No es el socialismo en crisis, es solo capitalismo ahogándose

Definitivamente, este desastre no es socialismo

Una de las premisas esenciales del socialismo es: "de cada cual según sus capacidades, a cada cual, según sus necesidades". Esto, sencillamente, significa que deberíamos tener asegurada nuestras necesidades básicas y de acuerdo a las capacidades y particularidades socioculturales acceder a otros rubros indispensables en la vida cotidiana. Pero esto no es así, cada día se hace más difícil satisfacer las necesidades más elementales. Salarios por debajo del costo de la cesta básica, colas para obtener alimentos, especulación, inflación desatada, servicios públicos en decadencia, contrabando, corrupción y burocracia no es el ejemplo de ningún socialismo, se equivocan pues todo eso no es más que parte del capitalismo que se niega a cederle espacios al verdadero socialismo. No negamos los avances en materia social, pero estos han retrocedido, cuando debieron profundizarse para transitar hacia la sociedad justa y del buen vivir. Lo que observamos es que este cambio de timón hacia el capitalismo, con alianzas con la burguesía, es lo que ha derivado hacia los males antes señalados.

No es el socialismo en crisis, es solo el capitalismo ahogándose, pero que se niega a perecer, por tanto, lo que está en aprietos es el capitalismo y no el socialismo, ya que solo hemos tenido algunos intentos tímidos de socialización de la riqueza.

El socialismo solo ha quedado como justificación discursiva de un gobierno que entregó las conquistas del pueblo al gran capital. La oposición en su ataque clasifica lo que sucede en el país como parte del socialismo, pero ellos saben que la conspiración del capital es la que ha logrado este desbarajuste económico. Es desde el capitalismo que se especula, acapara, se induce la inflación y se incentiva la corrupción, burocracia y contrabando. Los líderes del gobierno no pueden seguir denominando este desastre como socialismo, ya que le hace daño a la verdadera concepción del socialismo, pues en el imaginario del pueblo se crea una perspectiva errónea de lo que él es. Incentivar el consumismo, la explotación, el individualismo, la acumulación de riquezas mal habidas de ninguna manera es parte del socialismo. Si queremos enrumbarnos por el derrotero de la construcción del socialismo, debemos rectificar el camino, es decir, que el gobierno reivindique en el discurso y en la práctica la satisfacción de las necesidades de los venezolanos. Para ello debemos:

  1. Reactivar el aparato productivo colectivamente y con solidaridad. Dejar de ser monoproductores y diversificar la economía para no depender de la renta petrolera

  2. Distribución equitativa de lo producido para que todos podamos satisfacer nuestras necesidades sin privilegios.

  3. Instaurar salarios dignos y justos para todos los trabajadores

  4. Servicios públicos eficientes que garanticen el buen vivir

  5. Educación de calidad, más allá de la masificación, para construir el hombre emancipado

  6. Reducir al mínimo explotación del trabajo. Que el trabajador no sea visto como una mercancía más que se vende en el mercado. Hay que reivindicar el trabajo colectivo y solidario como manera de apropiarse del plusproducto y con ello concretar una distribución en igualdad de condiciones, para que el producto del trabajo no sea enajenado por un sector minoritario de la población

  7. Propiciar un consumo racional con la toma de conciencia de los riesgos para el planeta del consumismo voraz.

  8. Transitar hacia la igualdad en la diversidad y de esta manera no homogeneizar social y culturalmente

  9. Aplicar políticas sociales para reducir la delincuencia. Sanear el sistema judicial para acabar con la impunidad. Depurar los cuerpos policiales para contribuir con funcionarios con ética y vocación de servicio,

  10. Erradicar la burocracia, que es un mal que corroe las estructuras del Estado

  11. Fortalecer las estructuras comunitarias y la democracia participativa

  12. Suprimir el modelo de fijación de precios de acuerdo a la oferta y la demanda

  13. Que los medios de producción, poco a poco, pasen a manos de las mayorías organizadas colectivamente.

Cuando pongamos en práctica la verdadera visión colectiva y solidaria del socialismo estaremos en el camino correcto, de lo contrario, seguiremos en esta ambigüedad capitalista, con tan solo algunas políticas sociales de inclusión. No entreguemos las banderas del socialismo, la crítica es la pasión que debe mover la edificación de la igualdad y la justicia social. No abracemos los cuestionamientos de la oposición, pues ellos critican una situación que está dentro del capitalismo y la quieren vender como socialismo. Jamás hay que estar al lado de esta oposición mal sana que pretende tomar el poder para asfixiar aún más al pueblo. De lo que se trata es de rectificar el camino y eso solo se logra con la presión de la población y no con un cambio hacia la derecha fascista.

No hay un capitalismo malo y uno bueno. Todo capitalismo engendra miseria y desigualdades. El gobierno ha creído que puede valerse del aparato de Estado burgués para fines revolucionarios, se equivocan, el estado burgués tiene que desaparecer y con él todas sus aberraciones sociales. Precisamente, creer que la burguesía va a facilitar el camino revolucionario ha llevado al desmadre actual. Debemos volver a los postulados socialistas del Comandante Chávez.

El camino no puede ser otro que la realización del SOCIALISMO



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Johnny Alarcón Puentes

Docente/investigador. Universidad del Zulia. Licenciatura en Antropología.


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