Odio y fanatismo conforma un peligrosísimo coctel mental

Pensar inteligentemente, es decir, saber que debemos hacer, y además, cómo hacerlo, es esencial; que cada quien oriente la dirección de su pensamiento, a su modo, a mí me parece chévere; mas, si de quien se trate revisa continuamente esa dirección, la dirección de su pensamiento, y consecuencialmente, de sus actos, autocríticamente, eso es a mi modo de ver, magnífico, porque nadie es mejor que sí mismo para juzgar sus propios pensamientos y sus acciones.

Es bueno saber siempre lo que estamos haciendo, en este momento yo no trato de darle lección alguna a nadie quien pueda leerme inteligentemente, de seguro que dicho lector, en tal caso, se percataría de ipso facto del quid de la cuestión, si es patriota; pero, si es escuálido, y en consecuencia descerebrado, no se daría cuenta de que cuando hablo de odio y fanatismo hago o pretendo hacer el retrato hablado de él y en particular de los voceros de ese grupete de sinvergüenzas llamado MUD, diseñado financiado y maniobrado por el imperialismo internacional, contra Venezuela, y para apoderarse de nuestro petróleo y de todo lo demás de aquí.

Odio y fanatismo conforma un peligrosísimo coctel mental que desemboca en fascismo puro, eso es la MUD.

Mas, nadie piense que la MUD sólo está en esa punta de iceberg que vemos a diario vociferando bolserías contra el proceso bolivariano, no pocos sujetos a los que Marx definía como de arropados bajo una falsa consciencia de clase, medran entre nosotros, todavía, e inclusive hay algunos sapos rabudos quienes usan la ideología como un traje, se trata de quienes no reniegan del socialismo, todo lo contrario, pero atacan a Chávez con disfraz de dispararle a Maduro y son en definitiva de la misma calaña citada, apátridas disfrazados de patriotas; que cada quien saque sus cuentas.

Yo sí cierro filas con Maduro y lo digo por la calle del medio, Maduro y su equipo hacen esfuerzos inmensos para capear una guerra abierta contra Venezuela, e inclusive salpicada por lacras que se hacen pasar por patriotas.

Mucho ojo os digo, el ataque no es contra Maduro, el ataque es contra el pueblo venezolano, ahí está el detalle; que el enemigo trate de personalizarlo en Maduro, es táctica y estrategia de guerra; nosotros podríamos poner a Dios de Presidente e igual el imperialismo vendría por Dios; fijaos, ¿es que acaso no lo hicieron contra Chávez?

De ahí que desde mi modesto punto de vista hay que emprender una potente defensa de la figura de Maduro, quien a mi modo de ver es blanco de una infernal plomazón que hace desviar el objetivo verdadero del enemigo; el petróleo y toda expresión de riqueza propia de Venezuela.

Sobrados méritos tiene Maduro para que, en primera instancia, Chávez lo designara de manera enfática como cabeza del proceso bolivariano, pero de eso no se habla y hay que hacerlo por la calle del medio; ¿qué cuales méritos? ¡Saque usted sus cuentas pero, eso sí, sin mezquindad.

¿Qué le parece poco, pero se ha dado cuenta usted de que lo alcanzado en beneficio del pueblo ha sido en medio de una infernal guerra económica, informativa, psicológica, política, de rapiña, de contrabando de extracción, de saboteo eléctrico, de quema de parvularios, de guarimba terrorista, de muertes de inocentes, de destrucción, de fascismo puro por parte de la MUD?

¿Cuánto pudiese haberse logrado en un clima distinto, de colaboración, de paz y respeto al pueblo trabajador por parte de la MUD, con una oposición decente?

Algo es inequívoco, el odio y el fanatismo consumirán tarde o temprano a quien lo profese, pero dejará secuelas lamentables en personas inocentes.



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Guillermo Guzmán


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