El domingo llega el día en que se define qué pasa después. Y no sólo se define quiénes van a estar en la Asamblea Nacional a partir de enero, sino que definiremos qué va a asar con nuestra vida diaria. Tú tienes el poder de decidir cómo van a ser los días en tu casa y en la calle a partir de este diciembre. Tienes el poder de elegir entre pasar una Navidad tranquila, compartiendo con la familia después de todo el esfuerzo que ha significado este año de pasar trabajo por culpa de una gente que solo piensa en sí misma, o dejarles el camino para que formen un desastre y nos llenen de angustia el país, que es lo que han estado buscando. También tienes el poder de elegir entre tener un Gobierno que hace cosas y al que le puedes reclamar, criticar, pero con el que se pueden gestionar cosas y obtener beneficios que son nuestro derecho, que cuestan pero están ahí y hay formas de alcanzarlos; o elegir que todo se acabe y se vuelva permanente la dificultad, el pasar trabajo para todo, que todo se vuelva cada vez más caro, que es como los que se llaman oposición quieren que todo funcione. Es así.
Durante dos años hemos vivido una guerra. Una guerra política en la que tú, que eres una persona que trabaja y cuida a su familia, que lo que quieres es echarle bola para que mejore tu vida, has estado en el medio de la pelea porque te pusieron allí, porque una gente mezquina cuyo único interés es estar otra vez en los puestos de Gobierno dijo que si te ponía a pasar trabajo para comprar comida o comprar cualquier cosa, tú te ibas a arrechar y a votar por ellos. ¿Qué bolas tienen, no? Te pongo a pasar hambre para que votes por mí. Como si aquí no supiéramos bien cómo son las cosas, como si aquí no supiéramos todos cómo se mueve la política. Aquí sabemos, por ejemplo, que si la oposición gana más diputados en la Asamblea, no van a estar pendientes de arreglar la economía ni la distribución de los productos, sino que lo que van a estar es empeñados en sacar a Maduro y sacar a Maduro y sacar a Maduro. Y nosotros que nos jodamos, porque les conviene para que culpemos también a Maduro y se la pongamos bombita a ellos. ¿O no es así?
Fíjate lo que pasó en Argentina. Por estar dejando que los escuálidos sacaran más votos ganó un empresario al que sólo le importa él mismo y que ni siquiera se ha montado y ya tiene a ese país patas pa' arriba, los precios se dispararon y ya dijo que hay que privatizar los servicios y va a poner a un poco de empresarios de ministros, cada uno en su área para que privatice y se agarre los reales de la parte del país que le interesa. Los escuálidos de aquí son igualitos.
Por eso es que este domingo no sólo es que hay que ir a votar por los candidatos de Chávez, sino que hay que asegurarnos que nuestra familia y nuestros panas también vayan y voten por Chávez: Porque no le vamos a poner en bandeja la cosa a los escuálidos para que escoñeten el país más de lo que ya lo han hecho. Ya sabes, el domingo vota rojo, vota por la Patria que Chávez nos dejó y que aún tenemos.