Hace tiempo vengo leyendo, revisando con detenimiento los artículos de Nicmer Evan, y algunos de los voceros de su grupo, en más de una ocasión sus argumentos han coincidido con los de la derecha que adversa el proyecto histórico bolivariano. A veces los extremos suelen tocarse como sucedió con muchos amigos militantes de aquella Bandera Roja.
Resulta una obviedad que Nickmer Evan está siendo muy mal asesorado, tal vez por los mismos que le recomendaron a la gente de su grupo que diera aquel triste debate con sectores de oposición, o quizá quien le recomendó que era una idea macanuda publicar sus críticas en un libro patrocinado por la intelectualidad de la derecha venezolana.
Nickmer desde hace tiempo no solo que viene buscándole las cinco patas al gato, sino que ideológicamente viene dejándose meter gato por libre por sus asesores más cercanos, aquellos que le recomendaron deslindarse del proceso bolivariano, porque él puede emular a Pablo Iglesias.
Estos días nuestro amigo publicó un Tewitter que afirmó venía desde lo más hondo de su corazón, los ciento cuarenta caracteres resumían todo el lodo ideológico que ha venido cubriendo a nuestro antiguo camarada, porque ponía en evidencia que el primero de septiembre los opositores hicieron una concentración histórica, coincidiendo con el discurso de la sinrazón de quienes afirman desde la derecha que concentraron un millón doscientas mil personas.
No solo hizo mal el mandado, sino que lo obligaron a cargar las bolsas, y tuvo que salir con una reflexión, una especie de perogrullada, o como diría el Potro Álvarez: Una vaina Loca, que no solo coincide con los argumentos de la derecha, sino que termina argumentando por la derecha, volviendo sobre el tema del primero de septiembre que es lo que discursivamente le interesa a los jefes de la derecha
venezolana. Lo hace eso sí, desde una posición que va mucho más allá del infantilismo de izquierda, y termina como la víbora que se muerde la cola en aquellas reflexiones del filósofo.
Todos quisiéramos conocer a los asesores del presidente, pero yo, tengo una especial curiosidad por saber de los asesores del amigo Nickmer, esos mismos que no le han dicho lo que enseñan los viejos del pueblo cuando dicen Chivo que se devuelve se esnuca.