Cuando llegamos a estos suelos lo único que teníamos claro era que necesitábamos luchar unidos por sobrevivir, ya en Abya Yala (América), nos encontramos sin ningún tipo de derecho, sin nuestra cultura, identidad y sin derecho incluso a usar nuestro propio nombre, ese que en África tiene un significado que nos vincula con toda nuestra historia, limitados y agredidos pasaron muchas insurrecciones para que nuestra astucia viera una salida para encontrar la libertad, único anhelo que nunca salio de nuestras mentes y corazones.
Entonces, empezaron a manifestarse las y los mandingas, y es que aunque el esclavista quiso que creyéramos que mandinga era el nombre del demonio, sus herederos sabemos como fue la historia, mandinga fueron una de las etnias africanas traídas a este continente desde Senegal, Costa de Marfil, Guinea y Mali, tal como lo reseña la mismísima RAE, esta a diferencia de algunas otras jamás pudo ser domada por el esclavista, guerreros por naturaleza, rebeldes, y fuertes.
Hoy por hoy, que fue de esa herencia guerrera que le busca la vuelta a la circunstancia para salir ganando a pesar de estar en desventaja, esos que aunque les robaron todo lo que materialmente puede tener una persona para arraigarse, lucharon por lo único que no les podían quitar, el ímpetu con el que buscaban la libertad.
No olvidemos nunca que somos herederos y herederas de mandinga, y aunque precisamente ahora estamos con el juego en contra seguimos en nuestro territorio, cosa que no tuvieron ellos, y aun así no dejaron de rebelarse, entonces tenemos la responsabilidad histórica de emular a los ancestros africanos que no se cansaron de resistir, que se sublevaron y por encima de cualquier cosa mantuvieron su esperanza de vencer.
El líder de nuestra insurrección de hoy esta en Miraflores, y comprende que con todas las adversidades solo tenemos como único camino seguir adelante, sin importar lo que debamos dejar atrás, o cuantas cosas perdamos, el objetivo es no perdernos a nosotros mismos y para eso es necesario continuar la batalla.
Que llegue mandinga, que se terminen de definir los escenarios y los aliados, que se de cuenta de quienes son los que nos quieren volver a dominar, a quitarnos derechos y conquistas, que sepa identificar en sus filas a quienes venden la lucha y les expulse para siempre, que pelee hasta el final sabiendo que si después de 500 años pudo reescribir su historia y reagrupar los pedazos perdidos de la misma, no es imposible ganar la batalla que sea, sin importar si nuestro enemigo es pequeño, grande o enorme, si nos ataja desarmados o desnudos, si habla otro idioma, si tiene o no mas poder que nosotros.¿Si pudo mandinga, porque no podemos nosotros que somos su herencia en esta tierra?