Venezuela está transitando en un vuelo político transoceánico con mucha turbulencia, poca autonomía de vuelo y un destino que sigue siendo incierto, a ver por los recientes acontecimientos que han venido sucediendo en la nueva Asamblea Nacional y después de la hecatombe electoral del pasado 6D de 2015.
La oposición a pesar de ser muy diversa en opiniones y objetivos generales ha venido apuntando a salir de este gobierno "como sea" porque "la pelea, es peleando" y para ello usan la Constitución Nacional, que por cierto no votaron cuando su aprobación, pero que les resulta ahora cómoda y favorable en este momento de emprendimiento de acciones políticas muy bien definidas.
La CRBV por recomendación expresa del fallecido Presidente Hugo Chávez, previó en su contenido el revocatorio del mandato al cumplirse la mitad del periodo gobernando, inclusive el mismo Chávez en un programa de TV con un canal extranjero siendo candidato presidencial, reflexionaba sobre su propuesta del revocatorio del mandato diciendo que que si él resultaba un fiasco gobernando, estaría previsto en la Constitución su revocatorio y si perdía, él se iría del poder.
Y Hugo Chávez lo vivió en carne propia, lo intentaron revocar después del golpe de estado de 2002, pero tenía para el momento autonomía de vuelo y capacidad de maniobra, con talento y talante político, unido a ese gran carisma y conexión con el pueblo, junto a una economía que aún no presentaba el cuadro dramático de hoy; situación que le permitió salir airoso y pasó ese gran nubarrón manteniéndose en el poder; la fe y la esperanza de la gente hacia Chávez era increíble "con hambre y sin empleo, con Chávez me resteo….!"
Sin lugar a dudas que a Hugo Chávez le debe buena parte del país, haberlo involucrado en la lectura casi que obligatoria de la carta magna; antes, solo se estudiaba por obligación en segundo año de bachillerato y lógicamente que los juristas la usaban con la rigurosidad del caso, pero hoy forma parte de los enseres que andan permanentemente con la persona, el formato de librito pequeño y muy funcional de color azul, que cabe en cualquier lugar y representa un tesoro jurídico a la hora de necesitarla.
Si realmente se vive en democracia, hay que reconocer a la MUD como fuerza política y la posibilidad del revocatorio es una realidad constitucional, como taxativamente lo enuncia el artículo 72 de La CRBV, otra cosa es el análisis político por el cual se quiere aplicar, donde lógicamente hay derecho a pataleo, pero no al desconocimiento, pues de ser así, se estaría en presencia de aquella expresión "estado general de sospecha" enunciada en el 2002 por un dirigente del MVR.
El chavismo tiene la difícil pero no imposible tarea de enfrentar esta situación constitucional como lo hizo Hugo Chávez, solo que hoy el cuadro político, económico y social es diametralmente opuesto, por lo que tendrá que fajarse tolete a tolete con una oposición envalentonada y en claro avance.
De manera que quien crea en este momento que la nueva Asamblea Nacional viene a establecer y practicar la cultura del dialogo como elemento democrático, y que la hoy oposición del gobierno también esté pensando en el dialogo como instrumento para dirimir controversias, sencillamente se está chupando el dedo; la nueva asamblea viene con todo y por todo, como sucedió hasta hace poco cuando el gobierno era dueño de todo y no se practicó aquella máxima "se humilde cuando te vean subir, para que sean benévolos cuando te vean bajar" de manera que la garua sigue su curso y la tempestad pareciera que es lo que viene, donde ni las velas de la candelaria ni el ramo bendito, podrán amainar esta tromba marina.
La crisis de ingobernabilidad que se avecina, unida al desastroso desabastecimiento y escasez de todo lo necesario para tener una vida digna, confortable, decorosa y de calidad, es lo que agobia en general al pueblo venezolano, donde 96 de cada cien bolívares provienen del petróleo que por cierto la semana pasada tocó ya casi el piso con un precio de 27 dólares el barril.
De no haber concertación, es inimaginable los escenarios que vienen para un pueblo que pide a gritos rectificación, resolución de los problemas económicos diálogo y entendimiento, abrigando esperanzas de un mejor porvenir; de no ser así es muy probable que la nueva Asamblea saque la ficha del artículo 72 y se determine que el revocatorio va.