El individualismo, sigue imperando en éste gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros, donde los programas proyectados ninguno se cumple a plenitud y ya no es fácil distinguir entre lote urbano y rural. Es una forma discreta de Liberalismo Económico y una fórmula más positiva hacia la libertad industrial, cuyo fin es el objetivo final del empresario Miguel Pérez Abbad, como ministro de Estado.
Venezuela, no puede seguir en éste despilfarro socioeconómico. Los lotes urbanos de tierra, siguen otorgándose a extranjeros que vienen a invadir y a protestantes que exigen espacios territoriales para seguir fundando sus misiones religiosas, que en el tiempo serán ejes territoriales de carácter diplomáticos, el presidente le da visto bueno a todo, como si éste país fuese suyo, para el derroche de otros.
La estructura agraria, rompió con la constelación del poder social y nos llevó a la depresión económica. Es un retroceso a la colonización con la entrega de toda Guayana a países sedientos de nuestras riquezas, en consecuencia aquella publicidad y utilización de medios en relación a la Guyana Venezolana y Esequiba, constituye una gran farsa mediática
Este ciclo revolucionario, forma parte de un reciclaje falso de una realidad latente, nuestras riquezas tomaran la vía de las naves bucaneras y estaremos consolidando una barbarie a futuro para el Estado Venezolano, que no podrá legislar a favor de la patria de Bolívar y Chávez, de Sucre y Zamora, de Miranda y Rafael Urdaneta.
Allí está la Petroquímica, los muelles y Dianca de nuestro amado Puerto Cabello, con una sequía profunda porque su principal río, San Esteban, fue poblado en sus afluentes hasta Borburata, donde reposaban los piratas en busca de El Dorado y que un presidente, ahora regala en bandeja de barro, porque ya el oro, diamantes hierro, no nos pertenece, a industriales extranjeros que ven en Venezuela su cuna de oro.
De verdad, ahora tenemos un país de genios. Después de éste colapso petrolero, tenemos el derrumbe agrícola y ahora, la entrega de nuestros yacimientos auríferos y acuáticos.
Ya las vivencias religiosas es un problema, ahora, es la cultura de los medios y la historia, como expresión cabal de una realidad. La regla de la economía es violentada y los conceptos etnócentricos obviados. Ya el presidente Maduro cumplió su rol, es necesario no confundir la tesis de lo necesario. Hay que armonizar el enfoque contemporáneo de nuestra fresca imaginación, ya Bolívar, los héroes patrios, CAP y Chávez hicieron lo suyo por el Estado y su Reforma. Debemos apuntalar una reforma constitucional, o nos ahogamos sin censura en una realidad política despejada, necesitamos otras convivencias y un nuevo despertar de la patria
