Decimos que el pueblo necesita formación para entender la actual situación del país, acto seguido vamos a explicarles las causas de como llegamos hasta aquí, eso si con los más rimbombantes términos y engolados discursos y si no funciona comenzamos a repartir culpas, empezando por el partido, los movimientos y las instituciones, con cadenas interminables de lamentos que siguen sin guiarnos al objetivo final.
Construimos un plan conjunto de trabajo, entendiendo que el momento nos exige guardar los egos e impulsar la voz de la gente para entender finalmente que es lo que estamos haciendo mal, reunimos, acordamos y planificamos, para que al final uno de los factores intente imponer su agenda pasando sobre acuerdos conjuntos y sobre el objetivo final, entender en que estamos fallando.
Y es que para muchos estamos bien y mejor, no hay nada que revisar, y todo mundo está claro, pero de ser así nuestros últimos resultados electorales serian diferentes, por citar un ejemplo, lo cierto es que el pueblo sigue siendo chavista, sigue identificando quien esta de su lado, y es esa nuestra oportunidad de cualificar el amor por encima de todas las adversidades. Y si bien es cierto la situación económica aprieta y puede dispersarnos, es momento de entender que la resistencia no es algo fácil ni sencillo, y en ese camino debemos acompañarnos sin mezquindades.
Quizás aparte de sepultar los egos debemos sepultar algunos personajes que siguen sin entender que el momento no es para proyección personal, para resaltar gestiones individuales ni para caprichos particulares, de otra forma será difícil oír la voz del pueblo, es el turno de las bases, el de la revolución con las y los revolucionarios que se la están jugando para visibilizar realidades a atacar sobre las comodidades de unos u otros.