Soy extremadamente radical y respondo emocionalmente de manera, a veces indebida, cuando alguien, especialmente seres queridos, me dicen que votaron a favor de los candidatos de la MUD, se abstuvieron o votaron nulo.

Supongo que no soy el único que se incomoda o apela a uno u otro argumento, foto, video, imagen, cita, pensamiento... para demostrarle al otro, o a la otra, que cometió un error, se equivocó y que, definitivamente, no estoy de acuerdo con él o con ella. Incluso, voy a confesarlo y que pena tener que verme obligado a reconocerlo públicamente, por honestidad, a algunas personas las he puesto en lista negra, las he bloqueado del whatsaap o, sencillamente, les he retirado el habla. Hay «algo» dentro de mi que me impide, lo reconozco con sinceridad, a escucharles atentamente, sopesar sus argumentos, comprender sus sentimientos y aceptar que no tienen porque compartir conmigo mis ideas, proyectos, intenciones, creencias, ideales, objetivos, preferencias....sean estas políticas, económicas, religiosas, tecnológicas o sociales. Sobre todo me pasa con quienes, seguramente como yo, se ponen fanáticos e intransigentes.

En resumen: estoy consciente que nadie está obligado a responder electoralmente igual que yo. Por ejemplo, por cumplir con mi conciencia y mi compromiso, viaje el viernes 4D desde el Táchira a Maracaibo a un encuentro familiar y el sábado 5D estuve casi todo el día viajando a Mérida para ir a votar el 6D, en los Chorros de Milla, a pesar de mis dudas y molestias internas, a favor de los candidatos del GPP.

Me pongo como ejemplo, para ilustrar lo que le puede estar pasando emocional, psicológica o ideológicamente, a alguno de los lectores y, aunque pueda estar haciendo proyección indebida, le pueda estar pasando al propio Presidente Maduro y a sus colaboradores más cercanos e incluso a buena parte de la dirigencia del PSUV y del GPP: NO QUEREMOS ESCUCHAR ACTIVA Y PRO ACTIVAMENTE A LOS «OTROS». Nos hemos encerrado en nosotros mismos y queremos encontrar dentro de nosotros las causas por la que los otros no votaron por nosotros. Lo que no nos exime de preguntarnos a nosotros mismos cuáles son las causas internas cometidas por nosotros.
Sino recuerdo mal, casi 13 millones, o un poco mas de venezolanos y nacionalizados, dejaron de votar por los candidatos del GPP e incluso por la MUD. Recordemos: cerca de 6 millones votaron favor del GPP, un poco más de 7 millones votaron a favor de la MUD y unos 5 millones se abstuvieron o no pudieron o no quisieron votar por uno u otro.
Por qué ocurrió esto? Esa es la clave a dilucidar. Necesitamos, conocer con objetividad las causas, por las cuáles no votaron por nosotros, se abstuvieron de votar o lo hicieron, en forma consciente y no por error, como voto nulo. Por cierto: por qué aparecieron tantos votos nulos y a quienes se los anularon? Cuáles son las causas verdaderas?

Usted, con toda razón, ha convocado prioritariamente a los llamados «votos duros», representados en las filas del PSUV, GPP, Consejos extraordinarios o presidenciales y a los militantes revolucionarios....Acaso debe sólo escuchar un lado y justo el que está con usted? Que le puede proponer o decir alguien que comparte plenamente con usted su opción electoral y política? No le parece señor Presidente que se hace necesario que escuchemos de manera atenta y desapasionada por qué el otro o la otra me dio una bofetada?

Pues bien, usted tiene que ganarse nuevamente la confianza, los sentimientos y la lealtad...de quienes se abstuvieron o votaron en su contra: Los molestos, indecisos, arrepentidos, traidores, flojos, oponentes... sino, nunca sabremos, en realidad, que los movió a hacerlo, sino que seguiremos especulando sobre las verdaderas causas de la derrota y como lema diremos que fue la «guerra económica» del Imperio y la oposición apátrida.

Me comprometo con usted y con mi conciencia que presentaré por este medio, si me lo permiten, una sistematización de las causas que se han venido exponiendo públicamente y por las cuales tuvimos un aparente resultado desfavorable el 6D.

Por ahora, ojalá alguien censato de su entorno, o su propia conciencia e imaginación, lo lleve a entender que el camino más fácil para saber porqué el «oponente» o «indeciso» no nos apoyó es preguntándole las razones que le llevaron a hacerlo, y le sugiero realizarlo en un ambiente de libertad y sincero deseos de rectificar.

La cuestión está en que si nos dice la mayoría, por ejemplo, que no quieren saber de socialismo, se lo vamos a imponer? Qué haría usted si detecta, en un revocatorio o no, que la gran mayoría del pueblo no lo quiere como nuestro gobernante?