Los emplazamientos y las agresiones de los líderes de la oposición contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) son una expresión más de la mezcla de desprecio y temor que han sentido y siguen sintiendo las élites venezolanas hacia los militares, desde la guerra de la Independencia. Desprecio por el origen popular de la inmensa mayoría de nuestros soldados y temor, por la posibilidad de que tomen el control del país.
Sentimientos enmascarados tras una supuesta antítesis civiles-democracia vs. militares-tiranía utilizada por la elite económica - en proceso de pasar de clase en sí a clase para sí, en palabras del Profesor Fermín Toro Jiménez. - para justificar su complicidad con el Imperio Británico en la división de la Gran Colombia, su presencia en el gobierno a partir de 1830 y la firma del tratado que convirtió a Venezuela en un Protectorado inglés hasta la Segunda Guerra.
Elite que, luego de 10 años de traición al ejercito libertador, de manipular a José Antonio Páez y de tener que enfrentarse con Ezequiel Zamora y los Monagas, eliminó la formación militar suplantando a los oficiales de carrera por “caudillos”, terratenientes corruptos al servicio del caudillo mayor, hasta que Cipriano Castro, ridiculizado por el mantuanaje como “El Cabito”, se plantea restaurar la Gran Colombia y moderniza las fuerzas armadas.
Élite que desde entonces sigue luchando por imponer control civil sobre el militar y por saquear el país en nombre de la civilización y la democracia, sin que por ello haya dejado de adular y hacer negocios con los temidos y despreciados militares que han llegado al poder.
Élite dependiente de la riqueza petrolera que, como todos sabemos, ha cometido cualquier clase de vilezas y crímenes para recuperar un poder político, ya perdido cuando nuestro Comandante Chávez apareció en escena.
Elite negada a aceptar que el país ha cambiado; que la Constitución de 1999 se sustenta en la soberanía del pueblo; que Nicolás Maduro es el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; que la Fuerza Armada es Bolivariana y que, gracias a Chávez, la oposición civil – militar ha sido remplazada por la unión cívico militar.
Elite incapaz de entender y reconocer que ellos y todos los de su calaña son una especie en extinción; que el chavismo es un fenómeno social nacional e internacional; que solicitar ayuda externa para atacar a Venezuela es traicionar a La Patria; que agredir a un miembro de la FANB, es agredirnos a nosotros, sus hermanos civiles, y que agredir a un patriota civil, es agredir a nuestros hermanos militares.
A los integrantes de esa élite parásita y apátrida les recordamos las palabras de nuestro Comandante
¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!
¡Viviremos y Venceremos!