Estos días de asueto, muchos recogidos en los hogares, otros de viaje, mientras otros ya están de retorno de sus vacaciones celebrando la semana cristiana, lo cierto es, en estos días de fe, se viene una semana de guerra, ya el empresariado dispara la artillería de los precios, revientan los bolsillos de los consumidores, quienes se quedaron sin viajar palpan la agresión económica, la angustia que viven los venezolanos ante la crisis económica de desabastecimiento y escasez inducida por los capitalistas, agravada por la situación de los precios del petróleo.
Así como lo digo, no contento con los resultados de las colas, la inercia del comportamiento del pueblo, pretenden los dueños de las empresas ahora achicharrar al pueblo, tratan de reventarlo, en medio de esta tragedia de mercado que les espera a los que vienen de vacaciones, ya comenzó de nuevo la violencia en Táchira, con el crimen político, el asesinato de un diputado Cesar Vera, las actividades de paramilitares vinculados a la oposición, quienes cumplen sus órdenes, de crear provocaciones en la fronteras colombo venezolana.
En más de un década, la oposición venezolana, ha pretendido caotizar el país, desconociendo el árbitro electoral, por ejemplo el Presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup desde el 2004 prometió demostrar el fraude en el referéndum contra Chávez, y ahora con sacar al Maduro en seis meses en verdad lo que demuestra con ser un bocón de oficio, mientras tanto ni una Ley que aporta como salir de la crisis, de la situación del hambre provocado por la guerra de precios de las empresas contra el bolsillo de la gente.
Así pues los carmonistas de la Asamblea, Nacional, que dicen representar al pueblo, en nombre del cual dicen hablar y actuar en su representación, nada contribuyen a superar la situación de crisis, de las colas, del hambre, despejar los caminos de la violencia, estamos viviendo una guerra económica, y la artillería de los empresarios ha arreciado, los precios están por las nubes, los salarios caídos, se están desplomando aceleradamente se han depreciado en picada libre.
Una guerra económica donde civiles y militares sufren los embates de las empresas capitalistas, tantos ciudadanos como soldados sufren de hambre, racionamientos, escasez de fármacos, padecimientos de familiares enfermos y también la escasez de leche para los niños, el dolor no lo paran, siguen con su guerra hasta ver caído a Maduro. Pretenden estos empresarios en complicidad con políticos opositores golpistas, ser los conquistadores del Poder, imponiendo métodos brutales de sufrimientos sociales, acometer todo tipo de injusticias sin miramientos, aplicar el terrorismo económico todo para tumbar al gobierno.
Si alguien pretende saber a dónde nos empujan sepan que hacia la situación de un golpe, para que el pueblo fatigado por las colas, por la escasez, por el hambre se desmoralice, abandone el gobierno, cansado de aguantar la situación de crisis, azotados por los precios, por el racionamiento, del pan, las fábricas saboteadas por ellos mismos, esperan que la guerra de precios obstine a la población, PRETENDEN SUBLEVAR, sin embargo nadan contra la corriente, el pueblo venezolano no responde a la violencia, a la instigación, a la intriga de la guerra económica, ES NOBLE PUEBLO PACÍFICO.