El imperialismo de los Estados Unidos amenaza con intervenir Venezuela, mientras que la derecha venezolana se frota las manos con un golpe silencioso, el golpe de las colas, de la hiperinflación, la especulación y el acaparamiento para rematar con el golpe electoral del 6 de diciembre para predisponer al pueblo contra su gobierno chavista legítimo. Podría decirse que los comerciantes conspiran con los bachaqueros, esa economía marginal que sirve del subsidio petrolero para enriquecerse de manera indignante, jugando con la vida de la población venezolana.
Solo por interés de manipular los resultados electorales, ya es habitual la guerra económica del capitalismo, la guerra de clase contra el pueblo, la guerra de inflación, la guerra de acaparamiento, la guerra contra todo tipo de revolución social, ya sea adoctrinando, manipulando la conciencia mediante los medios privados. En el pasado la burguesía apostaba a las dádivas sociales, a la filantropía, sus elites políticas enarbolaban las banderas del Populismo a costa de conquistar el poder político, prometían cuantas cosas necesitara el pueblo, sin cumplir sus promesas políticas, su objetivo era el poder del Estado para saquear la economía nacional, el patrimonio público, sus recursos materiales, naturales y financieros a nombre del Estado burgués, expropiar al pueblo.
Ahora la burguesía sin escrúpulos alguno acomete tantas aberraciones económicas, distorsiones estimuladas por el mercado, el empresariado, el capitalismo es quien desprecia el ejercicio de la soberanía popular, de la voluntad general del pueblo en haber electo al chavismo, podría decirse que una especie de castigo ha lanzado el capitalismo contra el pueblo, contra su derecho al consumo, a la libertad de comprar los bienes esenciales para la vida. Cobran al pueblo su espíritu chavista, el fervor a Chávez del pueblo venezolano, ella, la burguesía se ensaña contra si mismo, contra el mercado.
Las colas, el acaparamiento, la especulación y la escasez demuestran el terrorismo del mercado, el totalitarismo capitalista, el fascismo, la conspiración de las corporaciones, el imperialismo de los Estados Unidos, todos desprecian al pueblo, sometidos a la barbarie de la guerra económica, a la incertidumbre de vivir, el fascismo capitalista deseosos de imponer su régimen como sea apela a los paramilitares colombianos, al crimen de las casas de Cambio, al delito de los bachaqueros para doblegar a la población venezolana, a la extorsión de los empresarios, para torcer el derecho al voto, claro la población ya los conoce, sea como sea votará por los candidatos de la Patria.
El nuevo fascismo del capitalismo consiste en manipular a la población, quieren que la población le obedezca al capitalismo, proponen cambios dolorosos para el pueblo, de esos acostumbrados en el FMI, cambios neoliberales, grandes sacrificios sociales, reducciones de gastos públicos, orientaciones del presupuesto a pagar los préstamos internacionales por endeudamiento de la balanza de pagos, por importaciones del capitalismo parasitario, el rentista. Pretenden que aceptemos la dictadura del mercado, la dictadura de los capitalistas, convertir al pueblo en sujeto pasivos obediente al capitalismo, para ello, quiere la oposición legislar, para ver sumido en la miseria, el hambre y la represión al pueblo, para eso es que quiere la MUD ganar la Asamblea Nacional para derrotar las aspiraciones populares, ahogar las esperanza del pueblo en su revolución bolivariana, pero el pueblo ya abrió los ojos, despertó, por eso recibirán una derrota, más, Venezuela toda los derrotará.