El rescate del ejercicio periodístico

Ese periodismo de hoy, del zapatear la calle, del activarse frente a lo que ocurre en la calle y registrar los detalles con mucha severidad y luego teclear con pasión en las redacciones es el que tenemos que rescatar para bien de la profesión.

 

Y lo decimos porque lo único que hemos visto en los últimos años, es una colocación de grabadores y micrófonos, y no se ve por ningún lado, ni siquiera, la idea de una real pregunta y el desarrollo de una información o reportaje que provoque la lectura, que muestre una luminosa imaginación, que valga la pena comentar.

Y eso, ese conocimiento para redactar muy bien las informaciones, precisamente lo da la buena lectura, la misma que nos interna en un universo amplísimo, desconocido, pero que gratamente nos enriquece y nos hace apreciar con amplio sentido cualquier escenario en el que nos encontremos.

Los errores que hay en el ejercicio del periodismo lo vemos en la titulación de las noticias, la calificación de género y una repetición -en ocasiones- sin sentido que aburre a los usuarios de las informaciones del día.

En ocasiones, pareciera que el ambiente que rodea la noticia es el de la frivolidad, a veces es el de la lisonja y en otras ocasiones el de las calificaciones y de repente nos encontramos frente a una forma de hacer periodismo de una calidad bastante disminuida.

Sabemos que el periodismo deportivo y el de espectáculos, por ejemplo, son dos de los que mas utilizan adjetivos calificativos, al punto que exageran en demasía, por lo que no es extraño apreciar en una lectura la nota de un periodista que al ilustrar acerca de un extrabase hecho por un pelotero, escriba "tremendo tablazo" o de algún periodista que califica de "hermosisíma" a una dama y otro haciendo uso de un énfasis manipulador al hacer una pregunta a un profesional que, de paso es un activista político.

En realidad, los últimos tiempos nos están mostrando cualquier barbaridad que se escucha o se lee en materia comunicacional, lo que pone en evidencia que la formación de muchos de los profesionales tiene unos cuantos vacíos.

Algunos profesionales suelen sostener que no son periodistas, pese a estudiar en escuelas de comunicación social, sino que son comunicadores con capacidad para hacer un periodismo diferente al que se hace en los medios de comunicación social, que lo que se hace es una comunicación gerencial, institucional, etc.

Sea cierto, falso o mera especulación, esa realidad lo que hace es colocar en el ambiente de la academia, la necesidad de hacer una profunda reflexión y análisis sobre el ejercicio del periodismo y su enseñanza así como el carácter y valor de la comunicación como un hecho que forma parte del periodismo, que está imbricada en él.

Es bastante notorio que un buen número de personas -miles diríamos- esperan algunos artículos, columnas y páginas escritas por versados profesionales del periodismo y por talentosos comunicadores, porque saben que estos hacen buenas investigaciones, abordan interesantes temas e informan con detalle situaciones que pocos conocen y eso hace del ejercicio del periodismo una carrera muy llamativa, aunque otros prefieren otorgarle el título de oficio.

Hay mucha tela que cortar en esto del ejercicio del periodismo y el manejo de la comunicación como parte determinante dentro de la dinámica social y por ello es importante que se reflexione, se discuta y se busquen los mejores caminos para hacer del periodismo y su ejercicio, unas maneras de ilustrar a las personas y darles a conocer la certeza de lo que acontece a su alrededor, una realidad totalmente desvestida de los intereses económicos y mas inclinada hacia el sentir de las personas.



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Pedro Estacio


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