Nos encontramos frente a un siglo XXI que ha vaciado su magia sobre la cibernética y la alta tecnología, fundamentada en la globalización. Inglaterra, por su parte, le da una proyección universal hacia su magia sobre el Caribe, renovando sus luces con un regionalismo que no riñe con su modernidad y que cada hombre afroamericano lo lleva como un símbolo y una realidad.
Las teorías sobre el Estado Bolivariano de Venezuela constituyen una rígida repuesta a un colectivo, pero hay postas en el camino que se aprovechan desde su seno y en Marea Socialista deseamos darle una repuesta adecuada a esos pormenores.
En su esencia, el Estado es un ente de acción y de principios jurídicos y políticos que necesitan definirse históricamente para romper o continuar la estructura que sigue dominando la sociedad venezolana y que Max Weber, la trata como asociación política e ideológica. Es bueno, trabajar sobre premisas y aforismos y tener presente la jerarquía de valores de una manera específica ante la sociedad y ver discurrir a un pueblo progresando.
No, como está ahora, rompiendo su proyección social y estigmatizándose. Es necesario darle otra mirada y considerar alternativas, es necesario confrontarlo e ir despidiéndonos del militarismo, que tanto quebranto nos ha dado, desde la época de los Monagas.
El pragmatismo amoral nos lleva a la impunidad jurídica y es difícil recomponer los principios de articulación institucional, las metas del Proyecto Simón Bolívar se deben alcanzar y obedecer ante cualquier ausencia o principio ideológico, nos llevan a un orden neoliberal, algunos izquierdistas que aman la posmodernidad universal.
Las sociedades jamás tendrán un carácter imaginario, hay que conformar un Estado definido y que puede desplazarse continuamente, no militarista y caudillesco, Hay políticos que quieren implementar instrumentos de dominación e intimidación, jamás tendrán como símbolo, la liberación del hombre, el proyecto bolivariano es conciliable con las tradiciones de cada lugar, Romper ese hilo histórico es quebrantar la patria, la IV República no lo hizo. Y lo vamos hacer nosotros al irrespetar el Legado de Chávez, obstruyendo sus planes, por eso han fracasado en sus políticas implementadas.
A las comunidades, les espera un largo camino de conformación en sus estructuras, hay que desmontar los mecanismos inventados por la socialdemocracia y los infiltrados para así, de nuevo seleccionar con calma a quienes aman verdaderamente a Chávez y su propio proyecto bolivariano.
Hay que dejar atrás, las peregrinas ideas de quienes dañaron las cooperativas y se aliaron a corporaciones que están ligadas al primer mundo norteamericano y buscan destruir a Latinoamérica.
Los socialdemócratas están devastando al Psuv y los movimientos populares y el capitalismo es su camino y quieren someter a las poblaciones por la vía del hambre y las colas, mediante manipulaciones de trabajo mediático.
Desde ya, defendamos la ideología de Chávez y sus principios socialistas y es el momento de defender su doctrina revolucionaria.