¡Alerta! Estamos ante un fuerte deterioro de los valores real y nominal del Bs. F.

Con hambre no hay Paz; esta se lograría posmortem e inanición.

Las angustias económicas presupuestarias han sido una constante en la vida del proletariado pobre[1],a pesar de pasarse su vida económicamente útil al servicio de un patrono a quien en principio no responsabiliza de sus males, más bien suele cargarlos a sí mismo, a su baja preparación técnica para el trabajo, por ejemplo, y hasta a su condición divina o predestinada.

Sin embargo, la lucha de los trabajadores es por ahora una lucha antagónica donde conocemos perfectamente al contrario que por razones que ignoramos se ha mantenido incólume e intocable a pesar de su comisión de delitos y actuaciones irregulares pescadas en flagrancia. Es un hecho, por ahora, que si bien una ingente porción de venezolanos empezaron hace unos 3 lustros a salir del hueco de la pobreza-hoy ex marginados, visibilizados y empoderados-, no es menos cierto que otra importante cantidad ha visto desmejorada su rentas-los de la mal llamada clase media y en particular el personal de la educación ya que este segmento burocrático y privado siempre ha sido mantenido en miserables condiciones económicas[2] ora por desempleo político, ora por la actual y asimétrica guerra estructural[3] con unos precios que ya llevan 3 años subiendo sin límite alguno.

Los paliativos improvisados por el gobierno no han remontado la cuesta de la caída del precio petrolero ni la estrategia principal armada por la derecha con resultados a mediano y largo plazos, estrategia disfrazada hasta ahora por tácticas mediáticas-casos OEA, conducta aberrante de la Asamblea Nacional y demás actuaciones de la derecha que sólo han distraído al gobierno enfrascado como se halla en una de amorosos diálogos intraficables por parte de la derecha y con una Fiscalía chapada a los intereses de la oposición.

Al respecto, el Estado se ha limitado a una deficiente regulación de precios que es imposible de aplicar en las presentes condiciones en las cuales las únicas leyes que nos rigen son las económicas y estas suelen ser inviolables. Por ejemplo, la oferta-demanda. Una escasez, sin importar sus causas, crea oportunidades comerciales para la suba de precios y esta queda al alcance hasta de los niños. Pareciera que al terminar esta guerra, esos precios quedarán tan altos y, a lo sumo ,dejarían de crecer a diario, pero hasta allí.

Así las cosas, hasta el dólar simadi parece acercase al desprestigiado dólartoday con lo cual la histéresis de los costos nos estaría llevando a un nivel de precios respecto de los cuales todos los salarios actuales se hallarán fuertemente deprimidos en lo nominal y en lo real.

Se sufre una devaluación nominal por cuanto la cantidad del salario es insuficiente en sí miasma para adquirir cualquier cesta, y devaluación continuada de su poder real por alzas diarias, arbitraras, reveladoras de una peligrosa timidez gubernamental para aplicar grandes remedios a grandes males. Sin barriga llena no puede haber paz, y barriga tenemos todos.

6/7/2016 4:42:50 a. m.


[1] http://www.aporrea.org/actualidad/a215064.html

[2] En ese vínculo recogemos la contradicción entre unos trabajadores con superior preparación técnica, efectiva o potencial, y sus remuneraciones inferiores a la de analfabetos deportistas, artesanos, choferes de taxis y afines.

[3] Guerra asimétrica real porque un solo bando pone muertos y su pobreza in crescendo.

 

 



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Manuel C. Martínez


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