Identificado plenamente con las ideas revolucionarias del Comandante Hugo Chávez Frías, tal como éste nos las inculcó, luchamos conjuntamente con el pueblo y hemos arriesgado nuestras vidas por un proceso de transformación humanista que se caracterizara por el amor al prójimo, la solidaridad, honestidad, justicia, el respeto al Estado de Derecho y la inclusión social, teniendo como norte una democracia revolucionaria donde el soberano fuese el dueño del poder. Ejemplo del deber ser que alcanzó la más alta expresión en vida del Máximo Representante de la Revolución Bolivariana, quedando reconocida su destacada actuación en beneficio colectivo al extremo de surgir la manifestación popular: ¡Chavéz somos todos!
Ahora bien, aún lográndose exitosos triunfos durante sus mandatos constitucionales como consecuencia del la unión cívico-militar, observamos con preocupación y dolor que desde el año 2012 se profundiza en forma velada la construcción de un camino distinto, alejado de la honradez, lo humano, solidario e igualitario, de la soberanía de los pueblos y la independencia. Desapareciendo en instancias de gobierno el actuar colectivo para imponerse el individualismo separado de los fundamentos revolucionarios, desplazándose mediante la creación de un comando cívico-militar alejado de todo principio, valores éticos y conciencia, a figuras emblemáticas que fueron el apoyo y razón de ser durante años del proceso dirigido por el Comandante Chávez, surgiendo nuevos actores con posiciones personalistas.
Generando lo anterior una sociedad confundida, poco justa y sin capacidad institucional, sumándose a este deterioro gobernantes que dejan de interpretar la realidad que los rodea, se distancian con sus respuestas del pueblo y así de la mayor suma de felicidad, manejando recursos en forma desordenada, sin rendir cuenta de los resultados de sus acciones. Conducta que provoca la desintegración de las principales instituciones del país, donde la manipulación ejercida por muchos de sus representantes esconde intereses particulares, constituyendo un comportamiento incorrecto que demanda urgente corrección.
Por ende, ante la situación descrita nos compete a todos los venezolanos y venezolanas sin distingo de formación e ideología política, transitando por los debidos caminos democráticos, reiniciarnos y volvernos a encontrar haciendo uso de los mismos códigos, apartando los perniciosos intereses personales. Fortalecidos por la solidez de nuestros verdaderos valores y la forma adecuada para solucionar las amplias necesidades que padecemos, lo cual nos permita asignarle prioridad a cada una de éstas en su justa dimensión, donde participemos todos en justicia, libertad e igualdad.
No permitiéndose bajo ninguna circunstancia como lo sostuvo el Comandante Chávez durante la entrega del Premio Nacional de Periodismo en junio de 2002, "el ultraje a los valores de la venezolanidad; el respeto a nuestro pueblo, a la autoestima del venezolano y a la verdad de Venezuela".
Basta de pretensiones individualistas, somos herederos de un pasado glorioso de libertadores, sólo se logrará el bienestar del pueblo bajo un espíritu de honestidad y rectitud.
Clíver Antonio Alcalá Cordones
C.I. 6097211