Las elecciones venezolanas del 6 de diciembre (6 D) se celebrará en un momento difícil, las primeras elecciones de la asamblea nacional después de Chávez, ¿Qué incidirá en el voto, el terrorismo del mercado, la inflación y el pánico que ha desatado, la irritación de parte del pueblo por no poder comprar los alimentos básicos, la escasez causada por la economía de guerra, a causa de la agresión del gobierno colombiano y sus caballos de Troya del contrabando de extracción (bachaqueo) y sus aliados internos, la burguesía desabasteciendo y acaparando los bienes, o los aciertos y desaciertos de las Políticas del Presidente Maduro, la corrupción de los funcionarios públicos, la fuga de divisas, en PDVAL, etc.?
Solamente el pueblo en su mayoría ejerciendo el voto tiene la respuesta, ¿Qué pensará más en la conciencia, el discurso opositor, de subestimar la guerra economía, los recursos de las cuales se ha servido para debilitar al gobierno o el discurso chavista centrado en la continuidad del chavismo, de las políticas públicas de beneficiar al pueblo con sus misiones socialistas, qué pesará más?.
La respuesta que de cada encuesta al problema enunciado son meras aproximaciones o sencillamente ficciones, ciencia ficción, y las hay quienes manipulan dichas encuestas para influir en la opinión pública, ya sea para desmoralizar o entusiasmar según sea el resultado de ellas para el lector de las mismas, lo cierto es que el resultado lo sabremos el 6 de diciembre.
Ahora bien; las elecciones del diciembre no se realizará en situación de normalidad, que podamos celebrar democráticamente, no, el escenario es que ya se han activado brotes de violencias contra el sistema eléctrico nacional, saboteos a la transmisiones eléctricas, violaciones de naves aéreas de los Estados Unidos a la soberanía nacional, provocaciones del gobierno de Guyana incitada por corporaciones petroleras mundiales, una campaña sucia de los medios en desvirtuar las verdades, en pocas palabras un clima de desestabilización económica y política que dificulta el dialogo.
La crisis económica y social es una realidad, el escenario natural en que se desenvuelve estas elecciones a la asamblea nacional, los resultados electorales pueden frenar el cambio o impulsarlos, concretamente las políticas del capitalismo o el socialismo. La oposición apuesta al cambio del capitalismo y el chavismo al cambio del socialismo. El primero significa la apología de la empresa privada, la privatización y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, mientras que segunda propuesta continua la herencia del chavismo, la posibilidad de mantener la paz, la independencia nacional y la soberanía, en este marco podemos hallar soluciones comunes durante la transición al socialismo.
Los cambios que se plantea la oposición es desplazar la ideología del chavismo, acabar con los programas sociales, menoscabar los derechos humanos, efectuar unos cambios de regreso al capitalismo salvaje, a la propia sobrevivencia a la que condena el FMI, la oposición necesita los cambios políticos para realizar la devaluación del dólar y la flexibilización de precios, causando más dolor a la población, disparando la inflación, entorno de violencia, difícil de hallar soluciones comunes.
En cambio el chavismo de Maduro necesita ganar la asamblea nacional, para preservar las misiones socialistas, continuar con las políticas progresistas, crear las bases del socialismo, profundizar la transición socialista, empoderar al pueblo de nuevas capacidades económicas, sociales y políticas, romper con la socialdemocracia, asentar el socialismo. Resolver el conflicto histórico, entre la burguesía y el proletariado, empoderando al pueblo de los medios de producción, transformando el estado burocrático, colocarlo al servicio del cambio. Por todo lo anterior; ese conflicto social e histórico tendrá que resolverse, vale decir que el problema no es el conflicto sino la manera cómo lo enfoquemos para hallarle solución social mediante alianzas antimperialistas.
