Decía un amigo que Venezuela es el único país donde un aumento de sueldo ya se ha convertido en una mala noticia y razón tiene el compañero.
El gobierno nacional decretó el día de ayer un aumento del 50% al salario mínimo, en una nación donde la especulación y la anarquía económica reina sin que haya nadie que nos ampare, las instituciones encargadas por el control de los precios parece que brillan por su ausencia no tenemos quien nos defienda.
No hay que ser un experto en economía para saber los que se nos viene luego de este anuncio. En una situación donde el ciudadano al hacer sus compras descubre un precio nuevo cada día, coyuntura que te hace pensar si habrá gobierno o no que le haga frente a este desorden.
Tenemos una inflación que según estimaciones ronda ya en 700 % de las más altas del mundo, cuidado si no estamos de primero en ese tablero y no precisamente nos van a dar medalla olímpica por eso.
Como estamos en una especie de economía de guerra no va tardar en dispararse los precios de los productos. Los transportistas seguramente querrán subir los pasajes a los que andamos a pie poniéndonos el día a día más difícil.
Ayer el gobierno anunciaba con bombos y platillos dicho aumento. Vociferando además que tenemos record en subidas de salario mínimos, pero parece que el PRESIDENTE no evaluó las consecuencias de dicha medida, estamos ante un populismo puro y duro.
La crisis económica va más allá de solo aumentos de salarios, esto es solo una acción de forma más no de fondo, seguimos en cosas cosméticas, la elite gubernamental sigue sin saber interpretar el momento político, con paños calientes y demagogias no avanzamos, bueno ¡PERO ASI ESTAMOS¡