Lo que dejamos de hacer

En el 92 cuando Hugo Rafael dijo por ahora, éramos un pueblo sin voz, sin derechos, pero con esperanza, entonces en ese por ahora vimos cómo se respondían nuestras oraciones y como se materializaban nuestros sueños, el camino fue largo y variante, primero ganamos la presidencia, después comenzaron los cambios, la constituyente, referéndum, todas cosas nuevas en el ejercicio de nuestra democracia.

Luego vinieron las misiones sociales, como pago de una deuda eterna con los hasta entonces invisibles, aprender a leer, continuar estudiando, profesionalizarse, cosas materialmente imposibles para un gran número de personas de nuestro pueblo, finalmente, empezábamos a ir de la injusticia a la equidad, luego la salud y los barrio adentro poniendo a la disposición todo lo necesario para tener al pueblo sano, así se siguieron sumando programas sociales que fueron mejorando la calidad de vida de nuestra gente.

De la noche a la mañana teníamos un pueblo, formado en lo académico y atendido en la integralidad del ser, con oportunidades reales de vivienda, salud y alimentación, todo, absolutamente todo pagado con la renta petrolera, pero en ese justo momento no era imprescindible recordarle a nuestra gente este último detalle.

Justo ahora me pregunto si todos esos a quienes les dimos vivienda, carro, estudios, alimento, salud de calidad y gratuita fueron en realidad nuestros adversarios desde siempre, o si lo que realmente paso es que no tomamos las previsiones de añadir a cada cosa que hacíamos el contenido ideológico que recordara siempre que eso se pensó, se articuló y se materializó solo porque se está desarrollando una revolución en Venezuela, digamos que nos relajamos, no pensamos que fuera necesario explicar una y otra vez hasta el cansancio que todo lo antes mencionado lo pensaron mentes que veían la pobreza como una consecuencia de las desigualdades sociales a las cuales fuimos sometidos durante 40 años de "democracia" y que como respuesta social a la pobreza esa revolución creó oportunidades de una vida digna construyendo viviendas, centros de salud, universidades, escuelas, masificando el deporte, el vivir viviendo del que hablaba nuestro comandante Chávez.

Y es que aún hay quienes desde siempre han condenado a nuestra gente por nacer en un barrio y no le darían ni una oportunidad de demostrar que son gente trabajadora, honesta, con ganas de ver reverdecer nuestra patria, eso tampoco lo dijimos nunca, y el silencio ha comenzado a pasarnos factura, para arreglar cuentas tendremos que ser ingeniosos y no solo mostrar los problemas que hoy enfrentamos, sino además resaltar todo lo que en estos años de revolución se ha confiado en el pueblo asumiendo su buena fe, apostándole a su deseo de emprender, de mejorar, de renacer y de ser otras y otros.

En la encrucijada que hoy tenemos nos toca asumir si avanzamos con ese mismo pueblo que visibilizamos pero no politizamos o comenzamos a politizar cada acción que se genere en pro de las mejoras de la calidad de vida de nuestra gente, la estrategia de explicar el porqué de las cosas siempre funcionó al comandante Chávez, hoy más que nunca es necesario emular su ejemplo y contra todo pronóstico seguir apostando a la sabiduría de nuestro pueblo, reconociendo que solo unidos venceremos.



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Eubel López

Artista plástico, Social Media Manager, investigadora.

 liscet@gmail.com      @Liscetx

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