Desde hace varios meses, he estado pensando en cómo armar argumentos sólidos para defender al gobierno cuando estoy en las colas, he venido observando el incremento del descontento popular, como gente que hace solo un par de años, eran fervorosos chavistas, ahora están decepcionados, se sienten engañados, ya no quieren saber nada de la revolución.
Por un tiempo, use el tema del índice de Gini y las Metas del Milenio, cada vez que veía, cómo la gente comentaba el alto costo de la vida, cómo los sueldos se volvieron nada, etc, etc. salía yo con mi acostumbrado "pero fíjense que Venezuela cuenta hoy con un muy buen índice de Gini" -o también decía – "¡sí! eso que ustedes dicen es verdad, pero veamos las cosas buenas también, Venezuela prácticamente ya ha logrado cumplir con las Metas del Milenio"- y de esa manera sentía que iba sembrando esa semilla revolucionaria en quienes ya la tenían muerta.
Sin embargo, desde hace unos meses noto, que cuando hablo del índice de Gini o de las Metas del Milenio, la gente me mira como si fuera un verdadero imbécil, un débil mental, algunos hasta me insultan, me dicen que, con que se comen las Metas del Milenio o que me meta el índice de Gini por aquella parte.
Es por eso, que estoy pensando formas ingeniosas y eficaces de argumentar para disculpar tanta ineficiencia; hasta que vi al diputado Ricardo Sanguino en plena Asamblea Nacional, el diputado estaba en el estrado principal con aquellos dos pequeños micrófonos, en frente de todos los presentes y preguntó ¿Cuál crisis? –Eureka- grité, claro esa es la manera, desconocer la realidad de manera que se comience a dudar de la misma; debo rechazar y negar la realidad, no existe, son patrañas de la oposición golpista, apátrida, fascista y por ahí me voy. Estaba muy contento por haber encontrado mi argumento perfecto, la felicidad me inundaba, salí corriendo gritando ¡Eureka! ¡Eureka! y un vecino desde su ventana me preguntó "¿qué pasó Goyo conseguiste pañales?"
Al otro día me dispuse bien temprano a ir a la cola del mercal, casi no pude dormir imaginándome la cara de todos cuando le dejara saber mi sesudo argumento revolucionario, iba practicando los acentos ¿cuál crisis? ¿Cuál crisis ah? ¿Crisis, cuál crisis? Llegué un poquito tarde a la cola para que se junte bastante gente, ya eran casi las 8:00 am y estaba repleta, me paré hecho el guevón cerca del vendedor de pastelitos y esperé a que alguien saque el bendito temita de la crisis.
No creo que hayan pasado 5 minutos cuando un viejito se acercó y preguntó "¿a cuanto los pasteles mijo?" - "A 150" -dijo el vendedor, y el viejito exclamó- "¡vergación! ya ni un pastelito callejero se puede comer uno, en la verga esta" -esa frase fue el caldo de cultivo para que saliera otra persona "dígame el atún, 2900 Bs la lata de atún" - ¡queee! -agrego una señora- "yo lo vi la semana pasada en 1100 Bs" una chama que cargaba un bebe en los brazos dijo "es que esta crisis nos va a matar de hambre" ¡click! ahí escuche la palabra mágica y entré en acción preguntando -¿crisis, cuál crisis? -y agregué- "crisis hay es España, en Grecia, en Portugal" vi como varias personas a mi alrededor pelaron los ojos, salió una señora a decirme- "¿cómo que cuál crisis? ¿Acaso tu no ves la inflación que estamos sufriendo?" -Le respondí- "¿cuál inflación? Aquí lo que tenemos es una revolución en marcha" -en ese momento, vi en todos una expresión de asombro con indignación y también arrechera, creo que iba por buen camino, entonces otro tipo me dijo- "que revolución ni que nada chico, ¿no ves que nos racionan la luz? ¿No ves que la inseguridad está cada vez más desatada? -en seguida lo increpé- "¿cuáles racionamientos eléctricos? ¿Cuál inseguridad?" -Y mi vecino Antulio me dijo- "pero bueno Goyo, si ayer mismo te atracaron en la panadería" -rápidamente pregunté- "¿cuál panadería?" –Y Antulio me respondió- "esa que está ahí, mírala allí, en toda la avenida" -inmediatamente dije- ¿cuál avenida? -ya las miradas eran de risa, incredulidad y alguno que otro me miraba con lastima. Sentí que los estaba perdiendo y les dije: "miren aquí se habrá cometido uno que otro errorcito, pero lo importante (y sacando el pecho con el puño en mi corazón) terminé diciendo- es que hoy ¡tenemos patria!" Y Todos al unísono me gritaron ¿Cual Patriaaaa?