¡Adiós dólar, dolartoday!

Ventajas de la moneda fiduciaria

A diferencia de la moneda o del dinero con respaldo metálico, mono o bimetálico, de oro, plata o níquel, la moneda fiduciaria resulta más elástica ante la necesaria correspondencia que debe privar entre la dinámica oferta-demanda (El Producto Territorial Bruto, PTB) y el volumen del circulante en juego. Recordemos que para ser consumidor, para que haya demanda, debe haber solvencia o billete en el bolsillo a la hora de decirle al carnicero: "Píqueme de aquí".

Si desde hace años, cuando comenzó la fiebre inflacionaria, el Estado hubiera mantenido esa correspondencia entre el costo de la vida-precios de la cesta básica y cestas restantes-y el monto de la renta del consumidor, bien sea este consumidor final o intermedio, si se hubiera mantenido esa correspondencia, decimos, los precios habrían dejado de subir y hasta podrían seguir subiendo sin que esas alzas, verdaderamente inorgánicas o despegadas absolutamente de la estructura del valor de costo de la fabricación de las mercancías, pudieran haber hecho el gran daño que hasta ahora vienen causándole al trabajador y al país como un todo, ante un Estado, ante un Gabinete Económico, que no ha sabido adecuar ambas variables, y gabinete que sigue atado a patrones obsoletos respecto ala moneda fiduciaria, suerte de confusión entre monedas con patrón oro y las meramente fiduciarias.

Ciertamente, cuando en verdad la productividad se viene a pique como ocurrió durante las cruentas guerras, las monedas de todos los países involucrados se devalúan al máximo de su elasticidad, tanto que rayan en monedas verdaderamente inorgánicas ya que dichas guerras han ocurrido cuando el dinero tuvo respaldo metálico; ese fue el caso de las dos últimas guerras mundiales más connotadas del siglo XX.

El dinero inorgánico se presenta cuando cesa la correspondendencia entre el volumen de bienes y servicios y la cantidad de dinero circulante, respaldado o no con oro, plata, otro metal, o con moneda abiertamente fiduciaria. Por ejemplo: si hay demasiado circulante y/o alta demanda efectiva, los precios tiende a subir, aparecen brotes inflacionarios y viceversa; en esa situación se apoya la teoría monetarista. La inflación de naturaleza monetarista es inorgánica por excelencia si el patrón es oro, pero no así con la moneda fiduciaria.

En el caso venezolano actual, lo que viene abundando es la demanda insatisfecha de parte de millones de personas que desde hace una década gozan de pensiones y salarios mínimos constantemente incrementados, aunque siempre de

​ficientemente

por temor a una mayor devaluación, o porque el Estado sigue manejando ese criterio monetarista mal adecuado a la ´presente situación de guerra.

Incrementa esa demanda insatisfecha la ejecución de masivas obras públicas, entre ellas la Gran Misión Vivienda Venezuela, las numerosas y jugosas becas estudiantiles; los aportes crediti

​ci​

os para estimular miles de pequeñas empresas caseras, artesanales y semifabriles,

​que ​

representan toda una política de empoderamiento popular que ha disparado la demanda en relación a la pequeña productividad de los pocos productores privados que siempre ha tenido el país, y que ahora, además, ralentizan la producción, la diversifican, la sacan al exterior, la acaparan, etc. Todo lo cual pone a disposición del consumidor un

​ ​

​aparente​

in

menso volumen de dinero fiduciario que no halla oferta suficiente y se abre así el presente proceso infla

​c​

ionario, adecuadamente llamado inducido y beligerante porque sirve de estrategia golpista por parte de una burguesía fabril, comercial y bancaria que sigue apostando al golpe de Estado porque sabe que no cuenta con electores suficientes para retomar el poder por vías convencionales.



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Manuel C. Martínez


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