue al ejército tradicional y menos a una academia militar clásica, pero sin embargo fue el genial organizador del mil veces heroico y aguerrido Ejército Vietnamita y el estratega genial de infinidad de batallas contra los invasores franceses y norteamericanos a su patria.
¿No fracasó Fidel Castro en el intento de asalto al Cuartel Moncada?
¿Eso lo disminuyó, acaso, como estratega militar? ¿6 años después de aquel fracaso no entraba a la Habana victorioso con un nuevo ejército que había creado y un ejército títere destruido? ¿8 años después de su primer fracaso no dirigió la derrota de un ejército mercenario invasor en Playa Girón? ¿Más recientemente no condujo la derrota del poderoso ejército surafricano en Angola, cuando el Ejército Cubano allí acantonado le hizo morder el polvo de la derrota en Cuito Cuinavale al super poderoso ejércido surafricano, abriendo así las puertas para la liberación/fundación de Namibia y contribuyó, en términos aún no cuantificados, con la caída del apartheid en Suráfrica y la liberación de Nelson Mandela?
De manera que la derrota militar del Comandante Chávez y sus hombres el 4-F no señala necesariamente que sea un mal estratega, como tampoco se le puede descalificar como lo hace Caballero. Comparto lo que expresa el Profesor Edgar J. González en su trabajo: "Caballero: la izquierda oficial", publicado en respuesta a las insidiosas declaraciones del historiador exizquierdista.
Dice: "Y el estilo de la generación formada luego de los difíciles años sesenta, con dos características esenciales: dada la masificación de la educación formal, cada vez más jóvenes de escasos recursos económicos podían ingresar a la Academia Militar, democratizando el acceso, hasta entonces casi exclusivamente reservado a las clases de mayores recursos. Ahora teníamos, en buena proporción, oficiales cultos, capacitados en mucho más que el simple manejo de las armas y su distribución en un teórico campo de batalla, conocedores de la realidad nacional y deseosos de contribuir a su mejoramiento efectivo".
Seguramente que en la conducción militar del alzamiento del 4-F hubo errores, factores inesperados, delaciones o rajados de última hora. Ya saldrá a la luz toda la verdad. Chávez y sus compañeros tendrán que dar a conocer, en su momento, las causas de su fracaso y aprenderán con toda seguridad, de esa derrota. De todo esto algo es cierto: el pueblo venezolano está conmovido y hace suyas esas propuestas libertarias.
LA IZQUIERDA VENEZOLANA SE REPOTENCIÓ CON EL 4 DE FEBRERO
Lo que ha ocurrido después del 4-F rebasó al propio Chávez y ha enriquecido como nadie lo imagina ese proyecto, digamos que, entre otros hechos, repotenció una izquierda revolucionaria que estaba dispersa y adormilada, e incorporó nuevos elementos a esa corriente social
Naturalmente la derrota táctica de Chávez se convirtió en una victoria estratégica, cuyos alcances hay que medirlos en la creciente politización de las masas, en la descomunal discusión que se da en todas partes de Venezuela, Ejército Nacional incluido, buscándose una salida a la grave situación que vive el país; derrotar el paquete económico neo liberal de CAP-AD-COPEI y las privatizaciones que propenden a desmantelar el país, –ejército incluido– y matar de hambre al pueblo.
Acabar con la corrupción. Cohesionar la nación en torno a sus valores más preclaros y rescatar la soberanía cada vez más menguada, impulsando un proyecto de desarrollo nacional independiente y soberano.
Con lo anterior entramos a comentar el señalamiento de MC de que el MRB carecía de programa.
CHÁVEZ Y LOS MILITARES DEL 4F TENÍAN UN PROGRAMA POLÍTICO
Soy de los que piensan que el problema medular de la sociedad venezolana en este momento es acabar con la política económica neo liberal con el paquete económico que impuso el FMI que está diezmando al pueblo venezolano y afectando a las nuevas generaciones. Por lo mismo hay que frenar y hacer retroceder las privatizaciones que conducen al desmantelamiento progresivo del país, incluido allí el Ejército al que se le tiene reservado el papel de policía represiva, como ocurrió en Panamá. En suma, desmantelar por decreto los monopolios económicos y hacer cumplir la Constitución, que tímidamente los prohíbe.
Sin embargo el problema de la corrupción es un problema estructural que ha pervertido, a través de la partidocracia de AD y Copei y la entronización de las cúpulas monopólicas extranjeras en la economía, hipertrofiando nuestro desarrollo, poniendo a nuestra nación de productora de dos o tres bienes (petróleo, hierro, aluminio) en función de los intereses del imperialismo norteamericano.
A ello se suma el nefasto populismo de AD y Copei, que se imbricó a la corrupción haciendo de ésta un fenómeno político-social que ha desdibujado el perfil de Venezuela como nación; ha invertido absolutamente toda la escala de valores morales, creando un conjunto de anti valores, anti héroes que abonan el camino del imperialismo que a través de sus igualmente anti valores ideológicos los utiliza para su labor neo colonizadora en su estrategia última de extracción de beneficios económicos irrestrictos en nuestro país, del saqueo de sus riquezas, la opresión y ruina de las clases medias y burguesas rurales y urbanas, la super explotación de la clase obrera y trabajadora; su constante búsqueda de desmantelarnos como nación, como literalmente lo han hecho en Panamá, para tristeza de su pueblo y de América.
De manera que levantar las banderas nacionales, los valores patrios de mayor significación histórica y política como lo son el pensamiento político de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora; el levantar banderas morales contra la corrupción son todo un programa mínimo que encuentra millones de seguidores en una nación frustrada durante varias centurias.
Hay un aspecto de la entrevista ya para concluir este trabajo, que es altamente importante y vale la pena por lo menos comentarlo.
Al comienzo de la entrevista Manuel Caballero, dice: "A mi la palabra patria me da náuseas" Al final de la misma señala, para mostrar su oposición mostrenca al intento insurgente del 4-F: "Yo prefiero el más corrompido y el más ineficaz de los gobiernos civiles, al más honesto y eficaz de los gobernantes militares". ¡Bravo por ti, infeliz caballero!
Ambos planteamientos, cargados de veneno, de infamia, y de una sinceridad digna de mejor causa, en boca de un historiador y de un intelectual de la talla de Manuel Caballero, el revolucionario de ayer, el ideólogo, el marxista, el socialista, resultan no sólo una impostura sino la apostasía de un hombre que perdió hace mucho el rumbo ideológico y la dignidad personal.
Un intelectual de derecha, que miente y falsea deliberadamente la historia de su país; que intenta malamente ideologizar el discurso vende patria de CAP-AD-Eduardo Fernández-Copei, para tratar, en el maltrecho juego de las palabras politiqueras y los escasos tecnicismos, justificarlo. Habría que preguntarle a Manuel Caballero, a quien la palabra patria le produce náuseas, ¿cómo es que un gobierno tan ineficaz, corrompido, anti patriótico, criminal, genocida (recordemos al 27-F) y autoritario como el actual le atrae más que la propuesta de honestidad y eficacia surgida de los bolivarianos en 4-F y que no necesariamente tiene que ser una dictadura militar? ¿Cómo es que la patria le produce náuseas, mientras le agrada un régimen anti patriótico que se ensucia todos los días en la Constitución y en el pueblo y está vendiendo la nación?
Extraño caso de estos conversos, que la auténtica izquierda los desprecia por rábulas, por apóstatas y la derecha simplemente los aprovecha mientras puedan serles útiles, ya que ni siquiera, con todo y traiciones ideológicas y políticas, clasifican para derechistas, verdaderos sicarios de la política. (19-4-92)
Caracas, 19 de abril de 1992
Artículo publicado en mi libro: "Hugo Chávez Frías: del 4 de Febrero a la V República", Fondo Editorial Caracola, Caracas 1998. Reedición por la Comisión Presidencial Conmemorativa de los 20 años del 4 de Febrero, Caracas 2012.