En las flamantes elecciones, los oprimidos de siempre demostraron estar todavía más ligados a sus antiguos amos que a un obrero de su propia condición social, y más a los patronos, fabricantes y comerciantes, acaparadores y hambreadores, que a quien sólo ha continuado empoderándolos más de lo que Chávez inició como forma de liberación de esa servilidad y opresión de la clase poderosa tradicional sobre el trabajador, sobre el obrero.
El Presidente Maduro sabe muy bien que los obreros en general siguen adorando a sus patronos ora como amas de casa, ora como patronos y comerciantes. Así, el consumidor respeta más al bodeguero que al Alcalde, y más a sus patronos que a sus familiares. En manifestaciones tan contradictorias como esas consiste la verdadera opresión, más que en la entrega gratuita de plusvalía y de otras formas concretas de manifestarse la explotación de la burguesía sobre los proletarios, sobre los obreros.
El triunfo de Bolívar y los patriotas que nos dieron la libertad frente al amo español en aquellos años independentistas coloniales contó con la determinante ayuda del pueblo, de ex esclavos, artesanos y campesinos, más por sus lazos de servilidad frente a Bolívar y los patriotas que lo acompañaron que por lazos de una patriotismo que apenas comenzaría a existir para ellos puesto que aquellos soldados jamás habían tenido patria.
Y ocurrió que tan pronto adquirieron por primera vez en su vida de servidumbre y esclavitud una patria libre empezaron a saltar la talanquera social y retomaron su servilidad y obediencia ante la oligarquía criolla a través del primer malagradecido y más servil de aquellos valientes soldados, ante aquel gobernante que se entregó como buen peón de los oligarcas ya vencidos. Este fue el caso de José Antonio Páez quien sirvió en favor de los esclavistas independentistas durante la guerra, y, como tal sirviente, siguió sirviéndoles luego como amos del poder político.
Esa realidad no ha podido quebrase; los favores y el empoderamiento que vienen adquiriendo los trabajadores más humildes y los de la mal entendida clase media durante esta Quinta República parecieran no importarles o ser más débil frente al llamado que la oligarquía les viene haciendo para que, en lugar des servirles a un "obrero", les vuelva a servir a sus viejos amos, a los empresarios privados, a los mismos comerciantes que hoy los hambrean, les encarecen la vida y hasta se han dado el tupé de atribuirle a Maduro la culpa y la osadía de pretender romperles sus adorados lazos mantenidos desde siempre con quienes les han servido rastreramente desde los tiempos preindependentistas.
Páez se olvidó de sus colegas campesinos y de los artesanos, y durante sus mandatos hasta devolvió a la condición de esclavos a quienes había participado como soldados en favor de esa Independencia. Ayer demostraron servirles más a quienes les han oprimido que a quienes les han empoderado con viviendas, medios de producción, subsidios, salud y educación gratuitos. Desde acá es presumible que los alienados ante el poder que los aplasta suelen amolar los cuchillos que los degollarán.
07/12/2015 07:21:22 a.m