*Corporaciones químicas y farmacéuticas quebrantaron el sistema fiscal y Cadivi en su máxima expresión monetaria
El campo diplomático estadounidense con el nombramiento de la ex ministra de Estado, Hillary Clinton, manifiesta un nuevo esquema de intervención en el área caribeña y amazónica para lograr obtener la materia prima y producir mediante estudios exhaustivos, nuevos fármacos para el consumo humano y animal.
El comportamiento de las empresas multinacionales es de una observación multilateral, obligando a las pequeñas empresas de procesamientos químicos y producción de alimentos alterar sus valores económicos aumentando exageradamente las facturaciones de importación por toneladas y kilo, constituyéndose en una estafa a la nación, al pueblo y al presidente Nicolás Maduro Moros que ha manifestado su buena disposición para el abordaje de prestación de servicios públicos al pueblo, quién al final paga esos medicamentos y alimentos.
El petróleo, es el indicador para la cotización de precios y fijar volúmenes en la materia prima por adquirir, pero, alrededor de este mineral se fomentó la fundación de empresas fantasmas que fueron favorecidas por el personal de Cadivi, en la otorgación de dólares. Lo que indica que el dinero de inversión se encuentra en pocas manos y cuyos representantes se aburguesaron a costa de un pueblo, acostumbrado a consumir y no se creó una disciplina de gastos personalizados, ni públicos para la problemática social.
Sabemos que hay una coyuntura mundial, pero, los inventarios para los medicamentos se mueven muy lentamente por motivaciones de boticarias internacionales que le adquieren los productos cardiológicos, diabetes y óseos a grandes empresas multinacionales del mundo químico y que poseen laboratorios de investigación y aplicación de soluciones para la salud y el aspecto agroalimentario.
Las contradicciones hegemónicas del mundo europeo y el Medio Oriente, luego de la brutal muerte de Muhammad Gadaffi como presidente de Libio contrajo discrepancias entre los presidentes que rigen el Parlamento Europeo y la OTAN, promoviendo niveles de excepcionidad y Alemania con Ángela Meckel al frente se encuentra dispuesta mirar al Sur y permitir que grupos anarquizados la destabilicen para fomentar caos y desde La Alianza del Pacifico avanzar sobre países progresistas y ahogarlos monetariamente y permitir el control del Amazonia, La Guyana Francesa, Argentina y Bolivia donde se encuentran cultivos muy importantes para el procesamiento de alimentos proteicos y de salud pública.
El presidente Nicolás Maduro Moros, viene defendiendo los intereses geopolíticos de la Región, pero, las presiones son muchas y Estados Unidos desea un lugar primigenio en la aportación de recursos financieros para el control de las zonas mineras y selváticas de la Región.
La Unión Europea y EEUU desean controlar el arco del Mediterráneo para agotar al gobierno sirio y avanzar hacia Rusia e Ucrania y, en una verdadera guerra de agresión, manipular la producción de alimentos en el Sur y fomentar la creación de colas para adquirir productos de la dieta diera, permitiendo que iconos de falsos positivos se determinen en el área ante cualquier situación crítica y de Estado. Ya los mitos no son fundacionales, constituyen una realidad en cualquier punto estratégico del globo terráqueo.
Nos encontramos en una asimetría económica de fatales consecuencias, el conocido farmacéutico venezolano, Eduardo Samán se lo expreso directamente al presidente Hugo Chávez Frías, quien en poco tiempo lo suspendió de su cargo público, sin saber que más tarde, él mismo sería víctima de las multinacionales de la energía física y de laboratorios oscuros que atentan con la vida de los principales ejes políticos del mundo, me refiero a sus personajes.
En Venezuela, la sobrefacturación es un expediente acumulativo que nos lleva a la corrupción e inflación. Tenemos una nueva burguesía que merodea el campo de la izquierda para maltratar a los sectores populares y asumir programas de gobierno propio, donde no escapa el bachaquerismo que posee sus propios orígenes en una economía paramilitar y de bajos fondos éticos. Estamos en un Estado de desobediencia capitalista que no desea adecuarse al Estado Marxista Bolivariano que soñó Bolívar, Miranda y Hugo Chávez.
Los medios europeos no manejan su propia problemática, son las multinacionales norteamericanas que manejan el orden mundial productivo y crea escasez de medicinas y alimentos para cercenar la libertad de los pueblos y cautivarlos con los medios telemáticos y electromagnéticos, para asumir el principio de ir perfilando hombres mutantes y humanoides eclipsados por el sueño norteamericano. La nueva guerra es agroalimentaria bajo los principios transgénicos de producción animal y vegetal para controlar nuestros electrolitos y ver a un género pausado por la industria de los fármacos y sin conciencia sexual como humana, que se le haga difícil integrarse como sociedad a una estructura que ha evolucionado en el tiempo, pasando por varios imperios, pero, en la actualidad grupos anárquicos creados por USA, como Isis, Alqaeda y Estado Islámico buscan borrar esa cultura y memoria del pasado, desean una sociedad de homosexuales y transexuales, hombres discapacitados sexualmente para la siembra y cuido del ganado vacuno y lanar.
Vivimos en un instante de la duda política, es el manejo de La Alianza del Pacifico hacia el nuevo mundo del desarrollo. No comas pollo, ni carne si desconoces su procedencia, ni refresco, nada de las transnacionales.