Ya, nuestros adversarios bordearon el camino de transición a la VI República, odian a un buen número de ciudadanos pobres que en su conciencia tienen mentalidad de ricachones y piensan que poseen estabilidad económica, les han dado poder de nuevo para humillarnos y dejar arrastrar al rostro de Simón Bolívar a la calle, igual que hizo la oligarquía colombiana en el pasado. Los paisas, nunca han mostrado su amistad con nosotros aunque le hemos abrigado.
Los adecos se refugiaron en Colombia, durante estos últimos años y se enlazaron con Estados Unidos de Norteamérica para conspirar contra Venezuela a través de Voluntad Popular y Primero Justicia.
El movimiento político de nuestro país, debe cambiar en todo, es necesario una nueva estructura política que exige una relación más certera con la adecuación empresarial y la economía, es una labor de acción que arrope a los sectores humildes, pero, estos debe estar dispuestos a capacitarse y luchar por la unidad territorial.
Es el momento de avanzar hacia la VI República y determinar nuevos parámetros ecócentricos de una realidad sociopolítica que posee sus vertientes en lo socioeconómico.
Los puntos de acuerdo en la nueva Asamblea Nacional deben lograrse por concertación de votos y programas de trabajos que favorezcan el interior del país. Reconozco que el ingeniero Diosdado Cabello se excedió en ciertos renglones de nuestra economía y acción pública, pero recordemos que él no es civil, es militar, Y los militares, no fueron llamados a poblar la Asamblea Nacional- antiguo Congreso Nacional- aunque en el pasado, la mayoría de los representantes en esa cámara fueron militares, pero, los gobernantes desde el gobierno de los Monagas- José Tadeo y Gregorio- fue simplificando ese sector militar en algunas instituciones oficiales, cuya representatividad era exclusiva de los militares, luego, Chávez lo incluyó a las gobernaciones y ayuntamientos, viendo ahora, unos resultados adversos en su ejecución pública, como es el caso del Estado Bolívar, Amazonas y Carabobo. Los militares es para resguardar el país en todas sus instancias.
El debate económico es la nueva tarea en la Asamblea Nacional. Debe ser un diálogo democrático y con consenso hacia la nueva estructura geopolítica y territorial del país y es un tema laborioso y necesario para el consenso de producción y manufactura de productos en todo el territorio nacional.
Nos encontramos frente a un nuevo escenario de seguimiento administrativo de carácter transitorio para la nueva República, con un precio en los hidrocarburos muy bajos, pero cuya fortaleza es que somos un enclave de riqueza a nivel internacional.
Los adecos, buscan colarse en el poder generando Caballos de Troya en el Psuv y deben ser neutralizadas estas acciones de manifestación política.