¿Cómo queda la correlacion de fuerzas políticas después de conocidos los resultados electorales del pasado 6 de diciembre los cuales determinaron la integración de la Asamblea Nacional Legislativa?, es una cuestión sobre la que resulta conveniente reflexionar para explorar los escenarios futuros del campo político y las disputas por el poder en todos las esferas de la sociedad.
Una manera de aproximarse al asunto bien puede darse mediante la categoría gramsciana de "equilibrio catastrófico", usada por el revolucionario italiano en sus reflexiones para indicar un momento de crisis orgánica del sistema de poder vigente en una sociedad.
Hay equilibrio catastrófico cuando el poder de las clases dominantes está paralizado por la potencia de las fuerzas adversarias que pretenden un cambio radical mediante transformaciones sociales y politicas.
Profundizando y matizando el concepto bien podemos sugerir que al agravarse un desorden político el salto se puede más bien dar para plantear que lo que cristaliza es un desequilibrio catastrófico, en el cual una fuerza se impone para subordinar y sujetar al adversario.
Algunos prefieren acudir a la teoría constitucional, al fetichismo constitucional, para ofrecer interpretaciones sobre lo que quedo al término de las votaciones.
De igual manera para plantear rutas de salida y defensa.
Para perfilar maniobras de aniquilación del bloque boliburgueses que controla el aparato ejecutivo y judicial del Estado.
No quiero decir que tales consideraciones legales carezcan de valor en lo postulación de una estrategia política. Por supuesto que son de mucha importancia, pues después de todo el texto de la CRBV de 1999 es un relato que condensa las múltiples formas de la disputa por el poder.
Sin embargo, lo más adecuado sería partir desde la sociológia política para establecer las gravísimas implicaciones de lo que hoy es un severo desequilibrio catastrófico con demoledoras implicaciones en la continuidad de Nicolás Maduro y la casta boliburguesa.
Las reacciones de Miraflores y sus gobernadores son lentísimas e inútiles, como las de Maduro, Arreaza, Isturiz y otros.
Son irrelevantes.
Demagógicas.
Folclóricas.
Ridículas porque desconocen los hechos toda vez que la escasez sigue, las colas crecen, la especulación es cancerígena, la corrupción no para, la inflación es devastadora, la inseguridad es infernal, la pobreza se propaga y entre los militares es más evidente el gorilismo pinochetista que presiona para atropellar y liquidar los derechos humanos y civiles.
Entre tanto la derecha y el centro liberal se repliegan para preparar el asalto final.
Su silencio es estratégico pero demoledor.
Es bastante necio desconocerlo.
Van por todo.
La salida está en una nueva fuerza revolucionaria que gana legitimidad. Es la abstención y el voto castigo que tomo distancia de la podrida casta enquistada en Miraflores, los Ministerios, las gobernaciones, alcaldías y el PSUV.
Me suena que nos acercamos a un escenario similar a la derrota de los sandinistas en 1990, cuando fueron derrotados por causa de la corrupción desenfrenada del Ministro de la Defensa, H. Ortega, hoy uno de los mayores millonarios de Centroamérica.
Los sandinistas fueron desalojados del gobierno por causa del descarado robo de la sociedad y el Estado, en que incurrieron.
Pasaron muchos años en la oposición hasta que lograron recuperar el apoyo y el cariño del pueblo nicaragüense.
Veo eso acá. Es mejor andar con la verdad y ahorrarse los discursitos y gestos demagógicos desde gandolas improvisadas para impresionar a la multitud.