En la última proclama que hace el Libertador, Simón Bolívar, el 10 de diciembre de 1830; cuando él dice: "A los pueblos de Colombia. Colombianos". En realidad se está refiriendo a toda Sur América y más específicamente a los pobladores de la Gran Colombia: Venezuela, Nueva Granada, la hoy llamada Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador. Cuando Bolívar dice: "Abusaron de vuestra credibilidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad" Nos está alertando que existe gente malvada que atropella, maltrata y violenta la inocencia de un pueblo, que a fuerza de mentiras difundidas por medios públicos y por personas pagadas para que las divulguen en todos los sitios donde fueran, causan daño a la personalidad, al esfuerzo y al sacrificio dedicado a la patria. Cuando Bolívar dice: "Me han conducido a las puertas del sepulcro" Es que él se siente tan dolido espiritualmente de tanta infamia que prefiere morir para no conocer más de tantas infamias. El honor, desprendimiento y el dar siempre un buen ejemplo, fueron las cosas más estimadas en su vida, teórica y prácticamente, fueron su razón de ser. Le suplico al lector, no solo leer la última proclama del Libertador Simón Bolívar, sino también analizar y actualizar todo lo que nos dice el más grande hombre en el mundo del siglo XIX.
SIMÓN BOLÍVAR
Libertador de Colombia
A los pueblos de Colombia.
Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de Diciembre de 1830.
SIMÓN BOLÍVAR.