Camaradas y camarados…si, empiezo con este título después de pensar y pensar, porque los brutos, así no lo crean, también pensamos, otra de las muchas brutalidades que se me vienen a la mente, es una de esas ¡Somos potencia mundial! Y no lo sabíamos, y ya les voy a decir ¿Por qué?.
Fijémonos bien, desde que llegó la revolución de la mano de nuestro líder eterno, nuestro amado y recordado Hugo Rafael Chávez Frías, no hemos dejado de ser el blanco de preocupación de todas las potencias mundiales, ni siquiera cuando hubo el caracazo con todas las desavenencias que trajo, en el gobierno nefasto de Carlos Andrés Pérez, hubo tanta resonancia internacional, como viene siendo ahora, desde el 98 para acá, cuando llega la revolución y se sentó en el envidiable por los enemigos del pueblo, el sillón del Palacio de Miraflores.
No me voy a ir al 4f del l992, ese fue el lazo que desató el comienzo de nuestra grandiosa revolución, apartando lo arcaico de lo nuevo, en el camino escoltado por el ejército del pueblo oprimido, desde que Simón Bolívar, fue expulsado de su suelo amado por los mismos traidores de la patria, hoy de nuevo sale la misma ralea rancia a acechar como hienas en su madriguera, a nuestra revolución, pero no van a poder, así tengan el oxígeno de gobiernos ajenos a nuestra idiosincrasia, no van a poder.
Los apátridas siguen sin entender, ¿por qué no pueden tumbar al gobierno?, han tratado de distintas maneras de hacernos caer de rodillas, aplicando métodos utilizados en el mundo entero, con los hijos de Bolívar no han podido. Esa también es una respuesta que los tiene locos, el secreto se los digo, esa rebeldía indomable se lleva en los genes, los que llevamos en la sangre, los hijos de nuestros caciques inmortales, los que llevamos en los genes la rebeldía de nuestro amado Simón, nuestro amantísimo Antonio José de Sucre, los héroes que derramaron su sangre en una batalla de Carabobo, es una tarea que tenemos pendiente con los imperios, eso corre por la sangre caribeña del venezolano. A los mismos que se opusieron al comienzo, en aprobar la Constitución de República Bolivariana, la misma que nos abrió el caminos y es la que nos protege, no pudieron.
Después como sabemos vinieron los paros, el golpe de estado del 2002, y en menos de lo que canta un gallo, estábamos de nuevo en Miraflores, el paro petrolero, el revocatorio, una cuerdita que les aflojó nuestro generoso Chávez y también los revolcó. Así tienen ya 15 años en el mismo merequetengue, siguen la guachafita con el hijo de nuestro líder, excelente hijo y alumno, haciendo honor a su maestro, nuestro amado Nicolás, quien continúa las órdenes de su padre político.
Todos sabemos cuál ha sido el camino, desde la llegada de nuestro Amado eterno, hasta ahora, si se los recuerdo a los compatriotas, amantes de nuestra sufrida Venezuela, les gusta que conmemoremos, sin embargo a los majunches, todos, viejos y muchachos, cada vez que le inmortalizamos la historia se engrinchan, odian el pasado, venga de donde venga, existen majunches, que vienen de un pasado bien triste y desolado, les encanta que los vean por el Facebook, montados en lujosos carros, casas, bienes muebles, viajes al extranjero, haciendo alarde de riquezas falsas, que a veces se le vuelven sal y agua y ni ellos mismos entienden como tan fácil se les va de las manos. Reniegan su pasado, odian que se les recuerde, cuando vamos a nuestra historia, desde la llegada del invasor hemos vivido con traidores y hasta dormimos con ellos, ¿cuánto no fue el originario que vendió a Guaicaipuro, Terepaima, Catia, Paramaconi, Arichuna, Baruta, Naiguatá, Tamanaco, Tiuna?, etc., valientes que dieron su vida, su sangre, para que tuviéramos una tierra libre.
Esa lucha hoy sigue tan igual como aquel entonces, seguimos con los mismos traidores renegando su origen y a sus ancestros, como bien dice la letra de La malinche, se le voy a colocar por acá, esta le revuelve las vísceras cuando la escuchan, les recuerda su pasado. https://www.youtube.com/watch?v=kSBLQM5KUec.