El día de mañana, 06 de Diciembre (2015), la Revolución Bolivariana se enfrenta a ella misma, sin excusas, cargando con todos sus pecados, sus errores y aciertos, sus incertidumbres y miedos, sus seguranzas y sus esperanzas, sus realidades y sus propios engaños, en fin, la Revolución Bolivariana se mirará al espejo con tal crudeza que podrá conocer, definitivamente, sus propias realidades en objetividad hasta cruel.
Es de perogrullo que las elecciones legislativas, en cada uno de los 87 circuitos electorales, serán una verdadera experiencia no solo para el PSUV como también para los partidos políticos de izquierda estén o no en el Gran Polo Patriótico. Serán unas elecciones que ganarán la maquinaria enfrentada a la sicología inducida que moviliza a las derechas cuales, educadamente, las hemos denominado como oposición porque una cosa es ser de oposición desde un amplio espectro ideológico y una otra realidad es ser de derechas más cercanas a las ideologías fascistas en sus diferentes expresiones ideológicas: nazismo y franquismo en una aspiración de que esas derechas no se transformen en terroristas como ya se han expresado en pretéritos tiempos nacional-venezolanos, concretamente, y es por ello que aún hay aspirantes a políticos que están incursos en juicios y/o ya sentenciados.
El día 06 de diciembre en referencia la Patria conocerá sin equívocos quienes son patriotas, quienes nacionalistas, quienes suscriben los paradigmas propuestos por Hugo Rafael Chávez Frías cuales los hemos denominado como el “pensamiento chavista”, todos ellos circunscritos en un subconjunto político-ideológico de izquierda en el tradicional término histórico aunque deberíamos precisar que en ese mundo ideológico se han incorporado estudios académicos que consideran cómo una revolución debería evolucionar en perfectibilidad tal como lo propone el Vicepresidente de Bolivia, don Álvaro García Linera. Pero sí ustedes así lo prefieran podríamos acordar las propuestas de “reforma y apertura” y/o las actuales tesis que viene desarrollando el Gobierno de Vladimir Putin.
Ser patriota y bolivariano va en conjunción con ser también nacionalista algo que causa urticaria a los godos quienes son, en última instancia, quienes vienen proponiendo el desarrollo de unas políticas contra-revolucionarias en tanto y cuanto el desarrollo de la Revolución Bolivariana en su praxis de horizontalizar la economía venezolana lo cual significa para esos godos un “golpe bajo” a sus acumulaciones y exportaciones de capital en las bases fundamentales de ese sub-conjunto de la sociedad venezolana quienes “…huyen y regresan exigiendo controlar el erario público…”. Es decir, como decían tanto en la 4ta. República como en esta 5ta República ciertos políticos y el Poder Popular: “…no les duele el país…”.
Sí analizamos con cierto objetividad la Historia Contemporánea de Venezuela, es decir, desde las realidades en objetividad de aquella generación de 1928 podríamos, dejando los miedos y temores en el costado, aceptar que aquella generación era una generación de izquierdas, comprometida, patriótica, nacionalista y enfrentada a buscar alcanzar la modernidad, es decir, la conversión del naciente Estado venezolano hacia realidades en consonancia con los procesos políticos e, inclusive, ideológicos que se venían expresando en el mundo internacional aún y considerando aquellos enfrentamientos en curso entre el capitalismo en todas sus expresiones incluyendo el fascismo, el nazismo y el franquismo con una interpretación del marxismo en lo denominado como “socialismo real”. Era una generación que enfrentaría a don Rómulo Betancourt con don Pedro Juliac ya en aquellos principios de la década de los años 30 del siglo XX.
La dialéctica que se desarrollaría en el mundo político de aquella generación que se expresara en aquel año de 1928 llevaría a la confrontación entre un pensar más cercano al trotskismo criollo y aquel otro que estaba más cerca de una interpretación de la Internacional Comunista “a la criolla” pero ambas expresiones al caminar en senderos paralelos tenían en común su patriotismo, su nacionalismo, su pensar boolivariano con sus sutiles interpretaciones. Pero aquellos senderos eran y son ajenos a la Patria para el subconjunto de los godos, de los “amos del Valle”, de esa sociedad miedosa y cobarde que conocían las prebendas naturales de Venezuela y sus efectos en el mercado internacional, café, azúcar, carne, etc., por lo cual necesitaban y necesitan desmontar el “pensamiento de don Simón Bolívar” y su objetiva abstracción en su tesis sobre el “americanismo” como fuera expresada por el propio Libertador en diferentes oportunidades históricas. Es decir, frente a la propuesta de una Venezuela donde el patriotismo fuera la base fundamental de su cultura y pensamiento en teluridad, de una Venezuela que sustentara su propia Historia en las realidades del proceso de Independencia acá y acullá, de una Venezuela donde la nacionalidad se consolidara como un rescate de realidades que se expresaban durante la propia colonia, de una Venezuela que, de repente, pariera a un militar de provincia, mezcla de llanero y andino, de pie de monte andino, de sangre mezclada, de teluridad incurso en sus propios huesos, aquel Chávez Frías que expusiera las “miserias de los godos” buscando la realidad de la “nueva Venezuela”.
El día 06 de diciembre de este año en curso (2015), Venezuela define su destino, define sí quiere ser bolivariana y chavista, define su sociedad sí desea ser patriótica y nacionalista, define sí seguirá siendo “americanista”, definirá la paz sobre la violencia de derechas.
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.
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