El Comandante Presidente Hugo Chávez Frías debe estar revolviéndose en el Cuartel de la Montaña al ver que existen militantes del chavismo, incluso muy cercanos a él, que acuden al llamado de la derecha para apoyar y defender la convocatoria de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. No se puede estar en las mismas filas de quienes atentaron contra la patria el 11 de abril, destruyeron la economía del país durante el sabotaje petrolero, han ejecutado atentados y guarimbas, promueven la corrupción y la guerra económica, imploran una invasión extranjera, y mancillan constantemente la memoria, obra y legado del Comandante Chávez. No se puede ser eco de quienes pretenden entregarle la patria al imperialismo.
Sería una gran idiotez ignorar los graves problemas que atraviesa el país, principalmente por las persistentes indecisiones en la aplicación de una política económica clara, eficiente y que tenga la capacidad de transformar de manera definitiva el agotado sistema rentista petrolero y enrumbar el país en la senda socialista. El gobierno tardó años en reaccionar ante la crisis que galopaba con furia. Esperó que algún día los precios del petróleo se recuperaran y quizás así poder continuar exprimiendo el agotado modelo rentista. Es verdad, se desconectó del pueblo y no pudo enfrentar con eficacia la salvaje guerra económica que al mismo tiempo alimentaba con la entrega de divisas. El 6-D finalmente lo sacó del letargo. El gobierno reaccionó aplicando de una seria de medidas que, si bien van por buen camino, podrían no ser suficientes, y aun siendo exitosas, los frutos tardarían en germinar. La recuperación será lenta para una población que exige resultados concretos en el corto plazo.
Resulta entonces completamente legítimo que existan militantes revolucionarios que defiendan la revocatoria del mandato otorgado por el pueblo al presidente Maduro. No olvidemos que el referendo revocatorio es una conquista de la Revolución Bolivariana que presentó al país su Líder Supremo para que el pueblo tuviera la facultad de evaluar la gestión de quienes ha elegido mediante el voto, y decidir de manera libre y soberana si éstos deben o no continuar en el cargo, honrando así el carácter participativo de la democracia socialista y bolivariana del siglo XXI. Sin ningún tipo de escrúpulo, la derecha transnacional pro-imperialista que hoy enarbola el referendo revocatorio a los cuatro vientos, denigró de esta propuesta y votó en contra de una de las mayores conquistas políticas de nuestros tiempos porque contradecía el sistema representativo burgués que siempre han defendido. Si algún día llegaran al poder, no les temblará el pulso para erradicarlo de nuestra Constitución.
Los bolivarianos y chavistas que defienden la realización de un referendo revocatorio contra el presidente Maduro no pueden sumarse a la comparsa de la derecha y estampar su firma al lado de quienes quieren ver muerta la Revolución. Al contrario, si a estos ciudadanos y ciudadanas los mueve un genuino sentimiento bolivariano y chavista, su deber es desmarcarse claramente de la derecha, desarrollar su propia iniciativa con argumentos propios, apropiarse de una nueva propuesta descontaminada de neofascismo, y movilizar a las masas revolucionarias en su consecución, pensando siempre en el bien y la unidad de la patria, como lo pidió el Comandante Chávez en su úlima proclama. Nunca montada en el hombro de la derecha. Siempre en Revolución.
