Precisamente, porque conocemos a la derecha que defenestró Hugo Chávez, de perogrullo que debemos estar mosca ante estos golpes de Estado continuados e intermitentes desde el año 2002, pero sólo por la mutabilidad que los caracteriza. No es para tanto como para magnificar lo que ya sabemos y esperamos de una derecha que agoniza y morirá irremediablemente como lo hicieron los señorones feudales, los Grandes Cacaos, los Viejos amos del Valle, adefesios de esa naturaleza.
Todos nos hemos sorprendido con los curiosos e inesperados resultados del 6D/2015. Sin embargo, no es para alarmarse tanto como lo ha estado haciendo la parte afectada con semejantes resultados. Sorpresa es una cosa, y temor otra
Los descendientes de Guaicaipuro, de Bolívar, de Sucre, de Zamora, de Chávez, no pueden ser timoratos. Chávez habló al respecto, y al respecto nos aleccionó; dijo, palabras + o -, "No faltarán quienes aprovechen coyunturas difíciles para querer volver al…Neoliberalismo… para acabar con la Patria. No, no podrán. Ante esas circunstancias, nuestra reacción debe ser: UNIDAD, lucha o contradicción, batalla o antagonismo-nada de acuerdos ni dialoguitos-, y victoria o más socialismo".
Pareciera que se ha perdido la confianza en el pueblo, así lo manifiestan los criticones de siempre, sólo porque una parte de aquel no sumó esfuerzos al presente proceso[1] durante la jornada 6D 2015; es la primera reacción de tanto analista agorero que se ha destapado, muchos de los cuales han hallado en este nuevo suceso político una excusa para enmendar su ya pésima conducta criticista anterior y, supuestamente, se encuentran muy preocupados por el legado que Chávez le dejó al Presidente Maduro, pero, más bien, porque ellos no aparecieron en el testamento en cuestión.
En verdad, hay mucha envidia descarada y solapada de parte del sector izquierdista, es innegable que así sea. Todos quieren ser miembros exquisitos del gobierno, y mire que muchos son potencialmente capaces, pero no todos pueden ser burócratas, por ahora.
Increíblemente, se manifiestan preocupados por la capacidad del Presidente Maduro para gobernarnos, a pesar de que se trata de una verdadera titánica gesta la que este "obrero", atacado por mil flancos de la derecha y de la izquierda falsona, ha vendido enfrentando con sobrado éxito.
Pareciera que no sirviera porque la derecha que ha ganado curules de dudosa transparencia, más por sus ventajismos capitalistas que por una sana lid, y se ha armado de ese poder para encarecer la vida material (comida y afines) y para perturbar la vida psicológica de todos, con inclusión, particularmente la de los escuálidos que todavía siguen sin reconocer a su verdadero enemigo y hasta oran para que Maduro caiga; esto lo vienen de hacer con Chávez y ahora lo repiten con este eficiente Presidente. Será porque es Presidente Obrero y ningún burgués podría serlo.
10/01/2016 07:00:15 p.m
[1] Así como las sociedades clasistas no tienen nada de homogeneidad social, tampoco el pueblo puede ser de usa sola pieza en su conducta frente a la burguesía.