No sé si en alguna otra oportunidad ha sido tan dramática y sobresaltada la venta de celulares como la registrada con las promociones que las diferentes operadoras pusieron en marcha para el Día de las Madres, porque esta vez fue algo impresionante. Rebasó de manera abismal la capacidad operativa de los puntos de venta.
El ajetreo fue tal que para obtener un móvil, se produjeron colas en las concesionarias, por lo menos, en las ubicadas en Maracaibo, sólo comparables con las de las improvisadas ferias de verduras los fines de semana, donde expenden a precios de remate, o las que se hacen cuando se quieren adquirir la leche y el pollo de Mercal.
Increíble, pero en esas tiendas de móviles en lugar de estar vendiendo aparatos de comunicación, pareciera que más bien, pagaban una beca.
Los vendedores –agotada la existencia- organizaban a la gente y la anotaban en un lista para entregarles el equipo dado el orden de llegada, pero cuando los proveedores surtieran nuevamente las tiendas.
Y no sólo se agotaron los aparatos de la oferta, en algunas oficinas de ventas los compradores arrasaron con celulares costosos que superan los 500 mil bolívares.
Quién lo iba a creer, pero luego de la temporada de Semana Santa, el largo puente que proporcionó el miércoles 19 de Abril, todavía la gente tendría dinero para comprar celulares, con esa voracidad indescriptible, con esa euforia que se ve en las puertas de los cines durante el estreno de películas famosas...tiene razón Antonio Ledezma, María Corina Machado, Henry Ramos Allup y otros opositores que no me ocuparé de mencionar, pues ¡qué comunismo tan duro!, casi nos mata de espera tan sólo porque ahora la gente tiene que tener dinero.
Obviamente, las ofertas, campañas publicitarias, estrategias de venta de las empresas de celulares influyen para que el cliente obtenga su aparato....esta es una realidad.
Pero otra es que son muchos los que cuentan con bolívares en el bolsillo, para adquirir un aparato sin tomar en cuenta, que la gran mayoría compró no sólo a las madres sino a la familia entera.
Son numerosas las personas –y esto es lo que no le gusta a la oposición de ese socialismo chavista - que cuentan con efectivo, para hacer gastos secundarios, porque aunque hoy en día es innegable la necesidad de un equipo de comunicación, creo que nadie se ocuparía de gastar sus ingresos en un celular, si le hace falta un trozo de carne, pollo, pescado para dar de comer a la familia o de leche para alimentar a los lactantes.
Y es que el repunte económico –y no voy a referirme a estadísticas de ninguna encuestadora u algún otro organismo e institución-, sino a esos inmensos cordones de personas que no sólo preguntaban precios, sino que “pelaban por las carteras” y, repito, no sólo para comprarle a las mamás, sino también a hijos, hermanos, novias, novios.
El sábado en la tarde, unas horas antes del Día de Las Madres, la zona sur de la ciudad parecía una feria. Las inmediaciones de la entrada principal de la zona industrial en la Circunvalación Dos a la altura del Hotel Maruma colapsó, dada la ubicación de importantes centros comerciales en la zona.
Los vehículos en fila india y la afluencia de personas saturaban las entradas de los establecimientos. Y luego de la compra a la hora de cancelar la cuenta, la situación se tornaba infernal...culpa de Chávez, por supuesto. Eso evidencia la plata que carga la gente...
Por eso es que a pesar de las diferencias, a veces hay que admitir que la oposición tiene razón. De seguir las cosas así, Chávez va a matar a uno con ese empecinamiento ideológico. Ya ni en la casa de la esquina es posible tomar una cerveza, porque el estacionamiento de los carros se desborda hacia la calle ...¡Horrible!, ¡pero que viva esa “locura” comunistoide!
*Periodista / albemor60@hotmail.com