Todos recordamos la simultaneidad entre la decisión del City Bank de terminar sus relaciones financieras con el Banco Central de Venezuela y el Banco Venezuela respectivamente a raíz de la decisión gubernamental de virtualmente nacionalizar la empresa Kimberly Clark de capital norteamericano, cuyos gerentes huyeron del país, sabotearon máquinas estratégicas para la producción de bienes de uso personal, abandonaron intempestivamente la fábrica y dejaron guindando sin empleo a casi mil trabajadores. Con el añadido que miembros propietarios del City Bank son propietarios de la referida empresa.
Con ello los factores financieros del imperio introducían un elemento nuevo en la guerra económica que tienen contra Venezuela, el cerco o bloqueo económico para intentar ahogar a Venezuela como lo han tratado con Cuba durante 57 años.
Luego vinieron las diversas declaraciones a la prensa y discursos dados por el jefe jurásico de la AN, un tal Ramos Allup, donde quiere a juro imponer la matriz de que la ultra derecha pronto será poder en este país, rematando con aquella atronadora frase típicamente rosaliana, quizás tomada prestada del filósofo del Zulia –encanado por pendejo sin pena ni gloria–, donde plantea la genialidad de que él "representa el futuro del país" –un negro futuro golpista, neoliberal, de entrega del país a sus amos los gringos, por supuesto– y el joven socialista Héctor Rodríguez, jefe de la bancada bolivariana en la Asamblea Nacional, que representa "el pasado socialista", del millón largo de viviendas entregadas y adjudicadas al pueblo o ese millón trescientosmil adultos mayores que cobran su pensión –Allup incluido– y ahora van a recibir su tarjeta para las medicinas.
A la par a la cadena de barbaridad de Allup, otro gringo injerencista, John Kirby, vocero del Departamento de Estado norteamericano dio la millonésima declaración donde el imperio se entromete en los asuntos venezolanos. Dijo el gringo: "Estados Unidos sigue preocupado por los retrasos innecesarios del proceso de referendo revocatorio en Venezuela".
¿Son casuales esas simultáneas coincidencias, la del fascista de aquí y la de su jefe yanqui –también fascista– de allá? ¿Qué hay, en verdad, detrás de ese discurso del ultra derechista Allup y el del agente funcionario del Departamento de Estado?
¿Sufre Allup algún tipo de locura senil, por ejemplo una coprolalia compulsiva que se caracteriza por proferir groserías a granel contra todo el mundo –sus copartidarios incluidos–, agresiones verbales y todo aquello que atenta contra la cultura y la paz social, las buenas costumbres?
No es que Allup tenga un lenguaje escatológico, sea un personaje ordinario como ningún otro en Venezuela, vulgar, soez, chabacano hasta lo indecible, pero él no se preocupa en aparentar lo contrario y que todo el mundo lo rechace y le tenga rabia. Por supuesto eso a este personaje prehistórico le importa un pito, porque además de ser esa su naturaleza y su personalidad, aderezada por una turbia y oscura trayectoria política de 50 años, de una personalidad que presenta evidentes muestras de desquiciamiento. Pero ese es el papel que en el contexto político de la subversión a él le asignaron quienes desde los Estados Unidos dirigen la guerra contra la Revolución Bolivariana, ayer contra Chávez, hoy contra Maduro. Pero ese discurso misógeno, antifeminista en extremo, donde la gestualidad maniquea es otro de sus componentes y va dirigido no a todo ese pueblo que lo repudia sino es un meta lenguaje que oculta una inminente acción violenta, provocadora.
Claro no son sólo esos aspectos coincidentes de las aparentes bravuconadas, estupideces y amenazas de Allup, de su incontinencia verbal y las declaraciones de este o aquel declarante gringo de una injerencia abierta que se ciñe al guerrerista decreto de Obama que nos considera una nación y un gobierno que son un peligro para la nación del Norte imperial.
Allup, los grupos políticos fascistas que conforman la alianza de la charca o mud, primero injusticia, voluntad impopular, AD, Unete y mil siglas más que son solo partidos de maletín, siguen, para variar, con su tesis golpista, subversiva del golpe permanente, de tratar de provocar una salida violenta a la situación tratando de llevar al país a una situación de extrema violencia utilizando para ello una atroz guerra mediática donde medios impresos, radiales, televisivos y las llamadas redes sociales de internet y el apoyo multinacional de las oligarquías de prácticamente la mayoría de las naciones europeas y latinoamericanas, que a través de sus grandes corporaciones mediáticas han cartelizado las mentiras, falsedades e intrigas contra Venezuela. Una coordinación con los laboratorios de guerra sucia que aquí tienen los grupos fascistas y les proporcionan los insumos de falsas informaciones entre otras del eje Colombia/ USA/España.
Pero no es sólo lo mediático, es la acción terrorista donde la mano experta del paramilitarismo extranjero se puede visualizar con relativa facilidad. El intento de asesinato del hijo del excalde Freddy Bernal. El asesinato del general retirado en el estado Aragua. La acción subversiva, vandálica y terrorista en Cumaná para presentar una acción de grupos de comandos paramilitares como un estallido social y en donde las policías del estado Miranda tienen una presencia muy importante como quedó demostrado hace poco en la policía de Chacao. El intento de Lilian Tintori y otros fascistas del grupúsculo voluntad impopular en la lejana Tucupita, buscando crear con grupos vandálicos de nuevo la matriz de estallido popular por hambre. Ni se diga la acción subversiva y vandálica de la Malinche Machado en San Cristóbal con una patota en un mercado de la ciudad generando terror entre los presentes. El asesinato de una dirigente local del Psuv en la Cota 905 de Caracas.
En el plano de esa ofensiva general buscando derrocar el gobierno y de tratar de legitimar la provocación, imponer el miedo está la acción de la asamblea nacional que es la avanzada desde donde se despliega la estrategia para implotar los poderes de la República, enfrentarse permanentemente con el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Poder Electoral; desacatar las decisiones del TSJ, pretender la destitución de los magistrados nombrados en la anterior AN y nombrar un nuevo e írrito TSJ. La permanente agresión y descalificación de las dignas venezolanas que dirigen el Consejo Nacional Electoral y la descalificación de la institución. La última es la juramentación de tres indígenas como diputados por el estado Amazonas, que tanto el CNE como el TSJ suspendieron en virtud del gigantesco caudal de fraude electoral por parte del gobernador de esa entidad, el voto de personas fallecidas y mil ilícitos electorales encontrados en los comicios del 6D.
Todo comenzó hace seis meses cuando virtualmente Allup decretó la salida del Presidente de la República en ese lapso de tiempo. ¿Qué pretendía con ello si no generar desasosiego en la ciudadanía, palabras no de una persona cualquiera sino presidente de uno de los poderes de la República, que trató, en las primeras de cambio, dar la impresión que la AN era quién ahora gobernaba en el país?
Si se le hace un seguimiento a la conducta de Allup en ese lapso, el discurso anterior a la toma de posesión de la presidencia de la AN tiene variantes sustantivas, el deliberado desbordamiento verbal y la inocultable intención de derrocar el gobierno constitucional de Maduro tiene que ver con la conversión de la AN en un instrumento de subversión, especie de gobierno paralelo que cuenta con el apoyo de poderes fácticos desde el gobierno norteamericano como quedó más que en evidencia con la iniciativa de traición a la Patria, llevando a la nación, con la complicidad del mercenario uruguayo Almagro, agente del gobierno norteamericano, que preside la OEA, para, en una infame maniobra, intentar aplicarle a Venezuela la Carta de la OEA y así justificar una intervención extranjera. Tamaña canallada de los vende patria no pudo ser más evidente, claro no contaron con la ofensiva de la Revolución y la extraordinaria participación de la Cancillera Delsy Rodríguez en el seno de la vetusta y anacrónica institución.
Toda la semana que pasó Allup, principal vocero de la derecha fascista, proclamó que pronto serán poder. ¿Significa eso, acaso, de que consumarán pronto una acción subversiva violenta, y en su jaquetonería no se recata de su imprudencia de llamar públicamente a derrocar el gobierno? Son tantas las violaciones a la Constitución, a las leyes de la República por él que a estas alturas ese siniestro personaje debería estar luciendo el uniforme amarillo de los privados de libertad en la prisión general de San Juan de los Morros.
El único rescoldo de legalidad al que apelaron por conveniencia fue el referéndum convocado a destiempo, con diez mil personas muertas firmando, miles de firmas falsificadas y pare usted de contar las irregularidades. Por ahora pareciera esa ser su única carta política, pero saben que no van a ir para el baile, al menos no este año.