Si nos compran barato, no les vendemos, y si nos venden caro, no les compramos

La contrata de Contadores o auditores honestos, que los hay, debería traducirse en la formación de un cuerpo de funcionarios públicos educados con las mismas reservas y evaluaciones que caracterizan las casas especializadas en las acuñaciones de dinero metálico y de papel. En estas empresas se cuida y forma a los trabajadores del futuro desde su niñez.

El mito de los dólares regulados ha sido la gran estafa del siglo XXI por parte de la parasitaria burguesía criolla.

Las decisiones del título de esta entrega, en caso de ser tomadas, serían perfectamente entendidas porque responden a las reglas derivadas de las sacrosantas y burguesas leyes de las Ofertademanda y Demandaoferta.

Por otra parte y por lo menos, ya el nuevo Presupuesto Nacional 2016 estaría cubierto con casi 3/4 partes provenientes de potenciales acreencias tributarias estatales derivadas de las ingentes e inevadibles sobreganancias[1] que muchísimos contribuyentes obtuvieron con su política de encarecimiento incontrolado de precios al consumidor directo e indirecto sin que a estas alturas no se vean controles eficaces, salvo paliativos contraproducentes. Valga la digresión: El mito de los dólares regulados ha sido la gran estafa del siglo XXI por parte de la parasitaria burguesía criolla, esa misma que sigue impune esperando dilatados "debidos procesos judiciales" de un sistema jurídico nacional al cual ellos sólo respetan cuando les conviene. Peor pendejada no podríamos seguir cometiendo.

La actual e incómoda coyuntura nos permite una reducción importante de nuestras exportaciones. No tiene sentido, carece de racionalidad burguesa y más aun de racionalidad socialista , seguir vendiendo al precio irrisorio y malintencionado y ventajista que este tipo de comprador petrolero ha venido imponiéndonos a todos, siendo como es un país con tremenda solvencia comercial.

La segunda razón de arriba nos permite ir pensando en dejar de vender tanto petróleo a tan baratos precios. El principal comprador que tenemos y al cual no podríamos llamar cliente, dado el carácter de enemigo que representa, un país belicista frente al mundo como lo es EE UU, el mismo que está inundando el mercado con sobreofertas para el dumping que tienen en mientes.

Venderle barato al precio que unilateralmente nos impoinaga este comprador se convierte en una suerte de subsidio camuflado a un país hiperpoderoso e hiperdesarrollado mediante reducciones de precios impuestas por los amos del mercado energético, y también representa una vergüenza nacional, una clara humillación, razón por la cual el Estado debe moralmente buscar clientes sustitutos. A vender nuestros recursos más valiosos a precios de gallina flaca se acostumbró la gente de la 4ta. República y de más atrás. Esta nueva Administración Pública no puede clonar semejante pendejada.

12/01/2016 10:30:16 p.m


 

[1] El comerciante burgués, ayudado por sus asistentes especializados y bien graduados por la propia República alcahueta de este tipo de corrupciones potenciales y reales, es un experto y asiduo amante de inflar costes para ganar más a punta de falsos costes trasladados al precio cargado al siempre indefenso consumidor, pero, al mismo tiempo es más experto aun en minimizar sus ganancias con mil tracalerías contables evasivas, ayudadito por los mismos eficientes asistentes. Si en algún acto público ha prendido más todo tipo de corrupciones es en la Contabilidad Comercial, Fabril y Bancaria Burguesas; lo sabemos, y el gobierno debería actuar refinando sus controles de calidad impositiva. La contrata de Contadores honestos, que los hay, debería imponer la formación de un cuerpo de funcionarios públicos formados con las mismas reservas y precauciones morales que cractaririza a las casas especializadas en las acuñaciones de dinero metálico y de papel.



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Manuel C. Martínez


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